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Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada y uno de los pesos más fuertes dentro del PSOE de Madrid, fue elegido el pasado fin de semana como secretario de Ciudades y Áreas Metropolitanas de la ejecutiva federal del PSOE. Un nombramiento que le coloca como el 'apóstol' número 13 de la Ejecutiva Federal del PSOE de Pedro Sánchez y que refuerza a uno de los socialistas más críticos. 

Javier Ayala no tuvo problemas para presentarse contra Lobato en las últimas primarias del PSOE madrileño, cuando Juan Lobato era el 'hombre' de Ferraz, ni tampoco en criticar a la dirección de su partido cuando se sintió abandonado en la crisis con el Gobierno de Ayuso y el centro de Menas que han ubicado en su localidad.

Ahora, Sánchez le nombra secretario de Ciudades y Áreas Metropolitanas en su ejecutiva federal, un cargo que antes no tenía precedentes, pero que refleja el valor que el propio presidente del Gobierno ha puesto en las próximas elecciones municipales y autonómicas. 

Ayala gana el peso que lleva años labrándose en las urnas en un momento en el que Óscar López va a encabezar -parece ser que sin oposición-, la secretaría general del PSM. Lo hace tras haber descartado presentarse a unas primarias aunque, como el mismo reconoció en una entrevista el pasado lunes, no se lo toma como un 'favor devuelto' sino como un reconocimiento. 

De hecho, aunque muchos han tachado a Ayala de ser el más crítico del PSOE madrileño y un potencial barón, al más puro estilo de Emiliano García Page; Ayala siempre ha sido lo que se considera un "hombre de partido".

Aceptó la derrota en las primarias contra Lobato y se puso a disposición de su Ejecutiva. Ha protagonizado multitud de actos con él y, cuando han discrepado en posiciones políticas (como cuando acusó al exalcalde de Soto del Real de no estar disputando el voto de la izquierda a Más Madrid), lo ha dicho sin llegar a hacer "lobby" contra él. 

Con su nuevo puesto podrá planificar y gestionar las políticas municipales a nivel nacional. Aun así, personas cercanas al regidor insisten en que su puesto se va a compenetrar con otras personas que van a trabajar en el ámbito municipal. Todo para que, como resaltó el presidente del Gobierno en Sevilla, las próximas elecciones municipales y autonómicas sean un éxito.

Hay que recordar que, precisamente, fue en las elecciones municipales donde el PSOE perdió fuerza frente al Partido Popular y donde, la desaparición de Ciudadanos y el auge de Vox, hizo que perdieran alcaldías y regiones enteras.

Sus más cercanos creen que este nombramiento es una forma de valorar su gestión al frente del Ayuntamiento de Fuenlabrada. Éxitos electorales que no se han visto influidos por el llamado 'fenómeno Ayuso'. "La experiencia del municipio puede aportar mucho al proyecto del partido", se enorgullecen ahora. 

Fuenlabrada, bastión socialista

Fuenlabrada tiene una población es de 194.514 habitantes, lo que la convierte en la cuarta localidad madrileña más poblada y nunca ha tenido un gobierno del Partido Popular. Ayala ha sabido mantener la mayoría absoluta para el PSOE con el paso de los años, convirtiéndose en el cuarto alcalde más votado de España entre los municipios de más de 100.00 habitantes.

De hecho, el PSOE gobierna ininterrumpidamente en Fuenlabrada desde las primeras elecciones postfranquistas, en 1979. Es el municipio más grande de la Comunidad donde nunca ha habido alternancia en el Gobierno y donde nunca ha gobernado el PP, que tampoco ha ganado jamás las elecciones.

Ayala tiene experiencia en la gestión de diferentes municipios porque fue nombrado presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la FEMP en el año 2020. Algo que le ha dado bagaje en lo que se refiere a las relaciones entre instituciones, puesto que seguramente tendrá que mantener en la ejecutiva nacional. 

Además, puede reforzar esa voz de Ferraz contra Ayuso. Posición que ya estaba usando y que ha protagonizado, principalmente, con la instalación del centro de menas de La Cantueña. Un centro de primera acogida para menores migrantes que el Ejecutivo regional 'colocó' a Ayala sin preguntarle siquiera y que ha inaugurado sin darle ningún tipo de información. 

El órdago de Ayuso con este tema se acrecentaba por el hecho de que el espacio en el que lo ha instalado es un local del Ayuntamiento que cedió a la Comunidad de Madrid para un uso completamente diferente: un centro de interpretación y ocio. 

Ayala nunca rechazó tener un centro de Menas, denunció la falta de comunicación y la imposición por parte del Ejecutivo regional. Y, además, se encontró con una falta de apoyos por parte de su partido, principalmente del secretario general que era Juan Lobato. Algo que denunció e incrementó su postura crítica contra él. 

Ahora, con más poder que nunca en el PSOE nacional, puede seguir haciéndole la guerra a Isabel Díaz Ayuso, gestionar la coordinación con grandes ciudades como la suya y, además, servir de apoyo a un futuro secretario general regional (Óscar López) que no va a tener voz en los espacios madrileños: ni en la Asamblea ni en los Ayuntamientos.