No hay ruido ni multitudes en el palacio de la Puerta del Sol. Las banderas lucen a media asta. La algarabía y el jolgorio habitual se han convertido en un homenaje a los profesionales sanitarios. Los corrillos apretados en torno a los políticos han cambiado por una ceremonia de acceso restringido.
Es el primer Día de la Comunidad de Madrid que Isabel Díaz Ayuso celebra como presidenta. También estrena esta efeméride como alcalde José Luis Martínez-Almeida. Lo hacen desolados por ser esta región el epicentro del drama. Su gestión de la crisis, a tenor de los sondeos de las distintas casas encuestadoras, consolida sus gobiernos y les permite ampliar la distancia frente a sus adversarios directos: Ciudadanos y Vox.
La semana pasada, el reporte de SocioMétrica publicado por este diario situaba al PP -a nivel nacional- tan sólo nueve escaños por detrás del PSOE. Una tendencia que, según Gonzalo Adán, director del estudio, se ha ido afianzando a lo largo de los últimos días. En Madrid, la polarización es más fuerte.
La encuesta que publica ABC este domingo -producto de GAD3- coloca al PP incluso como ganador de las elecciones autonómicas madrileñas en caso de que se celebraran hoy. En mayo de 2019, fue el PSOE quien se impuso con siete escaños de ventaja. Una renta que habría quedado pulverizada.
"El descontento con el Gobierno beneficia a Génova, ya que el votante que no quiere saber nada de Pedro Sánchez vira hacia el PP por considerarlo el carro de combate con más posibilidades", razona Adán en charla con este diario.
Este análisis redunda en el decrecimiento de Ciudadanos y Vox. Si a esta bolsa de electores se une un cierto trasvase desde la abstención, la renta cosechada por el PP es de proporciones considerables. Madrid -Almeida y Ayuso- ha venido representando, en términos políticos, un modelo de gestión diametralmente opuesto al del PSOE.
De ahí que las cifras que, como muestra la última encuesta de EL ESPAÑOL, sean más pronunciadas cuando se pasan por el tamiz de la capital. "Además, en Madrid ciudad el PP tiene más voto fijo que en la Comunidad", apostilla Adán. Se trata de un electorado de más edad, menos volátil.
En las grandes crisis, el multipartidismo se ve resentido debido a una cuestión pragmática. El votante se inclina por el proyecto al que otorga la capacidad de un cambio más inmediato. Y el Partido Popular ha capitalizado, a tenor de estas encuestas, la bandera de la oposición.
El vuelco de un año
En Madrid, los conservadores cuentan con dos puntales de gestión, el Ayuntamiento y la Comunidad. Eso ha permitido a Génova -así lo reconocen, por ejemplo, las fuentes de Ciudadanos consultadas por este diario- exprimir su actuación en términos electorales.
Los naranjas, que ostentan la vicealcaldía y la vicepresidencia, se han visto con dificultades para explotar mediáticamente su colaboración con el PP. En el Consistorio, la relación entre Almeida y Villacís es "muy buena". Así lo desgranan portavoces de ambos partidos en charla con este diario.
En la Comunidad, sucede justo lo contrario. Saltan chispas entre Ayuso y Aguado, que pelean por los espacios mediáticos y cuyos equipos se profesan cierta desconfianza. Fuentes regionales de Ciudadanos dicen a EL ESPAÑOL: "No quieren nuestra lealtad, sino nuestra sumisión".
Mucho ha variado el panorama desde el 2 de Mayo de 2019. Presidía la Comunidad, entonces, Pedro Rollán. Lo hacía de manera interina tras la dimisión de Ángel Garrido, que poco después ficharía por Ciudadanos.
Hace un año, Vox y Ciudadanos pasearon por la Puerta del Sol el auge cosechado en las generales de abril. Casado, por su parte, hacía frente a un partido desconcertado -y dividido- por su batacazo electoral.