El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, ha decidido inaugurar el curso político reforzando su perfil independiente dentro del Partido Socialista. Dos únicos gestos (bastante evidentes) le han bastado al exalcalde de Soto del Real para iniciar la campaña hacia las elecciones de mayo separado de Ferraz.
Por un lado, el lugar. El socialista ha elegido inaugurar su precampaña electoral en El Atazar, una de las dos únicas localidades en las que el PSOE logró ser primera fuerza política en las elecciones de Madrid del 4-M.
Por el otro, la compañía. Y es que, aunque el socialista haya acudido a esta pequeña localidad de 100 habitantes a presentar a su número dos, Llanos Castellanos, las miradas se han puesto en Carmen Calvo.
La diputada socialista, que recientemente se saltó la disciplina de voto del PSOE para abstenerse en la tramitación de la Ley Trans, ha acompañado a Lobato en este pequeño acto que apenas ha durado una hora y en el que había más diputados socialistas que curiosos lugareños.
La foto de familia de los socialistas en El Atazar era la imagen de los galos resistiendo frente a los romanos (léase los romanos como la fuerza del Huracán Ayuso en las elecciones de mayo o como la directiva de Ferraz llamando a filas a sus barones socialistas).
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Hay que recordar que Lobato se convirtió en secretario general de los socialistas madrileños gracias al apoyo de Pedro Sánchez y hasta hace unos meses ha seguido la línea que el PSOE madrileño mantenía desde hace años: no salir de la línea marcada por la Ejecutiva central.
Pero Lobato ha cambiado. Este domingo, Lobato desgranó parte de su programa electoral en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL e incendió de paso al resto de la izquierda madrileña. Su propuesta fiscal no deja lugar a dudas: bajada del IRPF; dejar exentos los impuestos de sucesión, donación y patrimonio; y ninguna subida de gravamen.
El candidato dice que su propuesta no es contraria a Ferraz, pero no se ha entendido así desde la Moncloa. Tampoco lo comprenden sus socios nacionales. Ni Más Madrid ni Unidas Podemos apoyarán nunca una política que tenga como núcleo central la rebaja del IRPF a rentas inferiores a 100.000 euros, ni siquiera aunque vaya acompañada de un guiño izquierdista contra las superiores.
Lobato marca su perfil propio en la Comunidad de Madrid, como lo ha hecho Carmen Calvo en el Congreso de los Diputados. La socialista, considerada una feminista clásica, se negó a votar a favor de la tramitación de la Ley Trans y, por ello, se saltó la disciplina del voto.
Desde esa votación por la que va a ser expedientada, Calvo no ha vuelto a aparecer en público. Hasta este lunes. Y lo ha hecho, precisamente, para apoyar a Juan Lobato. De 'díscola' a 'díscolo'. De galo a galo. Eso sí, Carmen Calvo no ha querido hacer declaraciones y se ha mantenido en un discreto segundo plano hasta en la foto de familia en la que, por cuestiones de altura, ha sido tapada por Juan Lobato.
Ayuso
Mientras que Lobato marcaba un perfil propio en El Atazar, Isabel Díaz Ayuso se ha reunido con todos sus consejeros en las instalaciones del Canal de Isabel II. Mostrando una imagen de unidad total, la líder madrileña se ha lanzado al inicio de un curso político complicado.
La candidata del PP madrileño acude por primera vez a las urnas como presidenta del partido en la región y con un carácter propio e independiente. Se juega mejorar sus resultados en las elecciones autonómicas y conseguir la ansiada mayoría absoluta que le ha encomendado el presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo.
Según han explicado fuentes de su gabinete, el objetivo de esta reunión era "repasar el arranque de este año 2023", que, como en ejercicios anteriores, contempla muchos proyectos e iniciativas "para seguir siendo la región motor económico de España".
"Un modelo de inversión y atracción internacional y con los mejores servicios públicos en sanidad, educación y servicios sociales", han añadido.