Todo el mundo conoce a Antonio. Entre los bomberos, porque ha cubierto grandes sucesos como Alcalá 20, el incendio en los Almacenes Arias o el atentado a Carrero Blanco; y entre los niños, porque sale desde hace medio siglo en la cabalgata de los Reyes Magos de Madrid.
A sus 84 años, Antonio Rubio ha desfilado por las calles de la capital junto a sus compañeros del Cuerpo de Bomberos de Madrid para acompañar a Sus Majestades los Reyes Magos en la cabalgata de este recién estrenado 2024.
Lo hace sonriente, emocionado por tener la suerte de hacerlo un año más y con un impecable traje de gala que lo diferencia claramente del resto de oficiales.
Antonio no sabe indicarle a Madrid Total en qué año empezó a salir en la cabalgata de la capital, pero calcula que ya cumple unos 50 años sin falta a la cita. "Empecé haciendo la primera cabalgata de Madrid que fue sobre el año 75".
Siempre lo ha hecho de conductor del coche de bomberos Dennis 1949, una auténtica reliquia que a día de hoy exhiben los bomberos junto con otros de los vehículos más antiguos de su museo como son el Seat 600, el Autoescala Magirusy y la Bomba Rosembahuer.
Sus compañeros lo describen como una "institución" entre los bomberos y los niños de la cabalgata chillan su nombre para saludarle y que, con suerte, les dé algún caramelo.
El ex trabajador lleva desfilando en las antiguas cabalgatas de la capital, para "contrarrestar" sus duras vivencias en diferentes sucesos. "He vivido mucho", cuenta.
Las desgracias que más le marcaron fueron los atentados de la banda terrorista ETA en Madrid, como el asesinato de Carrero Blanco, y los incendios de Alcalá 20 y especialmente el de los almacenes Arias, donde perdió a 10 compañeros en 1987.
"No me he perdido ni una cabalgata. Sólo la de la pandemia. Me gusta porque soy amante de la gente y los niños. Me dan vida", confiesa el bombero retirado durante el desfile.
La "ilusión más grande" de Antonio
Antonio Rubio aparece también en un vídeo difundido por la página de Facebook de los 'Bomberos Madrid' el pasado mes de agosto. En la publicación se explica que Antonio ingresó en el cuerpo de Bomberos de la capital el 2 de mayo de 1972 y que se jubiló el 19 de enero de 1999.
"Me he llevado siempre bien con todo el mundo y siempre lo pasé bien", comenta. "La ilusión más grande de mi vida era ser bombero y lo conseguí", añade, mientras visita el Museo, situado en la calle Boada número 4.
El curtido ex profesional también defiende que "ayudar a la gente es lo más grande que puede haber en esta vida".