Pepinete, Gayete, Saboyito, Jerónimo y Paquita la Hortelana son los protagonistas de estas navidades en el municipio madrileño de Leganés. Juntos conforman la Pandilla Legamigos, una innovadora forma de hacer publicidad al municipio y que ha convertido a Leganés en una de las pocas ciudades con villancico propio.

El grupo se presentó hace unos días, con la campaña navideña de la localidad, y desde entonces ha sido un auténtico éxito que se ha viralizado en las redes sociales.

Los cinco Legamigos han estado paseando estos días por el municipio colaborando en todo tipo de actividades, incluido el partido de fútbol disputado por el equipo local este fin de semana.

Pretenden convertirse en un emblema para la localidad, más allá de las fiestas navideñas, pues en ellos se representa la historia del municipio. Algo muy desconocido para muchos madrileños pero que ahora, seguro, no van a olvidar.

Pepinete es la hortaliza representativa de nuestra ciudad y un guiño al gentilicio informal. Ataviado con enseñas del CD Leganés es el más fácil de localizar. Pero no está sólo, le acompaña Gayete, hijo de la dragona de los gigantes y cabezudos Gaya, que tiene su origen por el juego de palabras con el monstruo del lago Ness. 

En este grupo también está Saboyito, un soldado del emblemático cuartel del regimiento del Saboya, que ahora es el Rectorado de la UC3M; y Jeromín. O lo que es lo mismo, Don Juan de Austria, hijo de Carlos V, que vivió durante su infancia en Leganés. 

La única mujer de la pandilla es Paquita la Hortelana, un homenaje a los vecinos y vecinas que trabajaron el campo y las huertas de Leganés durante siglos. 

Los cinco amigos, como si Leganés se hubiera convertido en un parque de atracciones dirigido por Walt Disney, se van a pasear por la ciudad con el objetivo de que los vecinos se hagan fotos con ellos. Animan a que, después, se suban a las redes sociales. 

En lo que respecta al villancico, lleva el nombre de esta pandilla de amigos y, cuenta la historia del municipio.

Es una obra original producto del trabajo conjunto del autor leganense Mario de las Sagras, autor de la letra; y de Alejandro Huete, profesor de trompa de la Escuela de Música Manuel Rodríguez Sales y compositor de la música.