En pleno debate estatal sobre la proliferación de pisos turísticos, el Ayuntamiento de Madrid ya trabaja en su futura normativa. El Gobierno de José Luis Martínez-Almeida modificará así el Plan de Hospedaje que aprobó Manuela Carmena en 2019. La idea es presentar los cambios en septiembre. En esa nueva regulación, se priorizará que las viviendas de uso turístico (VUT) se concentren en "edificios completos" y no convivan con los de los residentes. 

A finales de abril, Almeida lanzó un plan de choque para capear los efectos de la multiplicación de este tipo de negocios turísticos. Cibeles sostiene que este fenómeno estaba desertificando el centro, generando problemas de convivencia con los vecinos, reduciendo el uso de la vivienda residencial y afectando al turismo. Al menos hasta abril, más del 90% de las VUT operaban sin licencia municipal

Desde hace algo más de dos meses, el Ejecutivo de Almeida no concede nuevas licencias a pisos turísticos. Este 'coto' seguirá en pie hasta que se apruebe en 2025 la modificación definitiva del Plan Especial de Hospedaje. Esta normativa urbanística, aprobada en los últimos compases de la 'era' Carmena, establece que sólo son legales aquellos pisos destinados al alquiler turístico que tengan un acceso directo e independiente a la calle. 

Desde la actual Corporación del PP insisten en que el plan es "ineficaz" para evitar la proliferación de las viviendas turísticas y de aquellas que lo hacen al margen de la ley.

En cualquier caso, el Ayuntamiento es consciente del peso que tiene este tipo de hospedaje en la economía madrileña. 

El delegado del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, indicó el miércoles en un acto que un 30% de los turistas que recibe Madrid duermen en pisos turísticos. "No podemos hacer como Barcelona, que pretende prohibirlos en su totalidad. Tenemos que conciliar esas necesidades y ordenar la oferta turística", agregó. 

Carabante fue más allá. Se mostró de acuerdo en que hay que "limitar" en Madrid las VUT "dispersas", es decir, "aquellas que conviven con los residentes". Sin embargo -añadió-, el Consistorio debe "incentivar" que estas viviendas de uso turístico "estén en edificio completo". "El problema de las VUT es sólo la convivencia que tienen con el vecino", señaló.

Para ilustrar esta situación, explicó que, cuando en un mismo bloque conviven una vivienda y una VUT, se "generan molestias" y una "sensación de inseguridad" porque en el portal del edificio "circula gente absolutamente desconocida". 

Carabante hizo estas declaraciones tras un acto en Canalejas 360, el hub de movilidad de la EMT y el Ayuntamiento. El delegado recorrió estas instalaciones acompañado de la vicealcaldesa, Inma Sanz, y la vicealcaldesa de Operaciones de Nueva York, Meera Joshi. 

De hecho, el concejal anunció que Cibeles se reunirá de forma telemática con autoridades de Nueva York para conocer cómo funciona la normativa que limita sus pisos turísticos. En este sentido, el delegado de Urbanismo destacó que la ciudad estadounidense "va un par de años por delante" porque ya abordó una polémica que ahora debaten las capitales europeas.

"Ha establecido una ordenación que parece que ha cumplido objetivos", indicó el también segundo teniente de alcalde. "Nosotros queremos incentivar, y creo que va en la línea de lo que hizo Nueva York, el edificio completo para las viviendas de uso turístico, que permite conciliar esa oferta", manifestó.