
Desinstalación este viernes del radar de tramo del Paseo de Extremadura. Ayuntamiento de Madrid
Adiós al radar de Madrid de las 254.000 multas: las obras de la A-5 apagan una de las cámaras que más sancionaban
El Ayuntamiento ya desactivó a mediados de enero el dispositivo de control fijo debido a los trabajos de soterramiento.
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Ni radar de tramo ni radar fijo. Los conductores que viajen por la A-5 dentro de Madrid ya no estarán controlados por estos dos dispositivos que vigilaban la velocidad. El Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida desinstaló el viernes el 'aparato' que supervisaba un trecho de la calzada sur, la de entrada a la capital. En unos años, debido a las obras de soterramiento, el 90% de la circulación de esta carretera irá bajo tierra. En su lugar estará el Paseo Verde del Suroeste, el proyecto más ambicioso del alcalde.
El viernes, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, vio a pocos metros cómo retiraban el radar de tramo, que comenzó a funcionar en abril de 2019, aun en tiempos de Manuela Carmena. Desde entonces, ha detectado 354.000 infracciones.
Pese a que las obras para soterrar la A-5 comenzaron en otoño, los cortes al tráfico se han hecho a mediados de enero. La capacidad de la carretera se ha reducido a la mitad. En estas primeras semanas, se han inutilizado dos de los cuatro carriles de cada calzada. Desde la noche del 9 al 10 de febrero, se cerrarán los cuatro carriles de la calzada en sentido sur y se desviará toda la circulación a los cuatro carriles de la calzada norte, dejando dos para cada dirección.

Varios vehículos circulan en la A-5, con carriles cortados por las obras de soterramiento. Europa Press
El radar fijo se desactivó el 16 de enero porque las obras obligaron a quitar el pórtico que lo sostenía. Antes de comenzar los trabajos, por la A-5 pasaban unos 80.000 vehículos al día y la velocidad máxima permitida era de 70 kilómetros por hora. Desde hace dos semanas y mientras dure todo el proceso, estará limitada a 50 km/h.
La ruta para los vecinos de otros municipios del sureste de Madrid que usan el transporte público también ha cambiado desde que cortaron los carriles. Ya no pueden llegar en buses interurbanos hasta Príncipe Pío. Se bajan en Cuatro Vientos y, ahí, cogen Metro o Cercanías, cuyas líneas están reforzadas. Para minimizar las afecciones por las obras, el Ayuntamiento, coordinado con la Comunidad y el Ministerio de Transportes, ha desplegado un dispositivo de movilidad.
Con la ejecución del Paseo Verde del Suroeste y el inherente soterramiento de la A-5, Cibeles enterrará una autovía que parte en dos el distrito de Latina. Se soterrará el tramo que va desde la avenida de Portugal hasta el entorno del Padre Piquer.
En superficie, tal y como explican desde el Consistorio, se "priorizará la movilidad peatonal y ciclista, dejando una vialidad dimensionada para atender los recorridos locales del vehículo privado y el transporte público urbano".
Bajo tierra, el nuevo túnel tendrá tres carriles por sentido en dos vanos. Los carriles más próximos a la mediana en ambas calzadas se usarán de bus-VAO. Habrá una señalización variable que permitirá regular su utilización en función de las necesidades del tráfico en cada momento. "La flexibilidad de este sistema permitirá la optimización de la infraestructura, adaptándose a la demanda de transporte de manera variable", explica el Ayuntamiento.