Un médico "querido por todos", así es como recuerdan quienes conocieron a Joaquín Díaz Domínguez, jefe de servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario La Paz (Madrid). El doctor, nacido en 1956, falleció el 19 de abril en La Paz, lugar donde se contagió de coronavirus mientras trabajaba.
El facultativo, de 64 años, fue director médico del Hospital La Paz y en la actualidad era jefe del servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo en el mismo centro. Díaz también recibió el premio Doctorado de la Fundación López Sánchez, concedido por la Real Academia de Medicina.
Desde hace casi dos décadas estuvo muy ligado a la enseñanza. Ejerció como docente en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, siendo Profesor Colaborador, Profesor Honorario y Profesor Asociado durante más de 18 años. También fue director de tesis doctorales y cursos de doctorado.
Además, escribió el libro Historia de la Cirugía Biliar en España, de 840 páginas, y es autor de más de 50 trabajos en revistas nacionales e internacionales y de más de 100 comunicaciones y póster en Congresos.
El doctor Díaz Domínguez tenía pura vocación por su trabajo y desde pequeño soñó con ser médico para salvar vidas, algo que hizo durante semanas hasta que fue infectado por el COVID-19. "Él hablaba a los enfermos y les decía: usted deme su cuerpo, que yo le doy mi alma. Era un gestor de emociones", explica Sara, su mujer.
A sus alumnos no solo les enseñaba de medicina, sino de la vida. Les decía que antes que ser buen médico, debían ser buenas personas. Quizá por eso el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, le recordó como un médico "con una larga trayectoria y querido por todos". Nada más conocer la noticia, sus compañeros del hospital se concentraron a las puertas del centro para rendirle homenaje.
Vinculado a Carboneras
En cuanto a su faceta más personal, Díaz era un enamorado de Carboneras, en la provincia de Almería, donde veraneaba todos los años desde hace más de 50 años. Era una persona muy querida por los vecinos de esta localidad del Levante almeriense, que ahora lloran su pérdida, y, de hecho, su "fuerte vinculación" con el pueblo le llevó a ser el pregonero de las fiestas patronales, las de San Antonio de Padua, celebradas en junio de 2019.
Los vecinos de Carboneras le describen como un "profesional de dilatada experiencia y de reconocido prestigio" así como una persona "bondadosa, cariñosa y muy querida". "Sentía pasión por nuestro pueblo, siendo siempre un gran embajador de Carboneras", recogen algunos blogs locales como Orgullo Carbonero citados por La Voz de Almería.
"Su familia siempre estuvo vinculada a nuestro pueblo, un lugar que para él es un pequeño trozo de poesía".
"Un honor para todos los carboneros brindarle este reconocimiento como pregonero pero es que Joaquín es de aquellas personas humildes, bondadosas, cariñosas y trabajadoras", le recuerdan sus vecinos almerienses.
"Ha muerto hoy, a las 20 horas por coronavirus, en La Paz, donde se infectó ayudando a los pacientes del COVID-19 y para no dejar solos al resto de compañeros, aunque a él no le correspondía dicha función. Ha sido un autentico héroe. Carboneras siempre le recordará. DEP”.
Al contagiarse se aisló en casa, donde le cuidó Sara, enfermera de profesión, pero empeoró y tuvieron que trasladarle de urgencia al hospital. "Joaquín me comentaba: yo me moriré en la cabecera del enfermo. No pudo ganar la batalla, aunque él era fortísimo. Tenía su vida para los enfermos. Estoy segura de que nos verá y estará orgulloso de habernos dejado lo que nos dejó aquí", cuenta a TVE aguantando las lágrimas.
Ayuso lamenta la pérdida
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha lamentado la pérdida de este cirujano, que se une al fallecimiento de este sábado de otro médico, el doctor Jesús Vaquero, jefe de Neurocirugía del Puerta de Hierro, que también ha muerto a causa de la COVID-19, pero no en el desarrollo de su actividad asistencial.
El doctor y cirujano Joaquín Díaz es el quinto sanitario fallecido por COVID-19 en la Comunidad de Madrid tras haber contraído el coronavirus durante su labor profesional.