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Rivas llena de placas solares sus colegios e institutos para dar luz a las familias más vulnerables y reducir el bono social

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Las necesidades de las personas y las del entorno a veces se dan la mano. En Rivas Vaciamadrid, estas prioridades han inspirado dos proyectos recientes que materializan su compromiso con un futuro más sostenible y justo.

La primera acción llega desde el compromiso con las familias vulnerables: un sistema pionero de autoconsumo colectivo que permite usar la energía sobrante de edificios públicos para reducir el coste de la electricidad en hogares que más lo necesitan. Esta solución combina tecnología y equilibrio social para transformar el día a día de los vecinos.

Al mismo tiempo, Rivas también pone el foco en los espacios infantiles, apostando por la seguridad de los más pequeños. La renovación de los suelos en parques de toda la ciudad asegura que estos lugares de encuentro sigan siendo accesibles y seguros para las familias. Dos medidas diferentes, un mismo objetivo: mejorar la vida comunitaria en el municipio.

Sostenibilidad y apoyo

La puesta en marcha del autoconsumo colectivo es todo un paso en la lucha contra la pobreza energética. El Ayuntamiento de Rivas ha destinado 151.998,99 euros para instalar paneles fotovoltaicos en dos colegios públicos más: el edificio de Secundaria del CEIPSO La Luna y el CEIP José Hierro.

Estas instalaciones se suman a las ya operativas en el edificio de Primaria de La Luna, el CEIP Dulce Chacón y la Casa de Asociaciones. Con una potencia conjunta estimada en torno a 350 kWp, estos sistemas producen excedentes energéticos que ahora benefician directamente a unas 30 familias en situación de vulnerabilidad.

Estas familias, previamente incorporadas a un programa de Bienestar Social que cubría sus facturas eléctricas, mantienen sus contratos con las comercializadoras, pero ven reducidas de manera significativa sus tarifas gracias a los excedentes energéticos distribuidos en función de sus curvas de consumo.

Además, este proyecto no solo mitiga las cargas económicas, sino que también fomenta el aprendizaje de nuevos hábitos sostenibles, ya que los beneficiarios reciben formación en el uso eficiente de la energía.

Parques infantiles más accesibles

En paralelo, el municipio ha aprobado una inversión de 374.415,76 euros para mejorar las condiciones de los parques infantiles, dotándolos de nuevos suelos continuos de caucho que incrementan la seguridad de los espacios.

Las intervenciones alcanzarán 16 áreas de juego, repartidas en enclaves importantes como el parque Rafael Canogar, el parque de Barca Vieja, el barrio de la Fortuna, el frontón del casco y otros puntos del Cerro del Telégrafo y el barrio de La Luna, entre otros.

El objetivo principal de esta renovación es mejorar las condiciones de uso y garantizar un entorno seguro para los niños que frecuentan estas instalaciones. Las obras forman parte de un programa de mantenimiento continuo que busca adaptar los espacios urbanos a las necesidades de sus usuarios.