Isabel Díaz Ayuso ganará las elecciones autonómicas del 4 de mayo, según el barómetro que acaba de publicar el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Obtendría 59 escaños -lo que supondría un gran aumento respecto a 2019-, pero se quedaría a 10 parlamentarios de la mayoría absoluta.
La fórmula de gobierno resultaría, con estas cifras, harto complicada. Ayuso y Vox sumarían 68. Exactamente lo mismo que PSOE (38), Podemos (10) y Más Madrid (20). Ninguno de los dos bloques tendría el poder suficiente para alcanzar el sillón de la Puerta del Sol. Se quedarían a una butaca.
Ciudadanos, con un 4,4% del voto, estaría fuera de la Asamblea de Madrid. A un 0,6% de papeletas del 5% que actúa como nota de corte. Si Edmundo Bal, en lo que resta de campaña, creciera lo suficiente como para entrar en el Parlamento, la situación daría un vuelco. Los seis o siete escaños naranjas -ese 5% mínimo hace imposible entrar con menos asientos- se tornarían la llave del gobierno.
La encuesta que hoy publica el CIS se realizó entre el 19 y el 28 de marzo. Precisamente, el último sondeo realizado por SocioMétrica para EL ESPAÑOL arroja esa realidad: Ayuso podría gobernar gracias a un pacto con Vox y Ciudadanos. La izquierda, en cambio, sumaría 59 escaños y se quedaría a 10 de la mayoría absoluta.
Los resultados del próximo 4 de mayo, según el CIS, darían un vuelco respecto a los comicios anteriores, celebrados en 2019. Entonces, un acuerdo entre Ayuso -30 escaños- y Ciudadanos -26- desbloqueó el Ejecutivo. Vox -12- apoyó la investidura desde fuera, sin entrar en el Gobierno.
La izquierda, a tenor del barómetro público, no termina de despegar. Ángel Gabilondo, que ganó las elecciones con 37 escaños, obtendría hoy una butaca más, pero el ascenso de Ayuso le situaría lejísimos de la victoria.
La actual presidenta de la Comunidad de Madrid habría absorbido -siempre según el CIS- la totalidad de Ciudadanos y tres asientos de Vox, que caería de 12 a 9. El empate, de ser cierto, acercaría una campaña determinante, dos semanas que decantarían la balanza hacia uno u otro lado.
Sin factor Iglesias
El factor Pablo Iglesias no habría cuajado. Unidas Podemos, en 2019, se encontró en una situación similar a la que afronta ahora Ciudadanos. El recuento les situaba rondando esa barrera del 5% y a punto estuvieron de quedarse sin representación.
Sin embargo, el 5,56% de los votos les brindó, finalmente, siete escaños. El sacrificio de Iglesias granjea a Podemos una mayor holgura respecto a la nota de corte, pero le otorgaría diez escaños, que ni siquiera resultan imprescindibles para formar gobierno.
Más Madrid -la organización de Íñigo Errejón- sí se habría consolidado. Mónica García -candidata- lograría 20 escaños, los mismos que alcanzó el propio Errejón en 2019. Si la balanza se decantara hacia la izquierda, sería vicepresidenta.
A tenor del CIS, la situación es mucho más delicada para el bloque de la derecha que para el de la izquierda. PSOE, Más Madrid y Podemos tendrían más que garantizada su pervivencia en la Cámara -todos ellos sobrepasan con holgura el 5% de rigor-.
No ocurre así en la derecha. Ciudadanos ya estaría fuera, pero Vox, con un 5,4%, se quedaría en el alero. Si Rocío Monasterio no obtuviera representación, Ayuso habría crecido sobremanera, pero no tendría con quien formar gobierno.