Todo el que haya pasado un verano en Madrid lo sabe: cada vez son más calurosos y más duros. Por eso, las piscinas y las zonas climatizadas se han convertido en verdaderos oasis que ayudan a pasar la calurosa época estival.
Pero este verano empieza con malas noticias para algunos vecinos, pues una de las piscinas más codiciadas, la de Peñuelas, cerrará sus puertas este verano por la reforma integral que se va a acometer en las piscinas de verano del Centro Deportivo Municipal en Arganzuela. Un céntrico oasis que no estará disponible para los vecinos de la zona.
Pero no todo es malo, una conocida y céntrica institución se convertirá en un refugio climático los meses de julio y agosto. Se trata del Círculo de Bellas Artes, que con motivo del Día Mundial del Clima, anunció que su salón de baile se convertirá en "uno de los acontecimientos centrales de la vida cultural madrileña este verano".
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Tal y como publica esta institución en su página web, durante el último semestre de 2024, su programación girará en torno a la acción por el clima, consolidándose como una línea estratégica y transversal. A través de su potencial creativo y multidisciplinar, se quieren abordar diferentes aspectos de la crisis climática, desde el arte, la ciencia y el pensamiento.
Todo ello se traduce en la iniciativa Planeta C que arranca con la inauguración de este refugio climático: un espacio abierto para la ciudadanía en el corazón de Madrid. Esto será una forma de socializar y compartir un confort térmico que, generalmente, nuestras sociedades reservan solo para lugares de ocio asociados al consumo o para aquellos que pueden pagarlo.
El refugio climático será también un espacio de oportunidad para visibilizar propuestas y generar alianzas entre diferentes actores sociales que desean actuar en un ámbito que afecta a toda la sociedad. Sin duda, uno de los acontecimientos centrales de la vida cultural madrileña este verano ubicado en el corazón de la capital.
Por la naturaleza cultural del Círculo de Bellas Artes, el elemento central del refugio será una instalación sostenible de carácter artístico que convierta el Salón de Baile en una plaza pública. El arte es como el lenguaje: tiene el potencial de permear todo el conjunto de la sociedad, creando un ágora que permita no solo reflexionar, sino también abordar la urgencia de la acción climática.
En el marco de este refugio climático, se desarrollarán actividades culturales orientadas a divulgar la emergencia climática y a fomentar imaginarios de futuro sostenibles, incluyendo encuentros, talleres, conciertos, performances y actividades para familias.
"La idea es que sea un laboratorio de acción", explican desde la institución. Sus intenciones son impulsar la reunión de personas, no solo para crear un entorno de debate, sino también para pensar y actuar con pequeñas obras para mejorar el asunto climático.
Aunque por ahora todavía es un proyecto. Desde el centro prometen avances sobre la planificación dentro de las próximas semanas. Para ello están organizando y negociando las diferentes actividades que comentan con algunas organizaciones colaboradoras.