Este domingo, dos manifestaciones confluyeron en la ciudad de Madrid. Una en defensa de la sanidad pública y otra en contra de la gestión del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, a la que pidieron su dimisión con numerosas pancartas y proclamas. Algunas de ellas, en términos hirientes. "Asesina", se podía leer en un cartel.
A la convocatoria promovida por asociaciones vecinales y de pueblos de Madrid, el popular movimiento Marea Blanca y personalidades del mundo de la cultura, acudieron en torno a 200.000 personas, según cifras de la Delegación del Gobierno.
Las renuncias de varios cargos en la Atención Primaria y las polémicas por la saturación de los centros de urgencias extrahospitalarias fueron el detonante de una marcha que llevó por título Madrid se levanta por la sanidad pública y que recibió el apoyo de los grupos de la oposición, Más País, PSOE y Podemos.
Entre los asistentes destacaron nombres como los del cineasta Pedro Almodóvar, o los actores Luis Tosar, Alberto San Juan, Carlos Olaya, Pedro Casablanc o Jorge Sanz. "La sanidad es un derecho constitucional. No pueden olvidarse", defendió el oscarizado Almodóvar frente al consistorio de la capital.
Ciudadanos de diversa índole confluyeron en Cibeles desde cuatro puntos (Nuevos Ministerio, Ópera, Hospital La Princesa y Atocha). Entre el público, miles de ancianos, profesionales sanitarios, sindicatos médicos y de enfermería o familias completas de padres con hijos. Pero también militantes de la izquierda radical, portando banderas republicanas o del PCE.
Sanidad y república
"¿Qué tendrá que ver la República con la sanidad pública en Madrid?", se preguntaba con indignación un joven manifestante, que criticó el contraste de los allí presentes tras cruzarse con activistas de izquierdas. "La tía borracha" o "puerca, indecente, fascista", es -a su vez- como se han referido algunos manifestantes a la presidenta madrileña.
Nada que ver con Natalia, trabajadora de un centro de salud en el municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid desde hace treinta años. Es pediatra. "Cuando empecé la sanidad pública era otra cosa. La primaria era más para prevención y teníamos tiempo. Ahora tenemos más pacientes, menos profesionales y menos tiempo", explicó a EL ESPAÑOL.
Sin aforismos, ni proclamas, asistió a la multitudinaria manifestación para pedir que se alivie "la sobrecarga" a la que se ha visto sometida en los últimos años. El origen de sus males, denunció, es el "desmantelamiento de la sanidad pública para favorecer a la privada".
Como ella, muchos profesionales sanitarios enfundados en sus batas blancas recorrieron las calles de la capital desde las doce del mediodía. A esa hora, en el paseo del Prado se abría paso entre la multitud una anciana de 85 años.
"¡Estoy aquí para defender la sanidad pública!", exclamó a EL ESPAÑOL antes de reconocer que no ha sufrido en primera persona los problemas que adolece el sistema sanitario madrileño y que han motivado la protesta. Pero sí su hijo. "Le retrasaron en muchas ocasiones sus tratamientos oncológicos por la saturación que hay en los hospitales", se quejaba.
"¿Y cómo está él, que es lo más importante?", preguntó este diario sin encontrar respuesta alguna. Su semblante se transfiguró, al borde de las lágrimas. "Ya se fue", susurraron dos personas que acompañaban a esta octogenaria madrileña, que se limitó a expresar su resignación encogiéndose de hombros.
Sin embargo, con una indulgencia desconcertante, recobró la voz para desligar el fatal desenlace de su hijo con la situación de la sanidad. "Nadie tiene la culpa de lo que le ha pasado, ¿eh?, era su destino y punto". A la presidenta de la Comunidad de Madrid no le pidió la dimisión, sino que invierta más recursos en la sanidad.
De forma simultánea, se escuchaba de fondo: "¡Ayuso dimisión, por su mala gestión!"; "A las urgencias de mi barrio quiero entrar, estamos hartas no aguantamos más, nuestra salud no es un juego, basta ya", o "Ayuso, escucha, Madrid está en la lucha". En los carteles, carteles reivindicando la sanidad entremezclados con algunos insultos.
Reacciones políticas
Hicieron acto de presencia las representantes de Más Madrid, Mónica García y Rita Maestre, junto a Íñigo Errejón, líder de Más País. "Fuera las siglas políticas, aquí no pintan nada", les espetó un señor de una plataforma de pensionistas. "Ahora las quitamos", zanjó Errejón con una media sonrisa.
La líder de la oposición en la Asamblea madrileña atendió a los medios de comunicación para defender que la Sanidad "no se toca ni se desguaza". Según Mónica García, la sociedad madrileña "está diciendo basta ya".
"Estamos viendo aquí a la sociedad civil organizada para decirle a Ayuso que la sanidad no se toca, no se desguaza para vendérsela al peor postor, no se vende, es el patrimonio y la identidad de todos", defendió García. También subrayó que la presidenta tiene dos opciones, que pasan por "retratarse, pedir perdón y cesar al consejero" o "irse ella".
Desde el Gobierno central el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, criticó desde un acto en Segovia que "con el PP se desmanteló la sanidad". "Estamos al lado de los profesionales sanitarios a los que aplaudíamos en la pandemia y que hoy están defendiendo la sanidad pública contra los recortes del PP", dijo el dirigente socialista en apoyo a la manifestación.
Ante todo esto el Partido Popular calificó de "fracaso" la protesta. El portavoz de la formación en la Asamblea de Madrid, Pedro Muñoz Abrines, defendió que "el 99% de los madrileños" no la habían apoyado. Por otro lado, criticó que "no iba en defensa de la sanidad, sino que era un ataque político a la Comunidad de Madrid".
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos