La plaza de Cristo Rey, muy cerca de Moncloa, es uno de esos puntos neurálgicos de Madrid por los que, cada día, pasan miles de personas y vehículos. Una arteria en la que además se encuentran dos importantes hospitales: el Hospital Clínico San Carlos y el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
Al lado de esta última conocida clínica, se encuentra la fuente que homenajea la figura del doctor Carlos Jiménez Díaz, que da nombre a uno de los hospitales y a la calle contigua. Una fuente compuesta por un estanque de planta rectangular con varios elementos, coronada por un gran monolito con la efigie de este médico en la que se puede leer: "Al maestro de la medicina, Carlos Jiménez Díaz. El Hombre, la Ciencia, la Patria, le rinden homenaje". Una fuente en honor a un importante médico madrileño que, sin embargo, se encuentra abandonada, llena de basura y vandalizada desde hace muchos años.
"Por lo menos ya se han ido los rumanos que se habían afincado dentro de la fuente", explica a Madrid Total la dueña de un comercio situado delante de la fuente. "La Policía vino y les echó, porque no podía ser que vivieran dentro de la fuente, incluso alguna vez hicieron alguna hoguera, se veía todo el humo", añade.
La dueña de este comercio, vecina del barrio de toda la vida, afirma: "Sí, he visto la fuente funcionar con agua, pero eso fue hace unos 15 o 20 años, es una pena, pero lleva en ese estado de abandono desde hace ya años".
Concha, una vecina del barrio, cree que Jiménez Díaz, una figura "muy importante" para la Medicina y para Madrid, "no se merecía esto". Además, explica que "los rumanos que vivían en la fuente se han ido dispersando por el barrio y les hemos visto incluso en parte de atrás del hospital, que también se encuentra vandalizada y llena de graffitis".
Tal y como se puede ver en una publicación en X (antes Twitter) de la cuenta 'Madrid Decadente' con unos vídeos de finales de octubre de 2023, en el interior de la fuente aparecen asentamientos de unos indigentes. Todo parece apuntar que se trata del grupo de ciudadanos de origen rumano del que hablan los vecinos de este barrio.
Al preguntar a uno de los trabajadores sobre el grupo de ciudadanos rumanos que vivían en la fuente, recuerda que "se fueron hará unos dos meses. "La Policía les echaba y volvían. ¿Quieren vivir en la fuente? Pues que paguen el alquiler", concluye entre risas.
Pero parece que la solución a la degradación de la fuente no está cerca. En diciembre de 2022, el diario La Razón publicó que el Ayuntamiento de Madrid iba a recibir la cesión del monumento al doctor Jiménez Díaz, en la plaza de Cristo Rey, para ocuparse de su mantenimiento.
La historia de la fuente
Tal y como figura en la ficha de este monumento publicada en la web del Consistorio, la fuente-monumento dedicada al doctor Jiménez Díaz fue propuesta tras la muerte del médico por un grupo formado por familiares, amigos y compañeros, quienes en julio de 1968 abrieron una suscripción nacional para promover su construcción y propusieron su ubicación en el lugar que actualmente ocupa: frente a la Fundación que lleva su nombre.
En septiembre de ese mismo año, se encargó su diseño al escultor Juan de Ávalos, y un año más tarde, el proyecto y su emplazamiento fueron aprobados por la Corporación municipal, que además aportó una importante contribución económica para su realización.
El conjunto fue instalado en noviembre de 1969 e inaugurado un mes después en un acto al que acudieron, entre otras personalidades, el entonces ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente; el alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro; el presidente de la Fundación Jiménez Díaz, Eloy López, y el doctor García Miranda, en representación de los médicos españoles.
Carlos Jiménez Díaz nació en Madrid en 1898, realizó sus estudios de Medicina en la Facultad de San Carlos de Madrid y los completó posteriormente en Alemania. En 1922, poco después de acabar la carrera y aun a una temprana edad, obtuvo por oposición una Cátedra en Sevilla.
Años más tarde volvió a su ciudad natal, donde desempeñó numerosos cargos, y en 1940 fundó una institución hospitalaria en la que se integraban tareas de asistencia, docencia e investigación, estableciendo un innovador modelo en España que sería el germen de su Fundación posterior.
Desarrolló una intensa actividad investigadora y docente que le hizo merecedor de varios premios, y por la que fue declarado "Doctor Honoris Causa" en diversas universidades. Falleció en Madrid en mayo de 1967.
El significado de la fuente
Este homenaje a Jiménez Díaz se trata de fuente de grandes dimensiones compuesta por un estanque de planta rectangular en uno de cuyos lados se agrupan varios elementos, dispuestos simétricamente. Sobresale, entre ellos, el gran monolito prismático central que corona el conjunto, una pieza vertical de granito picado elevado sobre un sencillo pedestal escalonado y en cuya parte superior se encuentra tallada en altorrelieve la efigie del doctor Jiménez Díaz; su figura, que representa su busto completo y muestra una mayor definición en el rostro, aparece en actitud pensativa, con el cuerpo girado hacia un lado, la cabeza apoyada en su mano izquierda y sosteniendo un libro con la otra.
Delante del monolito aparece una cascada escalonada en tres alturas que se aumenta su anchura en sentido descendente, flanqueada por dos gruesos muros de sillares de piedra y cuyas gradas muestran las esquinas rematadas con piezas curvadas y acanaladas.
A ambos lados de ésta, y sobre las piezas de granito que conectan la cascada con el vaso del estanque, se encuentran dos esculturas de bronce, figuras completas, semidesnudas, sentadas y en ademán de coger el agua que cae de la fuente: la de la izquierda es una estatua masculina que representa al Hombre, y la de la derecha una mujer que simboliza la Ciencia.
Por último, en el centro del vaso se erige flotando una figura femenina desnuda, apoyada sobre una larga guirnalda de laurel que abraza su mano derecha y con el cuerpo dirigido hacia la efigie del médico; esta escultura central representa a la Patria, que ofrece al doctor una rama de laurel con la mano izquierda elevada.
El conjunto está enclavado en una zona ajardinada en la que se alteró la topografía para adaptarla a la particular composición de la fuente; también la vegetación escogida está diseñada para acentuar la frontalidad del monumento, con arbolado y plantas de mayor espesura en su parte posterior, enmarcándolo, y césped y vegetación de poca densidad en la parte delantera.