Al Mercado de Torrijos no se puede acceder por la calle Hermosilla. Ya no. Las obras que el propietario mayoritario está llevando a cabo lo han convertido en un lugar cada vez más inexpugnable. Hace 20 años, esto era un mercado municipal. Hace 17, pasó a las manos privadas de sus 44 comerciantes. Y hace tres, la socimi Numulae se lanzó a comprarlo de forma presuntamente fraudulenta. El futuro del mercado se litiga ahora en los tribunales. Mientras, solo ocho comercios permanecen abiertos. 

Torrijos es hoy el asedio de Numancia, es David contra Goliat, es el sitio de Baler. Torrijos es hoy Cartagena de Indias bajo los incesantes envites de un poderoso enemigo que se ha topado con unos propietarios que se niegan a doblegarse sumisamente. No. Torrijos, pese a todo, resiste. 

Resiste gracias a una clientela fiel, capaz de cruzarse Madrid para encontrar la pularda perfecta que presida su mesa estas navidades, o el mejor jamón, o las frutas exóticas que nadie más vende. Resiste, con uñas y dientes, pese al "boicot" y la "presión" por parte de Numulae, la empresa que lo ha cambiado todo en este mítico enclave del distrito de Salamanca.    

Desmantelamiento de las instalaciones que está llevando a cabo la socimi en Torrijos. Jaime Susanna

Todo comenzó a principios del 2020. El cierre de los negocios a causa de la pandemia de Covid-19 fue el momento clave para que la socimi soltara la estocada y se hiciera con la mayoría de las participaciones de la empresa Torrijos Plaza XII, dividida en 44 pequeños propietarios. Muchos de ellos, viendo las verjas echadas, y con la jubilación a la vuelta de la esquina, vendieron

"Esta socimi obtuvo de forma presuntamente irregular el 51% de las participaciones", explica la portavoz de los comerciantes, que regenta una frutería en la planta baja y se ha convertido en líder de la resistencia sin haberlo deseado.

"Según la Ley de Sociedades de Capital cuando un accionista quiere vender su participación tiene prioridad otro socio de la empresa frente a un tercero que venga de la calle", continúa.

"Aquí lo que ha ocurrido es que ha habido un tercero que ha venido de la calle y ha hecho una oferta. Ha habido una gran mayoría de socios que estaban dispuestos a vender. Pero claro, existe un derecho que se llama de tanteo y retracto para los socios". 

Vista general de la primera planta del Mercado de Torrijos, con el "muro de Berlín" en el centro. Jaime Susanna

Y explica: "Hubo un socio que quiso comprar todas esas participaciones, ese 51%, al mismo precio que ofrecía la sociedad. Bueno, este derecho se le bloquea y los que venden, en lugar de hacerlo al socio que quería comprar, lo venden a la socimi. Y ahí está la presunta irregularidad".

Esta operación -a todas luces, fraudulenta- está denunciada en el Juzgado de lo Mercantil número 7 en Madrid. Asimismo, en el Juzgado número 10 "está impugnada la fusión por absorción de esta socimi a nuestra sociedad".

No solo está denunciada Numulae, que pertenece a Fe Seguros, con sede en Vigo. También están denunciados los 30 exsocios que vendieron a un tercero teniendo una oferta de un socio encima de la mesa. "Solo hubo uno que se lo vendió a él".

El desmantelamiento de Torrijos

Desde la cuestionable transacción comercial, el grueso de los puestos ha echado el cierre y las obras se han sucedido en el Mercado de Torrijos. El módulo central ha sido cerrado a cal y canto en ambas plantas, conformando lo que los comerciantes llaman coloquialmente "el muro de Berlín".

Los 10 comercios (de nueve socios) que quedan operativos están en puntos muy separados de este espacio de 13.000 metros cuadrados. Actualmente, quedan abiertas dos carnicerías, una charcutería, un bar, una peluquería, una pollería y dos fruterías. Hay un propietario que conserva dos locales que ahora tienen echado el cierre por cuestiones personales ajenas al conflicto. 

"Han quitado la escalera de acceso, que era una rampa mecánica que daba a la planta de arriba de subida y bajada. Nos han bloqueado ascensores. Desde el parking a la planta de arriba no se puede subir. Siguen siendo medidas de presión para que nos vayamos"

Los restos de la escalera mecánica que unía la planta baja con el sótano. Jaime Susanna

"A nosotros no se nos ha comunicado ninguna una de las obras ni nada. De repente cerraron la zona de Hermosilla. Sería por junio. En octubre han empezado a tirar tabiques, a desmantelar locales de la planta de arriba, mostradores de frío", enumera la portavoz. "Siempre se nos dijo que iban a hacer un gimnasio arriba y un supermercado. Se habló de un Lidl".

¿11 millones?

La oferta de compra de la socimi fue de 11 millones de euros por el mercado, las plazas de garaje, el sótano, el muelle de carga, etc. 11 millones de euros por 13.000 metros cuadrados en el distrito más exclusivo del centro de Madrid. A los propietarios les entró la risa. 

"A cada socio nos ofrecían 260.000 euros por cada participación. Pero de esos 260.000 la propia socimi retenía 90.000, con lo cual lo que llega a cobrar el socio al final son 176.000, que además después de pagar a Hacienda porque Hacienda se lleva el 21%, se le quedan en 139.000".

La mayoría de estos negocios son herencias de padre o abuelos. Luis todavía conserva el contrato que firmaron sus abuelos en los años 30 del siglo pasado. La portavoz ahora regenta el puesto que sus suegros montaron a fuerza de sudor. José Luis, el carnicero apodado el Cordobés, no conoce otro oficio en otro lugar. Todo eso, consideran, vale mucho más que 139.000 euros. 

Estrella y su marido en su frutería, cuando Torrijos todavía era un mercado municipal. Cedida

"Nosotros pedimos a un perito judicial que viniera a hacer una tasación del inmueble y, sin poder entrar en todo el mercado, porque no tuvo acceso, hizo una tasación de 35 millones de euros". 

Por el momento, los juzgados han dado la razón a los viejos propietarios. Recientemente, la socimi puso a cuatro de ellos "demandas de desahucio por precario". No está muy claro por qué solo a cuatro ni por qué a esos cuatro en concreto. La justicia falló en favor de los cuatro propietarios. 

"Yo confío en la justicia. Yo creo que no vamos a perder. Pero si en primera instancia perdemos, recurriremos", asegura la líder de esta resistencia numantina, a quien la batalla le ha costado innumerables noches de insomnio e incorporar ansiolíticos a su dieta. "No nos vamos a rendir", sentencia.