De Pozuelo a Getafe o de Fuenlabrada a Valdemoro. Varias de las ciudades más pobladas de la región han avanzado en las últimas semanas las cantidades que cobrarán por la nueva tasa obligatoria de basuras. Cada municipio se las está ingeniando para encajar la medida y que sus vecinos la noten lo menos posible. No hay un criterio único. La tasa del Ayuntamiento de la capital española, de hecho, era todo un misterio. Hasta este jueves.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha avanzado que la tasa de recogida de residuos se calculará en función de dos variables: el valor catastral de la vivienda (que supone un 81% fijo del importe) y la generación de residuos por barrios. Con todo, de media se pagará en la ciudad unos "141 euros". La cifra asciende a los 310 euros en el caso de locales comerciales. La tasa se reclamará al propietario del inmueble, que podrá a su vez repercutirla en el inquilino.
Gracias a todas las bajadas de impuestos anunciadas, los madrileños no pagarán el próximo año 220 millones que sí abonaban en 2019. De esta forma, se compensará (respecto a 2019) cerca del "90%" (el 86%) de lo que se recaudará al año con el tributo, según el primer edil. Así lo ha detallado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, en el Palacio de Cibeles, donde ha presentado las ordenanzas fiscales de 2025.
Los ciudadanos recibirán la notificación del nuevo tributo de residuos en el segundo trimestre de 2025 y tendrán dos meses para pagarlo. El año que viene se realizará en pago único. A partir de 2026, podrá fraccionarse.
El Consistorio ha anunciado una nueva rebaja del Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) hasta el 0,428%, persiguiendo así el mínimo legal del 0,4% que quieren alcanzar en 2027. En 2019, el IBI se situaba en la capital en el 0,510%. De hecho, el regidor ha sacado pecho de los "1.027 millones" de euros que se han ahorrado los contribuyentes desde que se convirtió en alcalde.
El "sablazo de Sánchez"
La forma en la que la ciudad más grande del país va a aplicar la tasa de basuras era el anuncio más esperado. Hasta ahora, Cibeles se había mostrado en contra del "sanchazo", un tributo "impuesto por el Gobierno" central "sin ningún tipo de diálogo ni cooperación" En esta misma línea se ha expresado este jueves Almeida, para el que la orden estatal es "profundamente injusta" y está "mal diseñada" jurídicamente. Además, ha indicado que desde Cibeles no tienen claro el "efecto" que la aplicación del tributo puede producir sobre la recogida de residuos.
Cabe recordar que el origen de la tasa está en la ley de residuos y suelos contaminados que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobó en 2022. Es esta normativa estatal la que obliga a los ayuntamientos a establecer un tributo diferenciado para cumplir el principio de "quien contamina, paga".
De esta forma, Moncloa recoge el guante de las recomendaciones de la Comisión Europea, que sugirió a España en 2018 que hiciera obligatorios impuestos sobre los residuos municipales a partir de abril de 2025. Según ha explicado en rueda de prensa la delegada de Economía, Innovación y Hacienda, Engracia Hidalgo, el Gobierno ha decidido demorar la implantación de la tasa hasta agotar al máximo el plazo legal establecido (2025).
El Ayuntamiento ingresará en torno a 296 millones gracias al nuevo 'tasazo', una cantidad a la que ha descontado los 40 millones que generan por la actual Tasa de Residuos Urbanos de Actividades (TRUA). Por tanto, los ingresos netos para las arcas públicas serán de 256 millones para 2025.
¿Cómo se ha calculado?
La tasa de basura de los madrileños se ha construido mediante una tarifa básica que pagarán todos los inmuebles y otra tarifa por generación. En cuanto a la cuota básica, se ha tenido en cuenta el valor catastral individual de cada vivienda o local. Para la de generación, sin embargo, se ha valorado la cantidad de residuos generados por barrio dividido por su número de habitantes.
Además, el Parque Tecnológico de Valdemingómez ha aportado una serie de coeficientes que medirá el porcentaje de la separación llevada a cabo por cada uno de los 131 barrios de la ciudad. Es decir, que influirá lo bien o mal que se haga el reciclaje. Pese a que el Ayuntamiento sí que ha facilitado un recibo anual medio de la tasa (140 euros), no lo ha desglosado por distritos.
Excepciones y una bonificación
En total, la tasa de residuos afectará a 1,7 millones de inmuebles. Pero hay excepciones. Los garajes y trasteros asociados a una vivienda estarán exentos porque no generan residuos. También se libran los dueños de los solares o de los edificios en ruina. En cuanto a las casas vacías y los locales sin actividad, sólo pagarán la parte correspondiente a la tarifa básica por disponibilidad de servicio, pero deberán acreditar su situación cada año.
Tal y como marca la ley, cada contribuyente recibirá en 2025 una notificación de alta en la matrícula de la tasa con su correspondiente liquidación, con un plazo de dos meses para efectuar el pago. En los años siguientes se podrá fraccionar, al igual que se hace con el IBI.
El Gobierno municipal de Martínez-Almeida bonificará a las familias numerosas, a las que aplicará en la tasa de basuras una rebaja similar a la que ya existe en el IBI. En concreto, se tendrá en cuenta el valor catastral de la vivienda y la categoría del título de familia numerosa.
Dicha reducción se aplicará de oficio en los casos en los que el contribuyente sea el propietario de la vivienda. Aquellas familias que sean inquilinas podrán solicitar esta ventaja antes del 1 de marzo del año y se mantendrá en vigor hasta que se pierda tal condición.