La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado que tiene "muy buena relación" con el presidente de Vox, Santiago Abascal, y con su formación política, pero ha advertido que no admite "tonos amenazantes" ni le gustan los "ultimátums".
Ayuso se mostró esta semana partidaria públicamente de retomar el debate del 'certificado Covid', a lo que Abascal contestó en un aviso directo a la presidenta, vía Twitter, que desde su partido no iban a "permitir más vulneraciones, discriminaciones y atropellos a los derechos fundamentales de los españoles" y que incluso lo llevarían a los tribunales.
En su visita el Parque de Bomberos de San Martín de Valdeiglesias este jueves, la dirigente madrileña ha hecho hincapié en que no se trata "de restringir nada a nadie ni mucho menos de cargar a la hostelería y la restauración con un trabajo añadido de identificación de clientes" ni nada "por el estilo".
"Simplemente propuse estudiar, evaluar, si ya una vez vacunados es necesario que las personas que vayan a acceder a lugares donde hay una serie de aforos estas personas han de contar. Eso habría que estudiarlo simplemente pero yo estoy absolutamente en contra de estar innovando a estas alturas, de imponer más restricciones, o sobre todo más complicaciones", ha declarado.
"Algunos gobernamos"
Eso sí ha subrayado que considera que se está vacunado "para algo" y hay algo que habría que "estudiar entre todos sin ocurrencias y respetando siempre las decisiones de los sanitarios.
Con respecto a la reacción de Abascal, ha trasladado que tiene "una muy buena relación con él y con Vox y no tiene ningún problema con ellos". "Desde luego no lo tengo yo en Madrid. Lo único que hay que tener en cuenta es que algunos gobernamos y tenemos responsabilidades al frente de las administraciones", ha declarado.
En este punto, ha sostenido que "los tonos amenazantes y los ultimátums" a ella no le gustan. "No me gusta que me chantajeen que me amenazan ni que me impongan. Me gusta que me traten con respeto", ha zanjado.