En el corazón más profundo de Madrid hay un lugar que, a simple vista, puede pasar sin pena ni gloria para los ojos de cualquier ciudadano. Más que nada, porque se encuentra en medio de tres de los puntos más icónicos de la capital: Callao, la Plaza Mayor y la Puerta del Sol. Hablamos de la Plaza de las Descalzas Reales, un espacio que guarda bajo tierra un "secreto alucinante y tan poderoso que fue capaz de provocar una decisión urbanística inédita en Madrid".
Esta peculiar historia la ha rescatado el urbanista Antonio Giraldo, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid y portavoz del grupo político en esta materia. El edil relató su hallazgo a lo largo de un hilo de la red social X -antes Twitter-, que ha acumulado miles de visualizaciones. Todo gira sobre (y debajo) de la Plaza de las Descalzas Reales.
Para quien se guíe mejor por tiendas y no por mapas, esta Plaza está situada a escasos metros de la fachada de El Corte Inglés que acoge año tras año Cortylandia. El concejal se centra, en concreto, en un área rectangular de unos 320 metros cuadrados de la plaza donde, claramente, cambia el estilo de las baldosas. "Esta parte es una de las pocas 'vacías' (sin coches o parterres). Sin embargo, por algún motivo, su acabado es diferente al resto".
Ahora, en este punto, "hace de 'acceso' del nuevo hotel cinco estrellas Edition", que abrió sus puertas el año pasado. En cualquier caso, lo que llama la atención de este rectángulo es que, pese a que lo lógico es pensar que forma parte de la parcela del hotel, el área está abierta al público y cuenta con mobiliario público.
Pero, en este punto, Giraldo comienza una pequeña clase de historia urbanística de Madrid. "Este es el lugar donde, desde 1702, está instalada la entidad Monte de Piedad". Cabe recordar que esta institución que ofrece financiación inmediata a bajo interés sobre joyas y alhajas de oro, plata y relojes de acero. Antes, ocupaba todo el edificio donde ahora se encuentra el Edition. Ahora, este lugar de empeños solo trabaja en una parte de la planta baja.
El edificio se sometió a obras para convertirse en el alojamiento de lujo, aunque conservó su característica fachada con un gran pórtico barroco, obra del artista Pedro de Ribera. "Sin embargo, el edificio actual desde luego no es el de 1702", incide el experto en urbanismo. En este mismo emplazamiento, de hecho, ha habido hasta tres edificios diferentes. La portada barroca es lo único que se conserva actualmente de la primera construcción que ocupó esta ubicación.
En 1970 se construyó la versión más moderna del edificio. Además de los cambios estéticos, se decidió retranquear la construcción y dar así más espacio a la plaza. "Justo ese rectángulo de 320 metros cuadrados quedó libre. Probablemente, Monte acordara con el Ayuntamiento ceder ese cacho", sostiene Giraldo.
A partir de aquí, el concejal muestra sus indagaciones en diferentes plataformas hasta dar con la clave de este misterio. Primero, consulta el Catastro y, después, el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid. "Ese rectángulo aparece señalado dentro de la parcela privada, pero, sin embargo, lo marca como zona pública urbana". ¿Dos calificaciones distintas en una misma parcela? ¿Cómo es posible?
Pues este fenómeno se explica a que en este trozo de la capital existe lo que se conoce como un "complejo inmobiliario": "Es una figura muy poco común utilizada para superponer calificaciones o propietarios. Es decir, poner una parcela encima de otra (dentro de un edificio, claro)". Es, en definitiva, cuando varias parcelas distintas se apilan unas encima de otras.
Lo que ocurrió fue, en definitiva, que Monte de Piedad se retranqueó en superficie y cedió al Ayuntamiento esa área de 320 m2, pero no los sótanos. Con la entrada del hotel como actor, el Ayuntamiento tuvo que elaborar en 2017 un Plan Especial para cambiar el uso de oficinas a uso de hotel. Había, entonces, varias parcelas en un mismo espacio, pero que no pertenecían todas a un mismo propietario.
Misterio resuelto
Llegados a este punto, el edil del grupo socialista lanza una pregunta a los usuarios: "Hay algo que no se entiende: ¿qué necesidad tuvieron en 1970 de hacer esto? (...) ¿por qué en 2017 Monte de Piedad no vendió ese sótano bajo la plaza junto al resto, de modo que solo hubieran quedado 2 propietarios?". Y, finalmente, resuelve la incógnita a través de una imagen de una caja fuerte.
"¿Qué elemento, inamovible e irrenunciable, bajo tierra, que comprometa la estructura de todo el edificio, así como una posible división en distintas propiedades puede existir ahí al servicio de una entidad que empeña y custodia joyas, oro, y otros objetos de alto valor?", se pregunta, exponiendo a su vez la foto con la imagen que resuelve el misterio.
"Monte de Piedad no pudo deshacerse de esos sótanos por "cuestiones técnicas" (guiño, guiño) en 1970 y, por supuesto, tampoco en 2017. El complejo inmobiliario fue la única figura capaz de regularizar una situación tremendamente compleja y obtener la 'zona verde'", argumenta Giraldo, que dedica el hilo a los técnicos urbanísticos de la capital que "hicieron semejante preciosidad de gestión".