Las obras de soterramiento de la autovía A-5 y la construcción del futuro Paseo Verde del Suroeste, que comenzarán antes del 15 de octubre, van a ser una constante en la zona durante años. Aunque este ambicioso proyecto promete transformar la zona y mejorar la calidad de vida de los vecinos, también trae consigo importantes afectaciones al tráfico en la capital y por ello el Ayuntamiento de Madrid, en comunicación con el gobierno regional, han proyectado una propuesta para minimizar las molestias que pueda conllevar.
Con una de las arterias más transitadas de Madrid en plena transformación, las autoridades han diseñado un Plan de Movilidad para reducir el impacto en la circulación. Este documento contempla varias alternativas, incluyendo el refuerzo del transporte público y el uso de vías alternativas. Entre ellas la R-5, una autopista de peaje.
Además de las alteraciones en el tráfico, las obras afectarán a la movilidad de los barrios cercanos, como Lucero, Aluche y Las Águilas, que se verán más conectados entre sí una vez finalizado el proyecto. Durante las fases de construcción, se implementarán desvíos y se reforzará la señalización para asegurar que los vecinos y usuarios del entorno puedan adaptarse a los cambios con la mayor fluidez posible.
El tramo más afectado por las obras será el comprendido entre la avenida de Portugal y la avenida del Padre Piquer. En esta área, se llevará a cabo el soterramiento de la autovía, una intervención que tiene como objetivo devolver a los peatones y ciclistas una parte significativa del espacio urbano.
El Ayuntamiento de Madrid se ha comprometido a mantener al menos dos carriles por sentido en la A-5 en los momentos de mayor impacto. Sin embargo, la reducción de capacidad llevará a que el tráfico habitual de esta autovía, por la que circulan diariamente 80.000 vehículos, se vea ralentizado.
Transporte público reforzado
Una de las alternativas clave que contempla el Plan de Movilidad es el refuerzo del transporte público. El Ayuntamiento y el Consorcio Regional de Transportes han planificado un incremento en las frecuencias de las líneas de autobús de la EMT y el Metro que se verán directamente afectadas por las obras.
Entre las líneas de autobús más impactadas, se encuentra la línea 36 (Atocha-Campamento), la línea 39 (Plaza de España-San Ignacio) y la línea 65 (Benavente-Gran Capitán). Estas rutas, que conectan zonas clave cercanas a las obras, verán un aumento de su capacidad en un 7,3%. Además, otras líneas alternativas que discurren por vías cercanas, como la 17 (Plaza Mayor-Parque Europa), la 34 (Cibeles-Las Águilas) y la 138 (Cristo Rey-San Ignacio), también verán un refuerzo en su servicio para desviar parte del flujo de viajeros.
En cuanto al Metro, las líneas 5 y 10, que atraviesan el entorno afectado, experimentarán un incremento del 9% en su oferta de servicios. Además, el metro ligero ML3, que conecta Boadilla del Monte con Madrid, también mejorará su frecuencia para aliviar la congestión en las áreas cercanas a la A-5.
De esta manera, la idea es que estas medidas ayuden a reducir la presión sobre las carreteras, proporcionando una alternativa eficiente y rápida para los usuarios habituales de la A-5.
Alternativas en la red vial
El Plan de Movilidad también contempla la creación de itinerarios alternativos para aquellos conductores que prefieren evitar la A-5 durante el periodo de obras. Se han diseñado rutas que permitan desviar el tráfico tanto dentro como fuera de la zona afectada.
Para los conductores que entren a Madrid, una opción será utilizar la A-5R y conectarla con la M-40, que proporciona acceso tanto a la M-30 norte como a la M-30 sur. Otras alternativas incluyen el uso de la A-42 o la Vía Lusitana para conectar con la M-40 o tomar la avenida de los Poblados. También se ha previsto desviar parte del tráfico por la A-6 para los vehículos que provengan del norte.
Entre las alternativas destaca la R-5, una autopista de peaje que conecta Madrid con localidades del suroeste como Móstoles y Alcorcón. Esta vía, aunque de pago, es una opción para aquellos conductores que busquen una ruta más rápida y menos congestionada.
El Ayuntamiento ha reforzado la señalización en los accesos a la R-5 y en sus enlaces con la M-45 para que los usuarios puedan tomar decisiones y evitar los tramos más afectados de la A-5.
Monitorización del tráfico
Otro de los elementos clave del Plan de Movilidad es la monitorización en tiempo real del tráfico. El Ayuntamiento utilizará tecnologías avanzadas, como el sistema de Floating Car Data (FCD), que recopila datos a través de dispositivos GPS, equipos de navegación y aplicaciones móviles para analizar el flujo de vehículos en las zonas de obras. Este análisis permitirá ajustar los desvíos y optimizar las rutas alternativas en función de la demanda.
Además, se emplearán paneles de señalización variable en puntos estratégicos de la red viaria, como en la M-40, la M-501 y los túneles de la M-30, para proporcionar a los conductores información actualizada sobre el estado del tráfico y los desvíos.