Momento surrealista durante un acto organizado por el Consistorio. Este martes, el Ayuntamiento de Madrid había organizado en Usera una demostración del protocolo que sigue para la retirada de vehículos abandonados, pues, cada año se retiran más de 1.000 vehículos de las calles de la ciudad. Pues bien, en este sencillo acto, se ha vivido una situación curiosa.
La demostración comenzaba a las 10.30 horas, cuando los medios debían acudir a un punto del citado distrito donde se iba a proceder a la retirada de un vehículo, mientras que un agente de movilidad explicaba el proceso. Tal y como han trasladado fuentes municipales, el vehículo elegido era un Audi sin ITV ni seguro, que llevaba un año estacionado sin permiso junto a la Plaza de la Asociación de Usera.
En el momento de la retirada del vehículo, con todos los periodistas prestando atención al proceso, ha aparecido la supuesta dueña del coche. "¡Estoy flipando!", ha dicho. La mujer, acompañada por otras personas, ha preguntado incrédula a los agentes de movilidad por qué se estaban llevando su coche y, sobre todo, por qué había cámaras de televisión y fotógrafos captando la faena. Parece que "han matado a alguien aquí", se ha quejado, mientras la grúa continuaba a lo suyo.
En medio de esta escena, la propietaria ha pedido explicaciones a uno de los agentes de movilidad presentes. Minutos antes de la demostración, el supervisor de Movilidad, Raúl Ruiz, ha explicado que, sólo en 2023, el servicio municipal llevó a cabo 2.705 actuaciones sobre vehículos en esta situación. De ellas, 1.162 terminaron con la retirada del vehículo. Una cifra similar a la registrada en 2022 (un 1,93 % más), cuando se retiraron 1.140.
Fuentes del Área de Movilidad han confirmado que la supuesta propietaria, pese a sus quejas iniciales, no ha presentado la documentación necesaria para paralizar la retirada. Anteriormente, había recibido tres avisos y superado con creces los cinco días de tope de estacionamiento en la vía pública que permite la normativa municipal. El Audi ha terminado en el depósito municipal de Mediodía III.
En este caso, el protocolo entra en Acta de Inicio con solicitud de retirada urgente y se solicita que una grúa de EMT Madrid traslade el vehículo a la base municipal donde se depositan. Una vez en el depósito municipal y según lo indicado en el artículo 106 del Real Decreto Ley 6/2015, el propietario tiene 2 meses para retirar el vehículo o formular alegaciones. Si en ese plazo de tiempo nadie reclama el bien, éste es achatarrado.
En relación con el protocolo habitual, los Agentes de Movilidad deben realizar un Acta de Inicio y un Acto de Permanencia y remitir las actuaciones al departamento jurídico municipal que iniciará el procedimiento notificando al interesado, bien por correo certificado o por edicto en el BOE, que tiene el plazo de un mes para la retirada voluntaria del vehículo, según explica el Ayuntamiento en un comunicado.
Si tras este periodo, los agentes levantan un Acta de Permanencia, al haber comprobado que el vehículo no ha sido retirado por su dueño, el servicio jurídico solicitará que EMT Madrid retire el bien de la vía pública y lo ubique en el depósito municipal. Transcurridos dos meses, si no es requerido por nadie, será trasladado al Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV) para su destrucción como Residuo Doméstico.
Un 98 % de los avisos son trasladados por vecinos que se ponen en contacto con el Ayuntamiento para detallar los datos y la ubicación del vehículo que, a su juicio, ha sido abandonado. El Consistorio ha detectado que los principales motivos de abandono están relacionados con situaciones familiares, como, por ejemplo, la de herederos que no pueden hacerse cargo de ellos. También por propietarios que migran a sus países de origen y desconocen qué hacer con el vehículo.
En ocasiones se trata de vehículos accidentados, cuyo coste de reparación es muy elevado. También es frecuente que los titulares de estos coches sean personas mayores que ya no hacen uso del vehículo o tienen el permiso de circulación retirado, pero que esperan a la mayoría de edad de sus nietos para traspasarles la propiedad.