Veinte años después de los atentados terroristas del 11-M, la Puerta del Sol de Madrid ha vuelto a quedarse en silencio. Con la misma solemnidad con la que trabajaban en las vías del tren los equipos médicos durante aquella fatídica mañana, autoridades, vecinos y víctimas han rendido un sentido homenaje a los casi 200 asesinados por los atentados yihadistas.
Durante dos minutos, las campanas del reloj de la Puerta del Sol se han unido a las de una multitud de iglesias de municipios de la Comunidad de Madrid en un acto sin ningún representante del Gobierno de España, a excepción del delegado del Gobierno, Francisco Martín.
Y es que, pese a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, era concejal del Ayuntamiento de Madrid por aquel entonces, ni él ni ninguno de sus ministros han acudido al acto central en memoria de los fallecidos. Una celebración en la que, por primera vez, ha habido discursos de las autoridades.
Sí estaba el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y diversas autoridades como el presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, los portavoces de los grupos parlamentarios, y diversos alcaldes de la Comunidad de Madrid.
Fuentes de la Puerta del Sol han concretado que al acto de Puerta del Sol se ha invitado al delegado del Gobierno y cargos de la Guardia Civil y la Policía Nacional, dependientes del Ministerio de Defensa, pero no al presidente del Gobierno ni a ningún ministro.
El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, y la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, han puesto en valor la entereza del pueblo madrileño frente a la barbarie del terrorismo y cómo demostraron, ese 11 de marzo y en otros atentados, su compromiso con la "libertad y la vida".
"Defender la libertad frente al miedo"
Ayuso ha reivindicado que frente al terrorismo, los madrileños fueron y son "más fuertes y mejores que el odio y el fanatismo". Demostraron más que aquellos que, con terrorismo, quisieron "cambiarnos, acobardarnos y someternos".
"No cabe mejor resistencia que el seguir siendo como somos", defendiendo la libertad frente a quiénes con "la amenaza, el miedo o el chantaje" pretenden "condicionar nuestro camino".
La líder de los populares madrileños ha querido poner en valor la memoria histórica asegurando que hay que recordar lo ocurrido el 11 de marzo para que no les sea "indiferente" a aquellos jóvenes que no lo vivieron "o los que están por venir".
"Todos los españoles tenemos el alma con las víctimas y con sus seres queridos. Una mañana de marzo el terrorismo les apagó la luz cobardemente desde entonces, esta vibra con fuerza dentro de todos los que ahora y siempre estaremos a su lado", ha finalizado la presidenta.
"La desmemoria sería una victoria de la barbarie"
Tanto Almeida como Ayuso han realizado un especial homenaje a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los servicios sanitarios y a todos aquellos madrileños que se lanzaron a las vías para "ayudar en lo posible" o, incluso, simplemente "dar la mano" a un herido.
Por su parte, el alcalde José Luis Martínez-Almeida ha insistido en que son las víctimas y sus familias quiénes deben de ocupar siempre "el primer lugar" de los pensamientos de la ciudadanía.
"La memoria es un deber que mantener todo el conjunto de la sociedad y, principalmente, desde las administraciones hay que mantenerla viva. El recuerdo de las víctimas es un faro de luz que nos guía", ha insistido el alcalde.
Para el regidor, es un deber contraído con quiénes perdieron la vida. "La desmemoria sería una victoria de la barbarie", ha declarado. Para Almeida, la historia de la España democrática se forja "sobre el corazón, el valor y el sacrificio de quienes perdieron su vida por el terrorismo".
En un discurso mucho más político que el de la presidenta Ayuso, el primer edil ha atacado a "todo tipo de terrorismos", Almeida ha asegurado que a la sociedad española no la definen "los golpes recibidos", sino "cómo nos levantamos después de cada uno de ellos". Frase para la que ha puesto como ejemplo a la ciudad de Madrid, "la más castigada por el terrorismo de cualquier capital europea".
"Todo terrorismo es inadmisible, no existen gradaciones ni excepciones de ningún tipo y en España lo sabemos bien, demasiado bien".
El recuerdo de los que no están
Como han recordado las autoridades, en aquellos trenes viajaban trabajadores, "dispuestos a dar lo mejor de sí mismos", como Esteban, cuya hija ha hablado durante el acto homenaje.
Frente a centenares de personas, Vera de Benito ha recordado que "la violencia es el último recurso del incompetente" y que el terrorismo tiene su base en "este tipo de comportamiento ignorante que se extiende por diversos países con la única solución que tienen a mano: la violencia".
Un frente al que España se ha tenido que enfrentar "durante demasiado tiempo" pero en el que la respuesta de la sociedad frente a cada disparo o cada bomba ha sido lanzar "consignas de aliento y esperanza".
"Diferentes tipos de terrorismo golpearon nuestra sociedad de forma cruel e indiscriminada. Una sociedad que siempre ha estado a la altura la magnitud de estos ataques", ha apuntado recordando a su padre que, sin llegar a cumplir los 40 años, perdió la vida en los atentados.
En el discurso más personal del acto, Vera ha recordado la "buena dupla" que hacía con su padre y ha recordado su "humor". "Me encantaría que estuviera aquí. Que viera mi primer libro publicado, que me acompañara al altar este mes de septiembre y que se aliara con mi futuro marido para quererme y sacarme de quicio aparte iguales", ha bromeado.