El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) dejó sin efecto la parte de la orden ministerial que limitaba la movilidad a cinco millones de madrileños el jueves a las 11 de la mañana. Desde ese mismo momento, el Gobierno central y la Comunidad de Madrid intercambiaron decenas de llamadas y whatsapps para intentar ponerse de acuerdo en cómo evitar que los ciudadanos aprovecharan el caos jurídico para escapar de sus residencias durante el Puente del Pilar.
Las dos Administraciones, sin embargo, se mantuvieron firmes en sus posturas y ninguna cedía ante el rival. A continuación, EL ESPAÑOL relata las 30 horas de infarto que pasaron desde que el TSJM permitió a los madrileños moverse libremente hasta que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó -y entraron en vigor- las mismas medidas que un día antes había invalidado el alto tribunal madrileño.
Jueves. 11.00. El TSJM ordena no ratificar el edicto de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid del 1 de octubre por el que se prohibió la entrada y salida de la totalidad de los ciudadanos en el perímetro de Madrid capital y en otras nueve grandes ciudades de la Comunidad. Es decir, los casi cinco millones de madrileños afectados por esta orden recobraban la libertad de movimientos la víspera del puente del Pilar.
La presidenta de la Comunidad de Madrid se entera en la sesión de control de la Asamblea de Madrid, cuando el consejero de Justicia, Enrique López, le da la noticia. Isabel Díaz Ayuso decide trasladarse a Sol y convoca al núcleo duro de su Ejecutivo: al vicepresidente Ignacio Aguado, al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero y al de Justicia, Enrique López. En esa reunión, de dos horas de duración, se decide que la presidenta hará una declaración institucional para dar "certidumbre" a los ciudadanos.
Jueves. 12.00. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparece en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados. El presidente de la Comisión pide un receso tras las insistentes llamadas que recibe el ministro en su teléfono móvil: es el presidente del Gobierno quien, en viaje oficial a Argelia, quiere conocer de primera mano qué supone el fallo del TSJM y qué opciones hay para que se mantengan las mismas restricciones.
El ministro anuncia una reunión urgente a las cinco de la tarde con el grupo Covid -en el que están representados miembros del Ejecutivo central y del Gobierno madrileño- para buscar una solución consensuada y volver a restringir la movilidad de los ciudadanos que viven en las zonas más afectadas.
En Madrid, sin embargo, no reciben la notificación oficial. "Simplemente hubo una llamada del ministro al consejero de Sanidad". Enrique Ruiz-Escudero le comunica a Illa que "el equipo técnico está evaluando qué medidas tomar" y le emplaza a mantener la reunión "a última hora de la noche o a primera hora del viernes, cuando podamos ofreceros una propuesta concreta. Jamás nos negamos a reunirnos", explican desde Sol.
Jueves. 13.00. El viceconsejero de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero; la directora de Salud Pública regional, Elena Andradas; el director del Centro de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón y la secretaria de Estado, Silvia Calzón, estaban reunidos cuando se conoció el fallo del TSJM. Según fuentes presentes en la reunión, Calzón previamente había felicitado a los dirigentes madrileños por los buenos datos epidemiológicos que acumulaba la región. "Llama mucho la atención que horas después el Gobierno decrete el estado de alarma", relatan las mismas fuentes.
Jueves. 14.45. Tras analizar qué caminos hay para seguir, la presidenta de la Comunidad de Madrid comparece en la Real Casa de Correos. Isabel Díaz Ayuso se compromete a "colaborar" con el Gobierno central, pero ya deja entrever que las medidas correctas eran las que su Ejecutivo había tomado -el cierre por áreas sanitarias, no por municipios- antes de la imposición de Sanidad. Previamente, el núcleo duro de su equipo estuvo reunido evaluando todos los escenarios posibles.
Jueves. 17.00. El gabinete del ministro de Sanidad intenta cerrar un primer encuentro con el vicepresidente del Gobierno de Madrid, Ignacio Aguado, y el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero. El equipo técnico de la presidenta Ayuso trabaja durante toda la tarde en dotar de contenido a la orden que se debería aprobar en Consejo de Gobierno para, posteriormente, publicarse en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. Además, desde Madrid subrayan que, hasta el mismo jueves, el grupo Covid siempre lo ha convocado la Comunidad de Madrid, nunca el Ministerio de Sanidad.
El ministro Illa traslada al presidente del Gobierno, de viaje oficial a Argelia, que los dirigentes madrileños han desoído todas sus llamadas y que, por tanto, este jueves no se va a celebrar ninguna reunión entre las dos Administraciones. "Estuvimos trabajando en la orden hasta la madrugada", se defienden en Madrid, que niegan que rechazaran reunirse con el equipo de Sánchez: simplemente pidieron verse cuando tuvieran algo que ofrecer.
Jueves. 22.00. El ministro Illa telefonea al consejero Ruiz-Escudero para trasladarle los tres escenarios que, de manera unilateral, plantea el presidente del Gobierno: "Que Madrid decrete una Orden que recoja las medidas que recomendó el Gobierno y que tumbó el TSJM; que Madrid pida voluntariamente el estado de alarma o que lo aplique directamente el Ejecutivo central". Desde la Puerta del Sol se quejan de que "no había opción a negociar nada ni querían reunirse con nosotros", relatan desde Sol.
A esa misma hora, Pedro Sánchez convoca de manera urgente a todos sus ministros a un consejo extraordinario que, en un principio, se iba a celebrar a las 8.30 de la mañana. El único punto en el orden del día era decretar el estado de alarma para Madrid.
Jueves 22.15. Moncloa filtra que el viernes convocará un consejo de ministros extraordinario para cerrar la capital justo cuando la presidenta Ayuso telefonea a Pedro Sánchez, una vez que han terminado las votaciones en la Asamblea de Madrid. Fuentes del equipo de la presidenta aseguran que Ayuso contó a Sánchez que el equipo técnico seguía reunido y le pidió "tiempo para poder ofrecerles un documento para consensuar".
Los dos líderes se emplazan a hablar el viernes por la mañana. El presidente le pone encima de la mesa las tres opciones que Illa ya desveló a Ruiz Escudero: Madrid se quedaba sin opciones de restringir por áreas sanitarias.
Como gesto de cortesía, Sánchez retrasó la reunión del consejo extraordinario hasta las 12.00, con la esperanza de que Madrid se retractara y optara por cerrar los diez municipios más afectados por el Covid, como reclamaba Moncloa. A esa hora de la noche, Ayuso ya le adelanta su postura: "Nuestras zonas básicas funcionan y puede ser lo mejor".
Viernes. 9.00. Ayuso se reúne con el núcleo duro de su Gobierno e incorpora a la cita al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y a la vicealcaldesa, Begoña Villacís. Ellos eran los encargados de dar el visto bueno definitivo al borrador de la orden de la Comunidad de Madrid que el equipo técnico cerró a las 3 de la madrugada.
"Hubo un debate constructivo y se optó por lo que la mayoría consideró que era lo correcto". En ese momento, Ayuso comunicó que iba a llamar a Sánchez para trasladarle la decisión. Pasaban unos minutos de las doce de la mañana.
Viernes. 12.00. El presidente del Gobierno mantiene su agenda y viaja a Barcelona con el rey Felipe VI. Será la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, quien presidirá el consejo de ministros extraordinario.
Viernes. 12.00. El consejo de ministros está a punto de empezar sin que Ayuso haya telefoneado a Sánchez para desvelarle qué camino cogía. Es entonces cuando Carmen Calvo opta por ponerse en contacto con su homólogo madrileño, Ignacio Aguado, y anunciarle que el consejo de ministros va a comenzar y que en cuestión de minutos se decretará el estado de alarma. "La presidenta no ha llamado al presidente", le afea la vicepresidenta primera del Gobierno al 'número dos' del Ejecutivo madrileño.
Durante estas horas de máxima tensión, Aguado también ha recibido mensajes de varios ministros en un intento de encauzar la situación. El vicepresidente de Madrid ha hecho de intermediario entre un gabinete y otro, pero su objetivo de cerrar un entendimiento se ha desvanecido. "La declaración del estado de alarma era evitable. Había alternativas. Los políticos hemos vuelto a fracasar. Las consecuencias las pagarán los ciudadanos. Mis disculpas por ello", escribió en sus redes sociales.
Viernes. 12.25. Isabel Díaz Ayuso contacta con Pedro Sánchez para explicarle por qué opta por aprobar una orden en la que restringirá la movilidad únicamente en aquellas áreas sanitarias que superen los 750 contagios por cada cien mil habitantes. "Sánchez se ha negado a negociar la orden de la Comunidad de Madrid", alegan desde la Puerta del Sol.
En ese mismo momento, los medios de comunicación ya contaban que el Gobierno había decretado el estado de alarma para Madrid. "No nos dio ni tiempo a explicarle la motivación de la orden. No nos escucharon".
El Gobierno central asegura que Ayuso pidió a Sánchez "más tiempo. El presidente le ha trasladado que se aprobaría el estado de alarma porque hay que proteger la salud pública". Los dos líderes acordaron que durante los 15 días que duraría la alarma mantendrían un canal de comunicación abierto para hablar de los escenarios que se abrirán.
Viernes. 13.00. El consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, comparece ante los medios para explicar la orden de la Comunidad que tenía previsto restringir la movilidad en 51 zonas básicas de salud con criterios más duros que los de antes: bajando la tasa de incidencia de los mil casos por cada cien mil habitantes a 750.
El consejero alegó que limitar la movilidad en zonas básicas ha funcionado, porque los datos le avalan: "Detectamos que la tendencia epidemiológica y de hospitalización se mantiene descendiente". Al mismo tiempo que se hacía este anuncio, se dio a conocer que el consejo de ministros aprobaba el estado de alarma, por lo que el Gobierno central pasaba a tomar el mando de la región y a imponer su criterio. Ruiz-Escudero calificó de "chantaje" esta decisión y aseguró que intervenir Madrid era una medida que estaba tomada "desde hacía días".
Viernes. 14.00. El ministro Illa justificó el estado de alarma con que Madrid está en "emergencia" y acusó a Ayuso de "no hacer nada" para contener la expansión del virus. "No hay más ciego que el que no quiere ver", añadió.
El responsable nacional de Sanidad defendió la medida excepcional con que hay transmisión comunitaria, contagios sin control y con que los niveles de transmisión del virus son "muy altos".
Viernes. 17.00. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica el estado de alarma para diez municipios de Madrid, incluida la capital. Desde esa hora, los casi cinco millones de ciudadanos afectados por las restricciones no pueden entrar ni salir de su lugar de residencia.