La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, defendió este miércoles su gestión de la crisis del coronavirus en la Asamblea de Madrid señalando al Gobierno de España y respondiendo a quienes han cuestionado hasta sus lágrimas el pasado domingo en la catedral de la Almudena en una misa por los fallecidos.
"Quien pretenda aprovechar los tiempos de miedo, de zozobra, para imponer su ruta dictatorial en la que controlar a los medios, acosar a la oposición en el Congreso de los Diputados, silenciar a los ciudadanos descontentos o imponer ese criterio de lo público que significa 'todo para el pueblo pero sin el pueblo porque yo sigo siendo el poder', que no cuente con nosotros", sostuvo Ayuso en un momento del acalorado debate.
"Aquí -continuó- esto sólo lo levantan los ciudadanos, las familias. Todas las familias, incluyendo las que se vieron representadas por mí el domingo en una misa que no era una misa. No se enteran: era un homenaje, y cuando se rieron de esas lágrimas, no se dieron cuenta de que a mí me da igual, que lo más duro ya lo he vivido, que no me ofenden. Ofenden a las más de 12.000 familias que no han tenido luto ni han podido despedirse y estaban representadas en la Almudena".
Ayuso recibió duros ataques por la imagen que trascendió, que se producía después de un cambio en el orden de la reunión del presidente del Gobierno como los presidentes autonómicos precisamente para que la madrileña pudiera llegar a tiempo a la catedral.
En la sesión en la Asamblea, la mandataria acusó al Ministerio de Sanidad de obligar a Madrid a "enviar comunicaciones eclipsando el problema" de la expansión del Covid-19. "A pesar de que desde el Gobierno central transmitían constantemente que el virus no tendría prácticamente incidencia en España", aseguró Ayuso, la Comunidad empezó a prepararse para la pandemia.
Por esto, zanjó, su error ha sido "fiarse de la izquierda", que le transmitía, insistió, "que era una gripe más y que lo peor era el alarmismo".