Almeida paraliza la retirada de los patinetes eléctricos de Madrid por las cautelares pedidas por una empresa
- El juez se pronunciará en los próximos días. Ningún patinete eléctrico de alquiler puede operar en Madrid desde la semana pasada.
- Más información: Almeida expulsa también a las bicicletas privadas de alquiler tras eliminar los patinetes: "No han cumplido las condiciones"
El Ayuntamiento de Madrid ha paralizado este jueves el proceso de retirada de los patinetes eléctricos de alquiler. Todo ello por unas medidas cautelares que ha solicitado ente el juez una de las tres empresas que explotaban hasta hace poco el servicio, Lime. Hasta que no se pronuncie el Juzgado en los próximos días, Cibeles no quitará de las calles ningún vehículo de movilidad personal más.
Según ha adelantado OkDiario y han confirmado a este periódico fuentes del Área de Urbanismo, Movilidad y Medio Ambiente, hasta la fecha se habían retirado y sancionado 250 patinetes. Cabe recordar que, desde el pasado viernes, ningún patinete sin base fija puede estar estacionado en la ciudad.
El pasado 8 de octubre, el delegado firmó el decreto de revocación definitivo de patinetes y dio entonces un plazo de 15 días a las tres operadoras (Lime, Dott y Tier Mobility) para retirar los vehículos de las calles.
A principios de septiembre, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, informó del final de este servicio al considerar que no se estaba cumpliendo con las condiciones acordadas. Cibeles explicó que había constatado que a lo largo de los últimos meses seguía habiendo "riesgos como consecuencia de la circulación de estos patinetes".
Los patinetes de alquiler aparecieron por primera vez en Madrid en agosto de 2018, durante el mandato de Manuela Carmena, que autorizó 8.610 licencias para una quincena de empresas. En aquella etapa había una quincena de empresas operando los vehículos y cierto caos.
Por ello, cuando Almeida tomó el bastón de mando decidió reordenar el servicio, algo que finalmente llevó a cabo a principios de mayo de 2023. Aquel mes, la capital estrenó el último sistema de autorizaciones: se redujeron a tres las operadoras y se limitó a 6.000 el número de licencias.
El objetivo era "garantizar la compatibilidad de moverse en patinete" en la ciudad y que "no hubiera riesgo para la salud de los ciudadanos". Para ello, se acordó con las compañías la implantación de tecnología para evitar que se aparcase en sitios no permitidos y se circulase en zonas de prioridad peatonal.
"Sin embargo -tal y como explicó el Área de Urbanismo cuando se anunció la decisión de acabar con el servicio- los técnicos municipales no tienen constancia de que esta tecnología se haya implementado en los patinetes de las tres empresas y, como han podido comprobar, circulan o estacionan en lugares prohibidos".
Pese a la paralización de la retirada de los patinetes, el Ayuntamiento continuará sancionando por estacionamiento indebido.