En las últimas elecciones autonómicas de Andalucía el candidato del Partido Popular, Juanma Moreno, se lanzó a los brazos del andalucismo y decidió que la bandera de su comunidad autónoma, y no sólo la española, serían el emblema de su campaña electoral.
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Esa decisión ha sido valorada por muchos analistas políticos como una de las claves que le hizo cosechar su mayoría absoluta. Ahora, con las elecciones de la Comunidad de Madrid a la vuelta de la esquina y los primeros mítines en la calle, la situación se repite y hay un partido que ondea, sobre todos los demás, el orgullo regional. Pero, en este caso, no es el Partido Popular.
Más Madrid ha aparecido en casi todos sus mítines ondeando la bandera de la Comunidad como un símbolo y un ejemplo de su compromiso con la región. Una decisión meditada por su equipo que, según fuentes internas, se tomó hace mucho tiempo.
Mónica García y Rita Maestre este jueves en Lavapies.
El partido liderado por Mónica García y Rita Maestre siempre pone el foco en los "problemas de los madrileños" durante sus mítines y, ahora, han decidido visibilizar este hecho.
En la Plaza Pedro Zerolo, rodeando la bandera con las del orgullo LGTBI+, o en Lavapies frente a un público multicultural, Más Madrid ha decidido dejar de lado el amarillo de la rojigualda y cambiarlo por las estrellas, siete en total, que son las que tiene la enseña de Madrid.
"No hay política sin identificación simbólica y, dado que somos una formación política de ámbito madrileño, ese papel lo cumple la bandera de Madrid", han afirmado fuentes del partido a Madrid Total.
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En su argumento sobre el porqué de llevar la bandera de la Comunidad como símbolo, Más Madrid cree cubrir un espacio que no se había tenido en cuenta hasta ahora. "Lo primero de todo es tomarse en serio a Madrid, querer a Madrid, ganarse a Madrid para conseguir un cambio político en nuestra región".
El círculo más próximo a Mónica García es consciente de las peculiaridades de nuestra región y de que se "habla mucho desde Madrid como representación de la realidad nacional" y muy poco de la realidad "particular, periférica y olvidada de nuestra región".
Almeid, Ayuso y Feijóo en un mitin en Madrid con banderas de España y del PP.
Llevando la bandera a los mítines, como hizo Juanma Moreno en Andalucía, pretenden conseguir que Madrid se convierta en algo más que una sección autonómica de la prensa nacional y, como otras comunidades de nuestro país, "tenga una esfera informativa propiamente madrileña".
El posicionamiento de Más Madrid choca con el de Isabel Díaz Ayuso que se ha autoproclamado a sí misma como la defensora de la bandera española y los derechos y libertades de los españoles frente al Gobierno de Pedro Sánchez. Y así lo ha reiterado en multitud de ocasiones acompañada, siempre, de la enseña roja y amarilla.
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Almeida y Ayuso, con las bufandas españolas.
Este símbolo patrio ha sido usado en multitud de mítines y encuentros electorales tanto por Isabel Díaz Ayuso como por otros partidos como Vox. Mientras que los dos partidos a la derecha se 'enfrentan' por los símbolos nacionales como los toros o la bandera, el partido regionalista decide irse a lo local.
Es ahí donde buscan su hueco y los votos que podrían poner a Mónica García como próxima presidenta de la región. "Mientras que el PP hace todo lo que está en su mano para que el pueblo de Madrid desconozca lo que pasa en Madrid, Más Madrid se hace cargo de esta situación", destacan.
Así, creen que si la bandera de Madrid sale en los mítines, el debate ya no estará en compararse con La Moncloa o atacar a otras regiones, como afirman que hace Ayuso, sino en preocuparse por los problemas de los madrileños.
Siete estrellas
A las puertas del 2 de mayo, día de una Comunidad de Madrid que acaba de cumplir 40 años de su estatuto, es importante destacar que la bandera de la Comunidad tiene muy pocos años de historia. Concretamente, nació en 1983 por la necesidad de adoptar una tela propia con la constitución de la región.
El por aquel entonces presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, encargó el diseño de la bandera a José María Cruz Novillo con el reto de crear un símbolo que uniera a los madrileños como la señera une a valencianos en la estelada a los catalanes.
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Se decidió colocar las siete estrellas de la constelación de la Osa Mayor, que se recortan sobre la sierra del Guadarrama, dominando el cielo de las tierras que formaban el antiguo Concejo madrileño, creado en tiempos de la Reconquista y que abarcaba el territorio situado al sur de dicha sierra, hasta alcanzar el río Tajo.
Además, se eligió un fondo rojo carmesí, el color del pendón de Castilla, y el antiguo reino hispánico al que pertenecían las tierras madrileñas. De esta forma, el mensaje que lanza la bandera de la Comunidad es el de que Madrid es un pueblo castellano.
Las estrellas tienen cinco puntas por las cinco provincias que rodean a la región ya desde 1833: Ávila, Segovia, Guadalajara, Cuenca y Toledo.