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Corría el año 2004 y Alberto Ruiz Gallardón, entonces alcalde de Madrid, se puso manos a la obra para soterrar el tramo sur de la M-30. Para ello montó una sociedad pública -Madrid Calle 30- que a los pocos meses pasó a ser mixta, con el 20% en manos de un socio privado: EMESA (formada por ACS, Ferrovial e IMESAPI)

El Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida reservará 112,2 millones de euros para comprar ese porcentaje de acciones. Recuperará así el 100% de la gestión de la infraestructura a partir de 2026. Según indican los primeros avances de un informe municipal, este cambio permitirá que la ciudad se ahorre casi 63 millones de euros.

Cabe recordar que la M-30 rodea la almendra central de Madrid a lo largo de 32 kilómetros de carretera. De ellos, 22 discurren a cielo abierto y otros 10 son subterráneos. Se trata, según el Consistorio, de la vía "más transitada de España, con 374 millones de desplazamientos y 486 millones de usuarios contabilizados en 2023".

A través del Área de Obras y Equipamientos, el Ayuntamiento ha reservado la partida de 112,2 millones de euros en el presupuesto de 2025. Desde esta concejalía, que dirige Paloma García Romero, explican que la "conveniencia de abordar este cambio de modelo se ha ido poniendo de manifiesto con el devenir de la ejecución del contrato".

"Si bien la forma de gestión que se adoptó inicialmente operaba en términos de eficiencia, el transcurso del tiempo, los cambios normativos y la evolución económica hacen necesario un replanteamiento de la forma de gestión para que esta sea la más eficiente y sostenible para el Ayuntamiento manteniendo el actual nivel de excelencia en el servicio", agregan en un comunicado. 

Hasta ahora, la relación del Consistorio con la sociedad mixta se ha articulado a través de dos contratos: uno relativo a la gestión de la M-30 y otro acuerdo con EMESA sobre el mantenimiento y explotación de la vía. La vigencia de los acuerdos caduca en 2040, si bien el Ayuntamiento tiene hasta que acabe 2025 para ejercer su derecho de compra de las acciones privadas. 

Fue en marzo cuando García Romero confirmó el cambio del modelo de gestión, aunque la idea llevaba años valorándose en el Consistorio. 

¿Qué queda por delante? Por un lado, la Corporación municipal deberá sacar tramitar el expediente de cambio de gestión y aprobarlo en el Pleno de Cibeles. Al mismo tiempo, se tramitarán los contratos que sustituirán al actual acuerdo entre Madrid Calle 30 y EMESA.