La vuelta a la vida política de José Luis Martínez Almeida, después de su luna de miel en Maldivas y Bután, ha sido muy sonada. El pleno que se celebró este martes en el Ayuntamiento de Madrid fue escenario de acusaciones, reproches, broncas y hasta de expulsiones, como la de Rita Maestre que acabó con la salida de todo el grupo municipal de Mas Madrid.
La intervención más dura de una Martínez Almeida, desatado, fue contra la portavoz del PSOE, Reyes Maroto, a la que advirtió de que a lo mejor no estaba siendo "suficientemente contundente en la defensa" del "amado líder", como llamó a Pedro Sánchez.
Pero eso sólo fue el inicio. Para Almeida, literalmente, lo que ha ocurrido en España desde que el presidente del Gobierno anunciara suspensión de agenda y cinco días de reflexión, es que "ha habido un macho alfa que, en un ejercicio de masculinidad tóxica, consiguió que un coro de plañideras acudiera a Ferraz el sábado para que en un ejercicio de histerismo sin precedentes pedirle desesperadamente y con lágrimas en los ojos que, por favor, se quedara porque no había democracia sin Pedro Sánchez".
Justo después, el alcalde de Madrid ha acusado a Reyes Maroto de haber obligado a contratar un curso "de Begoña Gómez".
"Tendrá que explicar a los madrileños por qué su jefe de gabinete en el Ministerio Industria acudió a la empresa pública Enesa y dio la orden de que se patrocinara un curso de Begoña Gómez", ha insistido.
La siguiente acusación contra la portavoz del PSOE ha sido "por qué subió a Begoña Gómez en el Falcon en un viaje a Dominicana".
A partir de ahí, las preguntas a la líder socialista municipal se han centrado en si "al margen del reproche penal que pueda suponer, a usted le parece bien que la mujer del presidente del Gobierno firme una carta de recomendación que figura en un proceso de contratación pública ante el Gobierno de España".
O si "le parece presentable que la mujer del presidente del Gobierno acceda a una cátedra honoraria sin ser ni siquiera licenciada y que en el ejercicio de esa cátedra pida fondos a empresas que están bajo la regulación y normativa de España. ¿No le parece que hay un evidente conflicto de interés?".
El regidor madrileño tuvo una sesión mucho más bronca que su compañera de partido, Isabel Díaz Ayuso, en la Asamblea de Madrid, y eso que en esta intervención no hizo mención al "fango" o al "barro", al que se refirió Pedro Sánchez como si ocurrió en la otra institución madrileña.
Eso sí, Almeida salió en defensa de su líder, Alberto Núñez Feijóo, al que el presidente del Gobierno acusó de haber dicho que, en este caso, "las mujeres tenían que quedarse en casa".
"Nosotros no tenemos ninguna intención ni queremos que las mujeres se recluyan en el ámbito doméstico, lo que no queremos es que convierta La Moncloa en un centro de negocios".
En la conclusión de su intervención desde el atril del Pleno del Ayuntamiento de Madrid, Almeida ha asegurado que Pedro Sánchez se ha reído de todos ustedes, en referencia a la bancada socialista, y "que al final el mensaje que les ha lanzado es 'pringaos' que yo me voy a Doñana este puente. 'Pringaos' que yo me voy a Doñana este puente".