La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha tendido este viernes la mano a los votantes de Vox tras romper con la formación que lidera Rocío Monasterio para así "volar libre" y lograr la mayoría absoluta el próximo 28 de mayo.
Ayuso ha reconocido estar "harta" de la "deriva" de Vox en la Comunidad de Madrid aunque ha matizado que "no de sus votantes o de una parte de ellos". Tampoco de "muchos" de sus diputados y miembros del partido con los que, ha dicho, "he compartido cosas". "La deriva de Vox no quiero que me arrastre. No estoy a favor de sus ideas y de sus postulados. No puedo seguir así", ha dicho.
En una entrevista en Onda Cero, Ayuso ha criticado que la formación de extrema derecha le haya tumbado los Presupuestos y algunas normas estrella de su Gobierno, como la deducción a inversores extranjeros. "Es que escuchan la palabra extranjero y ya no oyen nada más", ha señalado.
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"No me gustan un pelo estas situaciones. Y si están a otra cosa, pues cada uno a sus cosas", ha insistido de nuevo después de evidenciar este jueves públicamente y en el Pleno de la Asamblea de Madrid su ruptura con Vox. Una ruptura que, en absoluto, supone no llegar a acuerdos con los de Monasterio tras las elecciones del 28 de mayo.
"Me llaman abortera y globalista"
La dirigente popular ha criticado la forma que tiene Vox de hacer política así como los insultos que recibe en la Asamblea por parte de algunos de sus diputados. "Me llaman abortera y globalista", ha revelado.
Ayuso señala que Vox "no va al fondo de los temas y no los trabajan" y que buscan "ir de polémica en polémica" así como "titulares" desde el inicio de la legislatura. También que "no traen ni unos Presupuestos" o que las enmiendas que presentan a leyes o a las cuentas públicas "están mal hechas", tanto en tiempo como en forma.
"Buscan la discrepancia constante y esto ya es inasumible. Lo hacen todo muy complicado", ha apuntado Ayuso, que ha repetido en hasta tres ocasiones que PP y Vox deben ir "cada uno por su lado" en lo que resta de legislatura.
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Pactos futuros con Vox
El objetivo de Ayuso no es otro que conseguir "volar libre" tras el 28-M "sin necesidad de Vox" y alcanzar la ansiada mayoría absoluta, de la que está a cuatro escaños. No lograrlo, ha dicho, "sería una decepción enorme" ya que eso impediría "hacer con libertad cosas sin tener un freno".
De no conseguir la absoluta, Ayuso volverá a llamar la puerta de la formación de Monasterio como "socio prioritario" cerrando así la posibilidad a acuerdos o pactos con Más Madrid, PSOE o Podemos.
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"Aquí no tiene nada que ver Feijóo"
Preguntada sobre si esta ruptura con Vox es una estrategia y un pacto con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, Ayuso ha sido tajante y ha censurado cualquier tipo de acuerdo o imposición desde Génova.
"Esto ya no es una cuestión de PP y Vox. Se piensa aquí que es una estrategia de PP y Vox, pero no tiene nada que ver el PP y no tiene nada que ver Feijóo. Aquí tiene que ver la Comunidad de Madrid y sus intereses", ha explicado, dejando claro que PP y Vox "no son socios" porque ella cuenta con 65 escaños y únicamente han tenido "acuerdos parlamentarios".
De esta forma, circunscribe a Madrid su ruptura con Vox a tan solo dos meses para las elecciones municipales y autonómicas y con encuestas que apuntan a varias comunidades y consistorios en los que el PP necesitaría el apoyo de la ultraderecha para conformar gobierno o lograr pactos.