El inicio de las obras para el soterramiento de la A-5 ya tiene fecha. Después de meses y meses de informaciones sobre la actuación, el 'megaproyecto' más faraónico de José Luis Martínez-Almeida comenzará a hacerse realidad a finales de la semana que viene, si bien las afecciones de tráfico se notarán en diciembre. 

Así lo ha detallado este jueves el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. 

El soterramiento convertirá un tramo de la A-5 de 3,2 kilómetros en un "gran bulevar verde". El objetivo es recuperar para los vecinos el espacio ocupado en la actualidad por la autovía y que separa los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas han estado separados de los de Campamento y Casa de Campo (este último perteneciente al distrito de Moncloa-Aravaca).

Los primeros trabajos, tal y como ha avanzado el concejal, comenzarán el viernes de la semana que viene, 11 de octubre. Actualmente, por la A-5 circulan diariamente 80.000 vehículos.

El Ayuntamiento promete que la obra, una vez finalizada, reducirá en un 90% los vehículos en superficie y las emisiones contaminantes. En superficie, la cubrición de la A-5 permitirá dar continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer.

Se priorizará la movilidad peatonal y ciclista, dejando una vialidad dimensionada para atender los recorridos locales del vehículo privado y el transporte público urbano.

Bajo tierra, el nuevo túnel tendrá una distribución de tres carriles por sentido en dos vanos. Los carriles más próximos a la mediana en ambas calzadas se diseñan para su uso como carriles bus-VAO, dotados con una señalización variable que permitirá regular su utilización en función de las necesidades del tráfico en cada momento. La flexibilidad de este sistema permitirá la optimización de la infraestructura, adaptándose a la demanda de transporte de manera variable.

Las obras que arrancarán en los próximos días están divididas en dos lotes. El primero cubre desde Padre Piquer a Batán, e incluye la obra civil, las instalaciones y el viario en superficie.

El segundo lote abarca desde Batán a la avenida de Portugal, con trabajos que van desde la obra civil, el viario en superficie y las instalaciones necesarias, como las de conexión con el túnel existente de avenida de Portugal. En este lote, también se recogen las comunicaciones y conexiones telemáticas del nuevo túnel con el resto de la red de gestión de Calle 30.

Ya más adelante, cuando se haya terminado de soterrar, se urbanizará la superficie, en unos trabajos que formarán parte de un tercer lote.