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Colmenar de Oreja ha dado un paso firme hacia la mejora de la seguridad vial y la calidad de vida de sus vecinos al poner fin a 17 años de tránsito constante de camiones de gran tonelaje por su casco urbano. 

Gracias a cámaras de seguridad y a crear una ruta 'alternativa', el Ayuntamiento de Colmenar de Oreja va a poner en marcha una especie de 'Madrid Central' que solventa una histórica demanda vecinal. Buscan evitar el riesgo de accidentes y los perjuicios que estos vehículos generaban en las calles de misma. Y es que, cuando dos camiones se cruzaban en su calle principal, se quedaban atrapados. 

El problema de esta calle 'atrapacamiones' se remonta casi dos décadas atrás, cuando el municipio comenzó a soportar un flujo continuo de camiones provenientes de empresas y canteras de Castilla-La Mancha. Los vehículos, cargados de mercancías hacia Madrid, atravesaban el casco urbano de Colmenar de Oreja, una localidad con calles estrechas y poco preparadas para tal tránsito.

El paso de camiones era un peligro constante. Muchos se quedaban atrapados, dañaban las fachadas y, los que no, perjudicaban al tráfico habitual. Por todo ello, las calles se iban deteriorando y los vecinos vivían con miedo a accidentes por sus pequeñas aceras. Esto, además, afectaba negativamente a la tranquilidad del municipio y a su patrimonio histórico, donde el turismo es uno de sus ejes principales.

Miguel Ángel Pulido, alcalde de Colmenar de Oreja, anunció en su entrevista con Madrid Total que iban a solucionar "de una vez por todas" este problema. Primando la seguridad de sus vecinos por encima del desarrollo económico de algunas de las canteras que se verán afectadas.

El plan de Colmenar de Oreja es, de todas formas, un 'parche' a la espera de que el Gobierno de la Comunidad de Madrid construya la circunvalación que ya contemplan en el Plan de Carreteras 2025-2032.

Así las cosas, y a la espera de la construcción de una circunvalación definitiva, el Ayuntamiento va a prohibir el acceso de los camiones al casco urbano y va a redirigirlos por rutas alternativas hacia Tarancón u Ocaña, aunque esto suponga trayectos más largos para las empresas de transporte.

Cámaras de videovigilancia

Una de las claves será la instalación de cámaras de seguridad con lectores de matrículas. Estas cámaras permitirán sancionar automáticamente a los camiones que incumplan la normativa gracias a la colaboración entre la Policía Local y la Guardia Civil.

Además, está prevista la construcción de una rotonda en la carretera de Villarrubia, que facilitará a los vehículos de gran tonelaje dar la vuelta sin necesidad de ingresar al municipio.

En un primer momento, el anterior equipo de Gobierno de Colmenar de Oreja planteó poner un semáforo para evitar que se crucen los camiones, ya que el problema se agudiza cuando prohíben en la A-3 la circulación de camiones desde la DGT y usan el pueblo como itinerario alternativo.

El problema era que el semáforo tendría que durar como mínimo 190 segundos, más de 3 minutos, y por eso se descartó. 

Solución definitiva

La solución definitiva pasa por la inclusión de una circunvalación que ya está incluida en el Plan de Carreteras 2025-2032 de la Comunidad de Madrid. Según el alcalde de Colmenar de Oreja, la Consejería ha aceptado incorporar este proyecto en su planificación, aunque no se ha fijado una fecha concreta para su ejecución.

"Sabemos que la circunvalación no llegará de inmediato, pero no podíamos esperar más. Priorizar la seguridad de los vecinos ha sido nuestra prioridad, aunque esto tenga un coste para algunas empresas", explicó el regidor.

Estas medidas no solo reducirán los riesgos asociados al tráfico pesado, sino que también permitirán preservar el patrimonio cultural de Colmenar de Oreja, conocido por su histórico casco urbano y sus calles emblemáticas. La prohibición aliviará el deterioro del pavimento y reducirá la contaminación acústica y ambiental que afectaba a los habitantes.