El Ayuntamiento de Madrid y el club Real Madrid han acordado limitar a las 23 horas como límite para los conciertos celebrados en el estadio Santiago Bernabéu, restringir los horarios de los ensayos y reforzar la limpieza en la zona para aliviar las molestias a los vecinos.
Esta medida se implementa para disminuir las molestias de los vecinos de la zona hasta que el club aplique por completo el plan de control de emisiones sonoras.
También se restringirán los horarios de ensayos y se adelantará la apertura de puertas del estadio, en línea con lo acordado en la última reunión, han informado fuentes municipales.
Paralelamente, se lanzará un conjunto de medidas para mejorar la convivencia, que serán presentadas a la mesa de seguimiento formada por vecinos y comerciantes.
En cuanto a la limpieza, se va a reforzar el servicio de limpieza urgente en horas previas y posteriores a los eventos. Además, se van a implantar nuevos sistemas operativos de recogida de residuos, incluyendo la instalación de más contenedores.
Según han informado desde el Ayuntamiento, el Real Madrid colaborará en la protección y limpieza de las zonas ajardinadas de los edificios colindantes y atenderá especialmente la zona de fans.
En términos de movilidad, se establecerán medidas de prioridad de aparcamiento para residentes en la vía pública y se facilitará el aparcamiento para los vecinos en la calle de Rafael Salgado con la conversión de plazas azules en verdes. También se habilitarán más plazas para los residentes en el centro de la Castellana.
Por último, se ha comunicado que el club activará una campaña permanente para controlar la venta y consumo de alcohol en la vía pública en los alrededores del estadio.
Además del ruido y la acumulación de suciedad en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu tras los conciertos, los vecinos también se han enfrentado a la presencia de orina en los portales de las viviendas cercanas.
Los residentes aseguran que la situación es insostenible. A los elevados decibelios de los conciertos se suman los ensayos previos, las aglomeraciones y la inseguridad en las calles.
Portales que han tenido que ser limpiados de manchas de orina o césped usado como urinario improvisado, todo documentado en vídeos de redes sociales, resultando en una pesadilla para los vecinos de la zona.
También la comunidad menciona la insalubridad con personas vomitando, bebiendo y haciendo botellón antes y después del concierto en las calles.
Además, el vandalismo ha llegado hasta la calle Doctor Fleming con motos tiradas, cubos de basura volcados y otros muchos daños.