Casi un mes después de los dos multitudinarios conciertos de Taylor Swift en el renovado Santiago Bernabéu, el Real Madrid ya cuenta con un plan para controlar los niveles de ruido y acabar así con las quejas del vecindario.
Entre otras medidas, el club blanco mejorará el aislamiento de las zonas abiertas y sellará los puntos del estadio por donde se escapan los decibelios. También se elevarán las exigencias a los promotores musicales.
En realidad, la polémica por los niveles sonoros no comenzó con la doble actuación de la estrella estadounidense del pop. Esa misma semana, el Ayuntamiento de Madrid confirmó que todos los grandes conciertos previos que se habían celebrado hasta la fecha en el recinto superaron los límites de ruido marcados por la normativa municipal. Así, se sancionó a estos promotores, al igual que a los que organizaron los espectáculos de Swift, donde también se excedieron los niveles permitidos.
Debido a esta situación, el Consistorio de José Luis Martínez-Almeida exigió al Real Madrid un plan de choque. En todo momento, el Gobierno municipal ha señalado que se ha mantenido una actitud de colaboración con el club que preside Florentino Pérez.
"Tenemos la obligación moral y política de exigir las mejoras que el Real Madrid tiene que llevar a cabo para minimizar molestias. Hemos tenido ya reuniones técnicas con el Real Madrid encaminadas a que lleven a cabo las inversiones, actuaciones y obras que sean necesarias para que esos eventos extraordinarios cumplan la normativa de ruido", concretó el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, en medio de esta controversia.
Así, según confirman a Madrid Total fuentes municipales, el club llevará a cabo un plan que incluye mejoras del aislamiento de las zonas abiertas, especialmente del 'skywalk', el cuarto anfiteatro y los vomitorios de los fondos. Entre otros elementos, se utilizarán pantallas y lonas acústicas con nanogel.
Asimismo, los promotores que estén detrás de los conciertos que vayan a celebrarse en el Bernabéu tendrán que enviar previamente los detalles sobre las condiciones técnico-acústicas del espectáculo. Es decir, la información relativa a la situación del escenario y equipos de sonido, entre otros. Estos datos se validarán (o no) gracias a un simulador.
Durante los eventos musicales, el club desplegará a técnicos que velarán en directo para que se cumplan todas las exigencias sobre el control del ruido.
Para abordar este plan de choque, el Real Madrid cuenta con expertos de las empresas de ingeniería Arup y Vanguardia. Las medidas se irán aplicando de forma progresiva en los próximos seis meses.
Por ahora, esta hoja de ruta ya está en manos del Gobierno regional que lidera Isabel Díaz Ayuso, como del Ayuntamiento de Martínez-Almeida, responsable de aplicar la OPCAT (Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica). El Área municipal de Urbanismo, Movilidad y Medio Ambiente fue la que impulsó la comisión de seguimiento sobre este asunto.