¿El vino? De Arganda, Madrid. ¿Y el agua? En jarra, también de Madrid. Los simpatizantes y afiliados del Partido Popular en Madrid han celebrado este lunes su tradicional cena de Navidad en el pabellón satélite de la Casa de Campo.
Una gran nave que ha reunido a mil 'ayusers' que han aplaudido los eslóganes de su presidenta y del líder del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, invitado de honor por segundo año consecutivo.
En un discurso que tanto Ayuso como Feijóo han usado para movilizar a sus votantes de cara a las elecciones europeas del próximo 2024, ambos líderes han escenificado el compadreo del que hacen gala.
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Porque si antes el tono belicista se usaba para hablar del enfrentamiento entre el PP de Madrid y la dirección nacional, ahora se utiliza como sinónimo de "unión".
Puesto que tanto Ayuso como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, han usado sus discursos para poner a disposición del líder nacional a sus "soldados" madrileños frente al Gobierno de Sánchez.
Fuera de los mensajes políticos, la celebración ha estado plagada de guiños a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que estaba afónica tras estar pasando por un proceso gripal, y los buenos deseos para el 2024.
Y, como para todo proceso gripal es muy buena la vitamina C, la presidenta no ha querido dejar pasar su 'hit' de este 2023: "Me gusta la fruta". Lo ha hecho de una forma velada: regalando cuatro cestas de fruta a cuatro afiliados que representaban distintas etapas del partido.
A la cena pueden asistir simpatizantes y afiliados. Pero ha sido sólo para los afiliados para los que el PP de Madrid ha querido tener un guiño especial. Con las cuatro cestas de fruta han 'homenajeado' al afiliado más joven, al más mayor, al más veterano y al último afiliado.
Pilar, con sus 94 años, ha sido una de las que más se ha emocionado al recoger esta cesta. Tras un largo abrazo a la presidenta, se ha situado entre Almeida y Ayuso para recibir una gran ovación.
Un guiño claro al eslogan de "me gusta la fruta" que la presidenta regional ha urgido como su lema tras insultar a Pedro Sánchez durante su intervención en su sesión de investidura.
45 euros de menú
Sin guiños a Galicia en la cena, los invitados han pagado 45 euros por un menú de salchichón, chorizo, lomo, picos y regañas, crema de roquefort con crudités, ensalada de la huerta, empanada de queso azul y carrillera con patatas paja. Además de una tortilla de patata que no estaba recogida y unos palitos de queso y salmón.
El precio ha ido subiendo, como el IPC. El año pasado costaba 40 euros por persona y, en años anteriores a la Covid-19, algunos invitados recordaban haber pagado "hasta 20 euros".
De hecho, más de uno no estaba contento con el pabellón porque hacía mucho frío. "Nos han puesto en la pared y sin platos", se quejaba alguno de los afiliados, mientras que a otros les montaban una mesa improvisada, desbordados por la afluencia.
El que no estaba muy seguro de en qué pabellón estaba era Feijóo. El líder del PP nacional ha confundido el polideportivo en el que se celebró el año pasado, en Alcobendas, con la ubicación de este año. En Casa de Campo.
Pero, aunque algunos estuvieran a disgusto, el fenómeno Ayuso es imparable. Pasadas las 23 horas todavía quedaban cientos de afiliados que no temían al frío y brindaban con un vino espumoso. Porque, siendo la cena del PP de Madrid, cava catalán no iban a poner.
Este año, eso sí, no han podido hacerse una foto con la presidenta por su enfermedad. "Tenemos que cuidarla, que nos tiene que durar muchos años", ha bromeado Alfonso Serrano, secretario general del partido en Madrid.
La fiesta ha terminado con villancicos, canciones de Mecano y alguna que otra canción de flamenco (sin que Juanma Moreno pueda considerarlo apropiación cultural).
De hecho, los asistentes se llevaron hasta una idea de un regalo que "no pedir" a los Reyes Magos este 2024: El libro de Pedro Sánchez. "Eso es perder el tiempo", bromeaba el alcalde de Madrid.