El Ayuntamiento de Madrid presentó a comienzos de año su nuevo Plan Integral de Alquiler Municipal para reactivar el alquiler en la capital. Dentro de él se encuentra el Programa Reviva, con el objetivo de trasvasar las viviendas vacías al mercado del arrendamiento con ciertas ventajas para propietarios e inquilinos a través de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS).
En principio, la casa debe llevar vacía un mínimo de nueve meses. Sin embargo, hay dos excepciones: que se trate de viviendas turísticas o que los inmuebles queden vacíos como consecuencia del ingreso de sus titulares en alguno de los servicios sociales residenciales para la tercera edad. El Ayuntamiento incluyó esta primera excepción consciente de la fuerte caída del turismo como consecuencia de la pandemia y para muchos propietarios sería una opción interesante.
Ahora ha iniciado una campaña ‘puerta a puerta’ de información enfocada a las viviendas de uso turístico (VUT) para que los propietarios conozcan las condiciones y ventajas del Programa Reviva. Se trata de una campaña de buzoneo durante varios días en aquellas direcciones donde le consta al Ayuntamiento que hay una VUT legal.
En el registro municipal constan 9.982 viviendas turísticas repartidas en 4.376 portales. Dado que los distritos de Centro y Arganzuela concentran el 60% de los pisos legales con este destino que hay en la ciudad, el equipo de José Luis Martínez-Almeida ha puesto especial foco en estas zonas.
En un primer momento, el Ayuntamiento se marcó el objetivo de lograr la cesión de 100 viviendas. Hasta ahora, la EMVS ha recibido 127 solicitudes de propietarios que quieren ceder su vivienda y está trabajando con 72 para sacarlas al mercado, con lo que está cerca de cumplirlo. Por distribución geográfica, los pisos están ubicados en 19 de los 21 distritos de la capital, lo que permitirá homogeneizar la oferta por todo Madrid.
Programa Reviva
Con el Programa Reviva Madrid, el propietario cede su inmueble vacío en usufructo a la EMVS durante un periodo mínimo de cuatro años. Cada dueño no puede aportar más de cinco viviendas al programa para que sean más particulares que grandes tenedores quienes se apunten. A partir de ahí, el organismo elabora un informe técnico del estado del inmueble y lo pone a disposición de una lista de demandantes para su alquiler.
Incluso en caso de que la casa necesite reformas, la EMVS adelantará el coste de las mismas hasta un máximo de 45.000 euros a un 0% de interés, un anticipo que el propietario irá devolviendo poco a poco como parte de la renta que percibirá cada mes a precio de mercado. Porque la percibirá desde el primer momento, independientemente de que haya inquilino o no, sin regulaciones ni límites, desde el primer mes y durante toda la duración del contrato de usufructo con la EMVS.
El Ayuntamiento también ha pensado en los inquilinos. Aunque el precio del alquiler será el de mercado y pactado con el propietario, pueden acceder a un bono vivienda. Para poder optar a esta ayuda, hay dos requisitos iniciales imprescindibles: llevar empadronado en Madrid, al menos, cinco años, y tener unos ingresos brutos anuales, en función del número de miembros de la unidad familiar, de entre 3 y 7,5 veces el IPREM (entre 32.200 y 88.200 euros).
El bono vivienda, con una cuantía máxima de 900 euros, se calcula en función de esos ingresos, el número de miembros de la unidad familiar y unos requisitos generales y específicos (puede estimarlo aquí). La EMVS asegura que ningún inquilino pagará más del 30% de sus ingresos netos familiares, estableciéndose, en todo caso, un importe mínimo de renta a abonar de 450 euros mensuales.