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Refuerzo de los autobuses de la EMT, de Metro, de Metro Ligero y alternativas por carretera. A grandes rasgos, esta fue la receta que, hace dos semanas, presentó el Ayuntamiento de Madrid (en coordinación con la Comunidad) para hacer frente a las afecciones de las obras de la A-5. Con el paso de los días, se han ido concretando algunos detalles y han aparecido nuevas propuestas para este plan de movilidad.

Además de la Comunidad y otros ayuntamientos, el Ministerio de Transportes juega un papel relevante en este dispositivo. Suyas son las competencias de Cercanías. Este jueves, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el ministro Óscar Puente se reúnen para hablar sobre el soterramiento después de que las dos administraciones se hayan reprochado mutuamente una falta de comunicación.

Primero, Cibeles acusó al Gobierno de que no le informó de primera mano sobre el refuerzo del 15% previsto en la C-5 de Cercanías. El dato trascendió en la prensa, pero no en la nota informativa lanzada por el Consistorio. Almeida también ha reclamado al Estado que levante el peaje de la R-5 en hora punta. Y el Ministerio se abre a la idea, siempre que sea Madrid quien la sufrague. La respuesta no ha sentado nada bien en Cibeles

Las obras del Ayuntamiento para soterrar la A-5 comenzaron el pasado viernes. Las afecciones al tráfico, sin embargo, no se notarán hasta diciembre. A través del Consorcio Regional de Transportes (CRTM), tanto Cibeles como el resto de administraciones con competencias en transporte están coordinándose para reducir al "máximo" el impacto de los trabajos. 

La comisión de seguimiento convocada por el CRTM se reunió por primera vez en la mañana del pasado lunes. También participó la cartera de Puente. Las obras enterrarán la carretera de Extremadura a su paso por el distrito de Latina. Se soterrarán más de 3 kilómetros de autovía, se construirá un túnel y se 'montará' en superficie un "gran bulevar verde" de 80.000 metros cuadrados, según los planes municipales. 

Respecto al plan de movilidad, el Ayuntamiento explicó hace unas semanas el dispositivo para minimizar el impacto de las actuaciones. En el momento de mayor actividad de las obras, la A-5 seguirá teniendo abiertos dos carriles por cada sentido.

Además, se reforzarán un 7,3% las líneas de la EMT afectadas, un 9,5% las líneas 5 y 10 de Metro y se mejorará la frecuencia de Metro Ligero. El Consistorio también ha propuesto itinerarios alternativos por carretera (como el de la R-5).

A la reunión técnica del lunes asistieron "todos los actores involucrados" tanto en el refuerzo del transporte público como de la movilidad en la zona: representantes del Ayuntamiento de la capital, de Metro de Madrid, de la Empresa Municipal de Transporte, Metro Ligero, el Grupo Arriva (principal operador de los autobuses interurbanos del eje de la A-5), así como de Cercanías, gestionado por el Estado, y del propio CRTM.

Cada uno expuso las iniciativas para reforzar el transporte público de la zona, como el refuerzo de las líneas de EMT, las líneas 5 y 10 de Metro, o la frecuencia del Metro ligero.

En un comunicado difundido por el Gobierno regional sobre la reunión, se informó de que se van a crear dos paradas en la estación de Metro de Aviación Española y en la estación de Metro y Cercanías de Cuatro Vientos, "con el objetivo de que no todos los autobuses lleguen a Príncipe Pío evitando así aglomeraciones". El Ayuntamiento ya comentó esta medida cuando informó sobre el plan, aunque la información que salió del CRTM fue algo más concreta.

En cualquier caso, tal y como recordó el lunes el director gerente del Consorcio Regional de Transportes, Pablo Rodríguez Sardinero, el plan regional y municipal es "dinámico y que se podrá ir adaptando a las necesidades de movilidad según vayan avanzando las obras".

Parkings disuasorios

Por otro lado, Almeida se reunió el martes con la alcaldesa de Alcorcón, Candelaria Testa, cuyo municipio está conectado con la capital a través de la A-5. La regidora socialista criticó a su homólogo por organizar una reunión que "llega tarde" y por armar un plan de movilidad, a su juicio, "deficitario". Más allá de las discrepancias, la regidora prometió "lealtad institucional" y explicó que Alcorcón pondrá a disposición "aparcamientos disuasorios".

El popular, por su parte, calificó la reunión de "productiva". "Ambos ayuntamientos queremos colaborar y poner en marcha medidas que puedan minimizar esas molestias", valoró. En declaraciones a los medios el miércoles, el 'jefe' de la Cibeles detalló los temas que pondrá sobre la mesa ante Óscar Puente: "Quiero hablar de la gratuidad de la R-5, de Cercanías, plantear cuestiones desde la lealtad institucional y reclamar lo que entiendo justo para Madrid".