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Los días 3, 4 y 5 de junio de 2025 los jóvenes madrileños se enfrentarán al nuevo modelo de examen de selectividad. Un importante cambio que lleva años rumiándose desde el Gobierno de España y que prometía grandes cambios. "Menos memorización, más práctica, más desarrollo". Eso era lo que prometían desde la Administración pero, con los exámenes en la mano, queda claro que eso no es así. 

Esta semana las seis universidades públicas de Madrid han publicado los modelos de examen con los que, según las comunidades autónomas, se pretende armonizar una prueba que a todas luces es desigual en los diferentes territorios de España. De nuevo, ha sido imposible unificar los criterios. 

El sindicato CCOO ha denunciado que los modelos del examen de selectividad, que se puede consultar en este enlace, no se ajustan a los cambios que estaban previstos, especialmente en lo relativo a ser pruebas de tipo competencial más que memorístico.

En estos modelos se refleja que se limita la opcionalidad en las preguntas, algo que no había ocurrido nunca y que, para la mayoría del profesorado, resulta un cambio "innecesario", por lo que realmente las pruebas contienen muy pocos cambios.

En varias materias solo ha cambiado la maqueta, como por ejemplo en lengua, donde sólo se ofrece un texto y dos opciones para cada pregunta.

CONSULTE AQUÍ LOS MODELOS DE EXAMEN DE LA PAU 2025

En este punto, desde los sindicatos denuncian que los modelos no se ajusta a lo recogido en el punto número 6 de las directrices publicadas por la Comisión Organizadora de la EVAU en Madrid, que señala literalmente que "el diseño de cada examen deberá incluir al menos en un 20% de la prueba, preguntas de carácter competencial" y esto, finalmente, no ha sido así.

Una de las cosas que más afectaban a los estudiantes era cómo se iban a contabilizar las faltas. Pero no hay mucha novedad. 

Criterios de corrección 

En este sentido, la Comisión Organizadora de la Prueba de Acceso a la Universidad de la Comunidad de Madrid ha aprobado los criterios de corrección generales en los que se hace especial hincapié en la corrección ortográfica (grafías, tildes y puntuación) y la coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, la corrección léxica y la presentación.

Las penalizaciones de estos errores se aplicarán atendiendo criterios según la asignatura. Así en las generales (excepto a Lengua Castellana y Literatura II, Latín II, Griego II y Lengua Extranjera II), los dos primeros errores ortográficos no se penalizarán y cuando se repita la misma falta de ortografía se contará como una sola.

Eso sí, a partir de la tercera falta de ortografía se deducirá hasta un máximo de un punto. Por errores en la redacción, en la presentación, falta de coherencia, falta de cohesión, incorrección léxica e incorrección gramatical se podrá deducir un máximo de medio punto.

Obsérvese que en aquellos casos en los que la suma de las deducciones anteriores sea superior a un punto, esta será la máxima deducción permitida: un punto.

En el caso de Lengua Castellana y Literatura, la primera incorrección ortográfica no se penalizará y cuando se repita la misma falta de ortografía se contará como una sola.

A partir de la segunda, por cada falta se deducirán 0.25 puntos hasta un máximo de dos puntos. Por errores en la redacción, en la presentación, falta de coherencia, falta de cohesión, incorrección léxica e incorrección gramatical se podrá deducir un máximo de un punto.

Desde el comité alertan que en aquellos casos en los que la suma de las deducciones anteriores sea superior a dos puntos, esta será la máxima deducción permitida: dos puntos.