La Comunidad de Madrid va a monitorizar el consumo de drogas en la región a través de las aguas residuales. Así lo ha anunciado la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, durante una entrevista radiofónica realizada este miércoles.
Ayuso ha adelantado que, para hacer frente al consumo de drogas, la región podrá en marcha un "ambicioso" plan regional, "pionero" en España, que contará con más de cincuenta medidas y, entre ellas, estará la citada monitorización.
La presidenta ha explicado que se tratará de un sistema de monitorización de aguas residuales que ya se usó durante la Covid-19. Con los datos obtenidos, podrán monitorizar la presencia de precursores de determinadas sustancias asociadas al consumo de drogas.
La Comunidad de Madrid ya le declaró la guerra al consumo de drogas y derivados del cannabis cuando anunció los primeros pasos de una ambiciosa ley regional que, entre otros aspectos, pretendía cerrar la puerta a los derivados del cannabis, prohibiendo su venta y publicidad.
También ha anunciado que van a aumentar la presencia de perros drogas en centros donde se realiza su venta o en entornos escolares y donde la Comunidad ha detectado un mayor consumo de estas drogas.
Ahora, va más allá y complementa las anunciadas medidas legislativas con un plan centrado principalmente en los jóvenes y en prevenir el consumo que cada vez se da en edades más tempranas. Algo que materializará una guerra sin cuartel contra las drogas por parte de la Comunidad de Madrid.
"Las drogas destrozan vidas, llevan a la marginalidad. Tenemos datos demoledores del consumo de las mismas", se ha lamentado la presidenta regional.
Piruletas o bebidas energéticas
El plan se va a centrar en la prevención, los jóvenes y las limitaciones del consumo de productos derivados del cannabis, junto a más inspecciones y nuevos servicios y tratamientos, según ha sintetizado la presidenta.
Para ello, se va a limitar la venta de derivados del cannabis a menores en establecimientos. Como la ley nacional ata de pies y manos a la presidenta, lo que ha propuesto Ayuso es que estos comercios exijan un documento de identificación, además de las respectivas restricciones a su publicidad y en videojuegos.
También se va a poner coto a su adquisición en máquinas expendedoras, dispensadores móviles o portátiles. Todas ellas tendrán que incorporar un sistema para comprobar la identidad y edad del usuario.
Cada vez son más los productos como galletas, bebidas energéticas, piruletas, caramelos, infusiones, chupa-chups o chicles con derivados del cannabis que se venden en las tiendas y a las que puede acceder cualquier joven.
Ayuso ha criticado que desde algunas administraciones se venda como algo "inocuo" el consumo de algunas de estas drogas. "Venden el consumo de marihuana como si fuera el del tabaco, pero no existen drogas blandas", ha apuntado.
Entre otras medidas del plan, la presidenta regional ha anunciado que no se permitirá asociar el consumo de estos derivados del cannabis a mejoras en el rendimiento físico, beneficios para la salud o con actividades de riesgo.
Del mismo modo, van a desplegar una gran campaña en este último trimestre del año en medios y redes sociales, especialmente, las que más usan los jóvenes (en aplicaciones como Instagram y TikTok) donde se alertará del deterioro que supone el consumo de estas sustancias, especialmente, cannabis.
Como su objetivo principal es prevenir el consumo de estos productos, la región pondrá en marcha un servicio móvil e itinerante que recorrerá los espacios más concurridos por adolescentes para informales "sobre las consecuencias negativas de las adicciones".
Tratamiento de adicciones
A nivel sanitario, también se creará una red de atención integral, en coordinación con la red de Centros de Tratamientos de Adicciones (CTA), compuesta por personal técnico cualificado en competencias de prevención e intervención de personas que presenten conductas de riesgo o se hayan iniciado en el consumo de drogas.
Del mismo modo, se ampliará el servicio de la Unidad de Ingreso y de Hospital de día de Desintoxicación y Deshabituación para jóvenes y de la ambulatoria para pacientes con patologías de salud mental y adicciones.
El objetivo de la Comunidad de Madrid es "aprender" de los errores de otros países y hacerse cargo de la "epidemia mundial" que supone el incremento del consumo de drogas.
De hecho, Ayuso se ha adelantado al Gobierno de Pedro Sánchez para regular la venta de derivados del cannabis, como el CBD, después de que el Gobierno de España manifestara su intención de hacerlo en junio, pero sin dar pasos firmes. En España, no existe un marco regulatorio nacional para los productos derivados del cannabis.
A modo de ejemplo, Ayuso ha destacado el caso de Alemania que, tras legalizar el consumo del cannabis recreativo, está viendo las "consecuencias en sus calles" como ocurre en ciudades de EEUU y Canadá, donde "del cannabis ya se ha pasado al fentanilo".