Durante la pasada legislatura (2019 - 2023), el PP de Majadahonda (72.500 habitantes) gobernó gracias al apoyo de Vox. Fue una legislatura marcada por la pandemia, por Filomena y donde los dos socios atravesaron las "tensiones que se van creando" en una coalición. Aunque "el balance fue muy positivo". Así lo resume el concejal Pablo Pérez Gallardo (Vox), hoy en la oposición.
La relación entre ambos partidos está hoy lejos de aquello. Los populares recuperaron la mayoría absoluta en las pasadas elecciones. La nueva alcaldesa, Lola Moreno, controla el Ayuntamiento con 15 asientos.
Sus antiguos aliados, en cambio, lideran la oposición con cuatro concejales. Les siguen el PSOE (3), Vecinos por Majadahonda (2) y Más Madrid-IU (1). Todo ello, en un municipio de los más ricos de España y ensombrecido durante años por la corrupción —el exalcalde popular Guillermo Ortega (2001-2005) fue condenado por la trama Gürtel—.
El último gran choque entre el Gobierno y la oposición se ha producido tras la presentación del nuevo reglamento orgánico. Este compendio de normas regulará las reglas del juego básicas en la vida política del Ayuntamiento.
Los cambios de la alcaldesa no han gustado nada a Vox. Su portavoz, Pérez Gallardo, repite varias veces la misma expresión: "¡Es ridículo!". Y denuncia que el nuevo reglamento "limita" la labor de la oposición.
El texto sólo se ha aprobado de manera inicial y los partidos trabajan ahora en las alegaciones. Si finalmente sale adelante, Majadahonda sustituirá así a su anterior reglamento, que regía desde 2004 y se había modificado varias veces desde entonces. Desde el equipo de Gobierno consideran que el nuevo documento agiliza los trámites y moderniza la administración.
"Nos limita los tiempos"
El edil Pérez Gallardo, en primer lugar, manifiesta que el reglamento reducirá el tiempo que tendrá la oposición para estudiar los asuntos del pleno. El margen entre las convocatorias y las celebraciones de las comisiones informativas y las sesiones plenarias se fijan en dos días hábiles, cuando antes era de "una semana".
Además, el grupo que lidera la oposición critica que se haya acortado también el tiempo de los debates, "limitando a tres horas al mes la exposición de las propuestas de la oposición".
Otro de los aspectos que enciende a Vox y PSOE son los tiempos de los turnos de intervención en los Plenos. Antes, señala el concejal de Vox, el que exponía una propuesta tenía 18 minutos y el resto de grupos, 15. Con el nuevo reglamento, "el proponente tiene cinco y el resto 3". "Nos limitan una barbaridad", se queja.
Por último, asegura que, en el caso de las mociones, la presidenta del pleno (la alcaldesa) podrá rechazar la admisión a trámite de determinadas mociones. "Confiere a la alcaldesa casi la potestad de estar por encima del bien y del mal".
¿Por qué lanza el Ayuntamiento popular este nuevo reglamento? El concejal de Vox sostiene lo siguiente: "Desde el inicio de la legislatura, la oposición ha sido bastante molesta para la alcaldesa y esta es su forma de restringir nuestra participación y función fiscalizadora". Desde el Consistorio tienen otra visión de la relación con los líderes de la oposición: "Es plenamente respetuosa y cordial dentro de la normalidad institucional".
En esta ocasión, en el partido socialista coinciden a grandes rasgos con los de Santiago Abascal. "Está confundiendo la mayoría absoluta con el absolutismo para hacer lo que le dé la gana", afirma el concejal portavoz de los socialistas majariegos, David Cabrera.
El PSOE no tiene mucha esperanza en que las alegaciones de la oposición surtan efecto. Por eso, amenaza con llevar el reglamento a los tribunales si no se hacen cambios.
Respecto al nuevo texto, Cabrera lamenta que abogue por un lenguaje "no inclusivo". El documento orgánico establece que todas las menciones genéricas que aparecen en el articulado se "entenderán referidas también a su correspondiente femenino".
El Ayuntamiento se defiende
Preguntado por todas estas críticas, desde el Consistorio explican —primero— que el nuevo reglamento "normaliza" los tiempos para estudiar los asuntos del Pleno "adaptándolos a lo que marca la ley".
Desmiente, a su vez, que se vayan a limitar los turnos de intervención a la oposición en los debates plenarios: "Con el nuevo R.O.F. (Reglamento Orgánico de Funcionamiento) se plasma lo que se aprobó en Junta de Portavoces y se lleva aplicando durante dos mandatos, por lo que nada cambia de los usos y costumbres que se llevan aplicando en el Ayuntamiento de Majadahonda desde hace años".
¿Podrá la alcaldesa no admitir a trámite las propuestas, ruegos o preguntas que se planteen? Las fuentes municipales consultadas también niegan la mayor: "No, el único caso para no admitir a trámite propuestas, ruegos o preguntas es un error formal en la presentación de las mismas o haberlas presentado fuera de los plazos establecidos".
Respecto al lenguaje inclusivo, se ciñen a los argumentos defendidos por la Real Academia Española (RAE) y a dos datos: de los 15 concejales del PP, ocho son mujeres; entre los 9 que suma la oposición, sólo hay una. "Los hechos se demuestran, no se critican", concluyen.