"Madrid es una de las ciudades más seguras del mundo (...) pero tenemos algunos problemas que son grandes y son graves". Con estas palabras, la vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, ha mostrado su "preocupación" por los últimos sucesos ocurridos en la capital vinculados presuntamente a las bandas juveniles.

La 'número 2' del Ayuntamiento de Madrid ha respondido así al ser preguntada, en primer lugar, por la reyerta del martes por la noche en una pizzería de Delicias, en Arganzuela.

Tal y como captó una cámara de vídeo del establecimiento, un hombre entró armado en el local y, a muy poca distancia, disparó a un grupo de tres chicos que, sin embargo, logró sobrevivir al ataque. Sólo un joven de 21 años resultó herido grave de un disparo. La Policía Nacional lo investiga como una disputa entre bandas. 

En la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, la vicealcaldesa y portavoz del Gobierno municipal ha trasladado su "preocupación" por el aumento de la actividad de bandas juveniles y ha exigido la acción de la Delegación del Gobierno en Madrid para atajarlo, informa Europa Press. También ha englobado dentro de esta "preocupación" a los fenómenos de la "okupación" y la "narcookupación".

Sanz ha vuelto a demandar al delegado del Gobierno, Francisco Martín, que se ocupe de estas competencias y ha asegurado que en Madrid no quieren "ver esas imágenes en las calles".

"No queremos ver tiroteos en nuestras calles, no queremos ver cómo a un niño de 11 años se le marcan determinadas letras o siglas en el cuerpo. Por lo tanto, son hechos graves que nos preocupan", ha expresado.

Considera que el delegado tiene que dar "muchas explicaciones" aunque ha lamentado que Martín haya llegado al Ayuntamiento y a la política a "tratar de enfangarlo todo".

Sanz también se ha hecho eco de otro supuesto suceso violento ocurrido, supuestamente, el pasado fin de semana. Según informa Antena 3, un niño de 11 años ha denunciado que fue marcado en la pierna con una navaja cuando bajaba a tirar la basura con un amigo. Según describió, los supuestos agresores tenían acento sudamericano, vestían con ropas anchas y gorras con la inscripción de 'NY'.

Al parecer, estos jóvenes grabaron a la víctima en la pierna las letas 'J' y 'E' con la ayuda de una navaja.