"El odio no es el camino": así es la nueva lona que rinde homenaje en Atocha a las víctimas del 11-M

La cúpula cilíndrica de vidrio que rinde homenaje en la estación de Atocha a las víctimas del atentado del 11-M tiene los días contados. Los trabajos de la Comunidad de Madrid para ampliar la Línea 11 de Metro contemplan la eliminación de la parte exterior del monumento-homenaje y del espacio a sus pies en la primera planta del hall de la estación. 

La Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras quiere ampliar la capacidad del vestíbulo superior de la estación. Hasta ahora, este lugar se encontraba en la parte interior del monumento.

Los primeros trabajos para eliminar el espacio, conocido comúnmente como 'el vaso', ya han comenzado. De hecho, se ha instalado una lona provisonal en esta zona del hall que recuerda a los fallecidos en los ataques terroristas del 11 de marzo de 2004. 

La lona, colocada por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, incluye mensajes como "el odio no es el camino de la paz", "de allí de donde seas, de allí de donde vengas, Paz" o "construyamos entre todos un mundo mejor". 

El 'cartel', que cuenta con un fondo azul y una fotografía del interior de la cúpula de cilindro, hace un llamamiento a luchar para "ser libre" y a educar "en la paz" y en la "tolerancia". 

Imagen exterior del monumento homenaje a las víctimas del 11M en Atocha. CAM

El cilindro que va a retirar la Comunidad de Madrid tiene plasmado, en su interior, mensajes de recuerdo y los nombres de los 192 muertos del atentado. Precisamente, estas inscripciones y nombres complican el desmontaje del cilindro, que pesa 160 toneladas. La idea es eliminarlo respetando los mensajes y los nombres de los fallecidos. 

[Adiós al cilindro: Madrid desmontará el monumento a las víctimas del 11-M de Atocha]

El monumento ha estado rodeado de polémica en varias ocasiones. Primero, por su sobrecoste (más del 40% de lo presupuestado) y, después, por la cantidad de veces que ha tenido que ser reparado por deficiencias en su estructura. Ahora, con su retirada, la Comunidad espera poder ampliar la capacidad del vestíbulo hasta los 15 millones de viajeros al año, frente a los 7 actuales. 

De momento, Sol no tiene un proyecto definitivo para rendir homenaje de alguna manera a las víctimas de los ataques. Por ahora, trabaja con las nueve asociaciones de víctimas del terrorismo para ver cómo configurarlo. Sí que está previsto que harán una pequeña zona de recogimiento integrada en la sala, pero independizada mediante una mampara de cristal.