Madrid sumará a su patrimonio artístico un conjunto de siete fuentes ornamentales inspiradas en el escudo de la Villa de Madrid y aportarán una nueva y original vista aérea de la capital. Los siete elementos hidráulicos, que representan las 7 estrellas del escudo de la ciudad, se levantarán en calles, plazas y zonas verdes de siete distritos, recreando la configuración de la constelación de la Osa Mayor.
Las obras de la primera de las fuentes que formará parte del conjunto comenzaron el pasado 9 de noviembre en el distrito de Latina.
El escudo de la ciudad de Madrid tiene su origen en la Edad Media. Si bien su composición ha experimentado modificaciones a lo largo de la historia, en 1967, una sesión plenaria del Ayuntamiento acordó que sus elementos quedaran dispuestos de la siguiente manera: sobre base de un campo de plata, un madroño frutado de rojo con un oso apostado, una bordadura azul cargada de siete estrellas en punta de plata y una corona real antigua en su parte superior.
Las siete estrellas que componen el escudo de la Villa de Madrid simbolizan las siete estrellas de la constelación de la Osa Mayor, al igual que las incorporadas posteriormente al escudo de la Comunidad de Madrid.
Las siete estrellas símbolo de Madrid han servido de inspiración al Ayuntamiento de la capital para, a través de la Dirección General de Gestión del Agua y Zonas Verdes del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, dirigida por Borja Carabante, construir este conjunto de fuentes basado en la cultura del agua, muy instaurada en la ciudad a través de sus instalaciones hidráulicas ornamentales.
Características de las fuentes y ubicación
Las 7 fuentes tomarán el nombre de las 7 estrellas que componen la Osa Mayor: Dubhe, Merak, Phecda, Megrez, Alioth, Mizar y Benetnasch y se distribuirán entre los distritos de Latina, Moncloa-Aravaca, Arganzuela, Retiro, Puente de Vallecas, Vicálvaro y San Blas-Canillejas.
La primera fuente ornamental, Benetnasch, comenzó su construcción el pasado 9 de noviembre, y será la punta de la Osa Mayor (el asidero desde el que se empuja el carro). Esta fuente se ubicará junto a la parada de metro de Colonia Jardín del barrio de Campamento del distrito de Latina.
La segunda fuente, Mizar (simbolizando un pico existente en la mitad de la barra de empuje del carro), se situará entre las calles Hexágonos y Carretera Nueva de Casa de Campo, en Moncloa-Aravaca. Le seguirá en ese trazo diagonal la fuente Alioth en el parque de la Chimenea de la calle Gasómetro, en el barrio de Acacias de Arganzuela. La figura del carro quedará representada por las fuentes Megrez, Dubhe, Phecda, y Merak. La primera, Megrez, iniciará la forma poligonal del carro en el parque Vips, entre las calles del Conde de Cartagena y la avenida del Mediterráneo del barrio de Niño Jesús de Retiro. Su unión con la fuente Dubhe configurará la parte superior del carro que estará ubicada en el Parque de las Rosas de San Blas-Canillejas.
Phecda y Merak serán las fuentes que representen la base del carro. La primera de ellas se erigirá en el parque Javier de Miguel del barrio de Palomeras Bajas de Puente de Vallecas mientras que la segunda lo hará en el Parque Lineal Valderribas del barrio de Valdebernardo de Vicálvaro.
En relación con sus características constructivas, serán los siete iguales y de gran dimensión, con un vaso en forma heptagonal (en referencia a las 7 estrellas) y con una circunferencia de 5 metros de diámetro. En su interior, una estrella de hormigón blanco pulido contará con una superficie inclinada por donde discurrirá una lámina de agua.
Cada fuente albergará en su interior el nombre de la estrella de la Osa Mayor a la que representa y será reordenado su entorno para integrarla en el espacio urbano y mejorar así su calidad ambiental y su percepción sensorial.
Madrid está considerada una de las ciudades europeas con mayor número de instalaciones hidráulicas ornamentales gracias a las 560 unidades que tiene distribuidas por toda capital.
Esto supone un importante patrimonio artístico por su antigüedad, historia, diseño, etc. pero, además, contribuye al microclima local de su entorno urbano gracias a la capacidad de las fuentes ornamentales para reducir las temperaturas y mitigar el efecto de la isla de calor.