La borrasca Aline ha propiciado que la estación de Retiro en la ciudad de Madrid bata este jueves su récord de precipitación en 24 horas en una serie de más de cien años, con 100,1 litros por metro cuadrado entre las nueve de la mañana y las siete de la tarde.

Las precipitaciones han inundado carreteras, afectado a las redes de Metro y Cercanías y provocado más de un centenar de intervenciones de los bomberos: un clásico que se repite cada vez que llueve, aunque esta vez la capital ha acumulado la mayor cantidad de lluvia en un solo día en más de un siglo. 

Cuando cae más lluvia de la esperada, las carreteras, y las calles de Madrid se inundan provocando un caos que paraliza la ciudad. De hecho, en esos días lluviosos es muy común escuchar conversaciones en las que siempre se oye la misma pregunta ¿Por qué se colapsa tanto Madrid cuando llueve? Algo que no sucede en otras ciudades europeas, en las que lluvia es habitual casi todos los días del año. 

Hay varias razones que explican el caos que se produce en Madrid los días lluviosos. Los estanques de tormenta son depósitos de almacenamiento de agua residual en tiempo de lluvia y, cuando hay tormenta, llega un momento en que el caudal recogido supera la capacidad de tratamiento de las estaciones depuradoras o la capacidad de transporte de la red de alcantarillado.

Es entonces cuando entra en funcionamiento el estanque de tormentas, donde se almacena el agua hasta que pasa la tormenta y se puede transportar y tratar. Madrid dispone de 38 estanques de tormentas, entre los que destaca el de Arroyofresno y Butarque por ser uno de los más grandes de Europa. El problema es que, en la ciudad, estos estanques, que tienen capacidad limitada, solo recogen agua de un solo punto, haciendo que el agua no se pueda filtrar en otros lugares donde hace más falta. 

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La orografía de Madrid tampoco favorece a que el agua no se acumule. Pues Madrid se trata de una ciudad con muchas cuestas y desniveles, al contrario que otras capitales europeas, cuya orografía es plana y es más sencillo planificar el urbanismo teniendo en cuenta las lluvias. Además, Madrid es una ciudad sin muchos parques, que ayudan a que el agua se filtre en el subsuelo. 

Esa ausencia de zonas verdes implica que Madrid sea una urbe con mucho asfalto y por ello, impermeable. Por tanto, el agua no puede atravesar el subsuelo y se forman verdaderas balsas de agua en las calles que hacen que sea imposible circular. 

Otra razón que explica el caos los días de lluvia es la cantidad de coches que circulan por Madrid y, en estos días, el gran volumen de obras en las calles de Madrid no ayuda a que el agua fluya y no se estanque. Y es que, José Luis Martínez-Almeida habrá hecho obras en el 63,9% de las calles de Madrid cuando termine su nuevo mandato. O lo que es lo mismo: en casi dos de cada tres viales del callejero madrileño, algo que no favorece a la reducción del caos los días de lluvia.

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El día más lluvioso



A pesar de haber sufrido recientemente una DANA, este jueves fue el día más lluvioso en el centro de Madrid desde 1972. La estación meteorológica de El Retiro registró 93 litros de agua por metro cuadrado, cuando el anterior récord estaba en 87 litros, hace 51 años.

La intensa lluvia de la borrasca Aline provocó cortes en varias líneas de Metro de Madrid y en el servicio de Cercanías. Los bomberos -tanto de la Comunidad como del Ayuntamiento- realizaron más de 150 salidas y las llamadas se sucedieron sin parar en la jornada del jueves. Desde las 11 hasta las 19 horas, el 112 gestionó 851 expedientes vinculados con la tormenta.

En el caso del Metro, los días lluviosos suelen ser complicados, pues es habitual que se inunde alguna estación. Así, el jueves se interrumpió la circulación de trenes en la Línea 5 entre las estaciones de Pirámides y Urgel, en ambos sentidos. También en la Línea 7 entre las estaciones de García Noblejas y Cartagena, también en ambos sentidos. Y además, en la estación de Banco de España de la Línea 2 se formó una verdadera cascada que bajaba las escaleras de una de las entradas. 





Además, varias líneas de la red de Cercanías se vieron afectadas por la tormenta, así como las carreteras, pues varios tramos de la M-30 estuvieron inundados y no se pudo circular por algunos carriles. También hubo problemas en las 6 carreteras principales que discurren por la Comunidad de Madrid. 

Y es que, además, el agua llegó hasta los hospitales y centros de salud, pues según denunciaron numerosos centros. "Cada año, cuando empiezan las lluvias, convivimos constantemente con cubos de agua e inundaciones en la planta -1, lo que supone un riesgo para los profesionales del centro", explicó Elena Cabrerizo, trabajadora del Hospital Infanta Sofía y portavoz de CC. OO.



Así pues, también quedaron afectados por el agua el Hospital Infanta Leonor (Vallecas), el Ramón y Cajal, el 12 de Octubre y el de La Paz, que recientemente sufrió una inundación grave por la rotura de una tubería del Canal de Isabel II durante las obras del metro de Begoña.

En estas caóticas jornadas, los usuarios de las redes sociales comparten los problemas que han encontrado por culpa de las fuertes lluvias, pero de vez en cuando, también surgen escenas curiosas, como el géiser que se formó en plena calle Narváez. Una imagen que, al final, consigue sacar una sonrisa en medio tanto caos.