Joaquín Monroy ha perdido la cuenta de los millones que ha repartido. Todos los meses, desde hace años, cae algún premio mayor en el puesto de Loterías que regenta.
La Chulapa de Moncloa es un reducto bendecido por la suerte. Solo en lo que va de año lleva 15 premios mayores.
"Si coges los nueve meses y divides, sale como a uno y medio al mes, un poquito más, que es una brutalidad", explica el lotero a las puertas de su establecimiento. Sin ir más lejos, en la víspera de esta entrevista, repartió 7.000 euros del gordo de la Primitiva.
Monroy recibe a Madrid Total para explicar las claves de su éxito: una mezcla entre pasión, buena comunicación, buen trato al cliente y, sobre todo, trabajo duro.
11 años de fortuna
Este puesto de Loterías fue inaugurado el 15 de octubre de 2012 por el padre del actual propietario. "Lo montó mi padre con un socio y luego se pelearon. Y yo, como había estudiado Administración de Empresas y mi padre se iba a jubilar dije que me quería hacer cargo de ella. Mi hermano no quiso. Me interesa todo lo que tenga que ver con los negocios".
Tal es el interés que Monroy tiene por los negocios que actualmente está montando un estanco y un restaurante. Aunque reparte suerte, en sus inversiones no se la juega. "Tardo mucho a arriesgar porque voy a algo que es como muy tradicional, muy seguro. No me gusta meterme en negocios a ver si hay suerte".
"Obviamente tengo mis sueños y mis inquietudes, pero las quiero hacer cuando me sobre el dinero. Primero quiero tener una base para mantenerme y para mi hija, que acabo de ser padre, y una vez que tenga el dinero, ya ponerme a hacer mis sueños", confiesa el lotero.
Cuando Monroy se hizo cargo del negocio, se empapó todo lo que pudo de la sabiduría de quienes le han precedido y han triunfado en el mundo de las Loterías. "Me he leído los libros del propietario de La Bruja de Oro [famoso establecimiento de Pamplona], que ha fallecido hace poco. En uno de ellos él destaca que cuando se hace famoso, que viene a ser a principios del año 2000, 2001 o 2002. Él da un premio gordo que le empieza a encumbrar".
"Él dice que el crecimiento normal de una administración cuando da un premio es de un 20%. Si yo te enseño mis estadísticas, estoy en un crecimiento del 120%, o sea, es seis veces lo normal".
"En el tema del juego es muy importante la matemática, la estadística, las muestras de números. A mí siempre me ha encantado eso y siempre le doy mucha caña. Hay muchas formas de hacerlo, que obviamente no cuento porque entonces pierde la gracia".
"Uso muchas fórmulas matemáticas. Son teorías que yo he leído y que las he cogido a mi gusto y las he personalizado. Desde que me senté y decidí hacer estas cosas, es cuando han empezado a caer los premios, uno detrás de otro".
Tal es el volumen de ventas que la Chulapa de Moncloa tiene siete empleados, una cifra muy alejada de la media de este tipo de establecimientos. "Cuando te puedes permitir un empleado es que ya la administración empieza a ir bien. Luego hay alguna que se pueden permitir dos. Y luego está mi caso, y el de algún compañero más, que tenemos siete empleados. Eso es una locura".
1.100 personas diarias
Pero no solo de matemáticas se alimenta este negocio. Monroy ha sido uno de los pioneros en poner en marcha canales de las redes sociales en las que cuenta las curiosidades del mundo de las loterías y acerca una realidad desconocida a sus seguidores.
"La Bruja de Oro fue reconocida en el sector como la pionera de la venta a Internet, por ejemplo. Me gustaría mucho enfocarnos en que nos llamen los pioneros en todo el tema de las redes".
"Estamos vendiendo una imagen muy distinta a la que se vende ahora. Yo cuando te digo lotería, ¿qué piensas? Típica señora de 60 años metida ahí en el búnker, tirándote las monedas, tú llegas y poco menos que tienes que pedirle disculpas por haberle molestado".
Gracias a esa cercanía, a trabajar 14 horas diarias y tratar con cariño a los clientes, "vienen como 1.100 personas diarias". Esa es una de las principales claves del éxito. A más ventas, más posibilidades de repartir premios. Todo esto ha hecho que Monroy fuera galardonado este año como el Mejor Lotero de 2023.
"Soy una persona que le gusta mucho aprender de los demás. O sea, no creo que yo sea Einstein y venga aquí a descubrir la vacuna contra el cáncer. Pero sí creo que soy una persona muy esponja".
Preguntado por los números de la suerte que repartirán los millones del Gordo de Navidad de este año, Monroy se encoje de hombros. "No tengo una bola de cristal". Pero hay una cosa que sí se aventura a pronosticar: "En la Lotería de Navidad hay 13 premios. Voy a dar uno seguro. Confío en que más. Pero uno, seguro".