Una huelga limitada a los 80 centros sanitarios de urgencias de Madrid ha terminado desatando una nueva guerra entre el Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso y Moncloa.
La reapertura de los conocidos como Puntos de Atención Continuada (PAC) ha movilizado a la opinión pública aunque, sobre el papel, los médicos están solos y ni los socios habituales de Pedro Sánchez, UGT y CCOO, han querido respaldarles.
Aunque tanto el Ejecutivo nacional como la oposición en la Asamblea de Madrid se están apoyando en los sindicatos para criticar el proyecto sanitario de Ayuso, hay que recordar que sólo uno de los cinco del sector secundan la huelga, y que hace apenas una semana la mayoría de los representantes de los trabajadores aceptaron el plan.
Tal y como adelantaba EL ESPAÑOL, la huelga convocada por todos los afectados (desde médicos a celadores) se desconvocó en el último minuto tras una larga negociación. CCOO, UGT, SATSE Madrid y CIST-UP aceptaron entonces el acuerdo de medidas para la reapertura de los PAC y dejaron solo a AMYTS (el sindicato médico madrileño), que decidió convocar por su cuenta la huelga que se ha iniciado este lunes.
Las delegaciones madrileñas de UGT y CCOO estuvieron de acuerdo en aquel momento con las medidas diseñadas por la Consejería de Sanidad para reabrir estos centros. Ahora, y tras la presión mediática, en sus redes sociales critican el modelo de la Consejería (tras el acuerdo inicial, ambos sindicatos rompieron en pacto el pasado 4 de noviembre) y llaman a la movilización ciudadana en la calle el próximo día 13, pero sin convocar paros.
La marcha "por la Sanidad Pública" la convocan las asociaciones de vecinos de los barrios y pueblos de Madrid, las mismas que el pasado 22 de octubre tomaron el centro de la capital.
En ese momento, la manifestación fue utilizada por el PSOE como arma arrojadiza contra Ayuso. Así lo demuestra un dato especialmente significativo: los organizadores contabilizaron menos asistentes (23.000) que la propia Delegación del Gobierno (50.000), en manos del PSOE. Un hecho inaudito.
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Ahora, los convocantes de la manifestación confían en repetir con mayor éxito la protesta y ya son varios los partidos de izquierda, como Podemos o Más País, que han mostrado su intención de acudir. También lo han hecho las delegaciones sanitarias de CCOO y UGT, las mismas que inicialmente aceptaron desconvocar la huelga y se mostraron conformes con el plan de la Consejería de Sanidad.
Los profesionales sanitarios critican el movimiento de los cuatro sindicatos que componen la mesa sectorial de Sanidad, que aceptaron el acuerdo para desdecirse pocos días después. El pasado 4 de noviembre, CCOO, UGT, Satse y CSIT-UP anunciaban que rompían el acuerdo unilateralmente "por responsabilidad", pero en aquel momento no se sumaron a la huelga convocada por AMYTS.
Guerra política
El Gobierno regional es consciente de que tiene unas listas de espera elevadas, aunque no las más preocupantes de España, y que necesita contratar más profesionales. En multitud de ocasiones el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha hablado de "mejorar el sistema" y se ha visto obligado a rectificar ahora el modelo de gestión de los 80 centros de urgencias de atención continuada.
El Gobierno de Sánchez ha aprovechado la situación para atacar al Ejecutivo madrileño. Aunque, en estos momentos, ni siquiera es la única región con una huelga convocada por parte de sus sanitarios. En Cantabria todo el sistema de Atención Primaria ha iniciado este lunes una huelga. Aun así, no ha habido reproches desde el Gobierno central a la gestión de Miguel Ángel Revilla.
Isabel Díaz Ayuso sí ha sido el centro de los ataques de la ministra de Sanidad, Carolina Darias y de la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría. Ambas han acusado a Ayuso de "desmantelar la Sanidad".
Ayuso ha insistido en que parte del problema es la falta de médicos, y ha hecho dos peticiones: más Facultades de Medicina y convalidar títulos de Medicina extracomunitarios (que se han obtenido fuera de la Unión Europea).
La oposición y el PSOE a nivel nacional ha respondido a esta crítica recordando que Ayuso ha despedido a varios profesionales y que la ratio de facultades de Medicina es la segunda más alta de Europa.
Pero este no es el sentir de todo el Gobierno. E el ministro de Universidades, Joan Subirats, ha puesto medidas para solventar los dos fallos que detecta Ayuso. Durante la III edición del Observatorio de la Sanidad, el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, anunció que se ampliarán en un 15% las plazas de Medicina.
Por otro lado, el Ministerio de Universidades ha puesto en marcha una normativa que obliga a desatascar el embudo administrativo que se ha sucedido con el paso de los años para convalidar títulos universitarios. El sector más afectado, por tener más solicitudes en cola, será el sanitario.
Primer día de huelga
La huelga convocada este lunes y de manera indefinida por AMYTS ha tenido un 100% de seguimiento, pero apenas ha afectado a los pacientes. Y eso porque el Gobierno regional ha "impuesto" unos servicios mínimos del 100% de la plantilla, lo que ha impedido a los profesionales secundar la huelga de manera activa. Así, aunque la participación, según los convocantes, era del 100%; todos tenían que trabajar. Hasta el propio Comité de Huelga.
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Fuentes del sindicato convocante, AMYTS, y de la Consejería de Sanidad han explicado a este diario que el primer día de huelga se ha desarrollado este lunes sin repercusión para los usuarios.
Desde AMYTS han denunciado la irregularidad que esto supone, aunque añaden que el 100% de los facultativos apoya la huelga. De hecho, algunos profesionales sanitarios han notificado al sindicato que les han cambiado las planillas de servicios mínimos y les han informado de que las enviarán "semanalmente". Un hecho que dificulta la conciliación, por lo que el sindicato está estudiando acciones legales.
Con todo, la presidenta Ayuso ha asegurado que la región sigue abierta a negociaciones con los sindicatos para levantar la huelga indefinida. Los médicos, por su parte, afirman que nadie les ha llamado para sentarse con ellos. Es más, la polémica reapertura de casi la mitad de los centros con médicos online ha sido una medida de la que se han enterado por la prensa.
La estrategia de AMYTS para los próximos días es clara: hacer presión en los medios de comunicación. Con un 100% de servicios mínimos el sindicato sabe que no puede hacer presión con los paros, a diferencia de otros sectores como los transportistas, por lo que acepta que su "guerra" debe de ser mediática.
Desde verano
La reapertura de estos centros, primero llamados SUAP y ahora PAC, se remonta al verano y ha sido motivo de disputa entre la oposición y el gobierno regional. A los médicos nunca les gustó el proyecto inicial que planteaba la Consejería, por considerar que arrastraba más deficiencias en Atención Primaria.
El propio sindicato AMYTS convocó una huelga que tuvo que suspender por la convocatoria de elecciones anticipadas de la Comunidad de Madrid el pasado 4-M.
La situación en los centros no es buena y prueba de ello son las rectificaciones improvisadas de la Consejería (ha ofrecido cuatro itinerarios diferentes al modelo asistencial en menos de 2 semanas) y también las dimisiones que se han sucedido durante las últimas semanas.
En un primero momento, los partidos de izquierda de la Asamblea, Más Madrid, PSOE y Podemos, utilizaron las dimisiones como arma arrojadiza contra Ayuso, pese a que en muchos casos no se debían a problemas de gestión sanitaria.
Más Madrid politizó el abandono de la gerente de Atención Primaria, pese a que respondía a razones de salud y personales. Tampoco respondían a problemas de gestión los ceses en la dirección de grandes hospitales madrileños —inmersos en un proceso de "renovación"— o la marcha de Antonio Zapatero, ascendido a la cúpula nacional del PP.
Pero algunos ceses sí han derivado de la crisis con estas Urgencias rurales. Como la fulminante destitución este mismo martes de Pedro José Suárez Sánchez, gerente adjunto de Gestión y Servicios Generales en la Gerencia Asistencial de Atención Primaria.
Según fuentes de la Comunidad de Madrid, su cese ha sido derivado del "proceso de cambio para formar un nuevo equipo en la Gerencia de Atención Primaria". "Se sustituirá con otro nombramiento en próximos días", han concluido.
También es consecuencia directa de la gestión de los PAC la dimisión de la dirección asistencial de la zona Sureste de Madrid que ocurrió la pasada semana. Este tipo de direcciones asistenciales no suelen estar politizadas y su dimisión (según fuentes cercanas al servicio) sí responde a la presión ejercida desde dentro de los centros.
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