M. T.
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Hubo una época en la que en Madrid funcionaban grandes supermercados de la droga. Por la carretera de Vallecas a Villaverde, en concreto, se sucedían tres: La Celsa, La Rosilla y, finalmente, Las Barranquillas. Hoy, ninguno de los poblados resiste y es la Cañada Real la que se suele llevar los grandes titulares.

Esta misma semana, el Ayuntamiento, a través de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), ha puesto punto y final a la rehabilitación de La Rosilla. Un lugar que ha dejado atrás su pasado marginal para convertirse en un nuevo vecindario de 279 viviendas en régimen de alquiler asequible

La Rosilla fue una de las más importantes actuaciones de realojo chabolistas llevadas a cabo a finales de los años ochenta, a través de la construcción de Barrios de Tipología Especial.

Allí residían unas 40 familias en casas de dos plantas y, aunque al principio todo se desarrolló con normalidad, finalmente se convirtió en uno de los principales focos de la droga de Madrid.

El tiempo demostró que este tipo de barrios, lejos de lograr la integración, provocaron zonas de gran conflictividad y problemas sociales. Así, a finales de los 90, La Rosilla era conocida como un gran supermercado de la droga de Madrid.

Ante esto, las políticas de erradicación del chabolismo cambiaron. Se apostó entonces por realojar a la población chabolista en edificios, no en casas bajas, distribuidos por todo Madrid, "con el fin de conseguir una mejor integración", tal y como recuerda EMVS Madrid en un comunicado.

En el año 2000, siendo alcalde Álvarez del Manzano, junto con la Comunidad de Madrid presidida por Gallardón, se desmanteló el poblado chabolista y se realojó a 164 familias. De esta manera, comenzó el proceso de transformar esa zona en un barrio "moderno y sostenible".

A petición de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid, ya en 2009, con Gallardón de alcalde, se modificó puntualmente el Plan General de Ordenación Urbana y el Plan Parcial de los terrenos para permitir la reordenación del ámbito.

Por su parte, el proceso de reurbanización, que contó con una inversión de 2,3 millones de euros, se inició en 2012, con Ana Botella como alcaldesa, y terminó en noviembre de 2013.

Las obras de reurbanización en 2012 fueron el "primer paso para acabar con las infraviviendas y mejorar las condiciones de vida de los vecinos", además sentaron las bases para lo que termina ahora con el nuevo barrio residencia de La Rosilla.

En total, EMVS Madrid ha edificado con la actual corporación 4 promociones en esta zona, que son el hogar de 928 vecinos: Rosilla 1, Rosilla 2, Rosilla 3 (que se entrega ahora, tras haberse entregado el resto) y Rosilla 4.

Una de las promociones de la Rosilla, en Vallecas, promovida por la EMVS. Ayuntamiento de Madrid

En total, el Ayuntamiento ha invertido 36,8 millones de euros para la construcción de 279 viviendas en régimen de alquiler asequible, 509 plazas de garaje y un local comercial de 3.000 metros cuadrados. Las cuatro promociones tienen un reparto similar de habitaciones. 

El precio del alquiler de cada una de estas viviendas nunca superará el 30% de los ingresos de la unidad familiar. Esto, en palabras de EMVS, "permite a los jóvenes emanciparse y al resto de la población poder optar a una vivienda con las mejores calidades sin que esto suponga la merma de sus ingresos". 

"En este proceso de regeneración, el Ayuntamiento ha apostado por el urbanismo sostenible", subrayan desde la empresa municipal. Las viviendas cuentan con Certificado de Eficiencia Energética A e incorporan sistema de aerotermia, suelo radiante refrescante y aislamiento SATE en las fachadas, sistema que aísla tanto térmica como acústicamente. 

En cuanto al espacio público, se ha instalado un alumbrado de bajo consumo y se ha apostado por el arbolado autóctono, de escasas necesidades hídricas.