Las obras de la futura estación de Metro de Madrid Río avanzan en "tiempo récord". El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ya ha completado un tercio de la actuación. A la altura del Paseo de las Yeserías, en Arganzuela, reinan de momento una gran grúa con pluma, montones de tierra apilados, el barro y las típicas vallas de las obras. Bajo la losa de la cubierta de la futura estación, los operarios han encontrado unos restos arqueológicos de la época en la que se soñaba con unir Madrid y Lisboa a través del agua.
La Comunidad ha hallado los restos del tramo "más largo" del Real Canal de Manzanares. La infraestructura, hecha con tablones de maderas y estacas, discurría en paralelo al río madrileño hasta llegar al embarcadero de Vacia-Madrid.
La idea era unir Madrid con Aranjuez vía fluvial y, a partir de ahí, llegar hasta la desembocadura del Tajo en Lisboa. El Real Canal se construyó a mediados del siglo XVIII, en época de Carlos III.
Vista general de los restos hallados, situados bajo la losa de la cubierta de la futura estación de Madrid Río.
El tramo descubierto en Madrid Río es el que "más uso tuvo" y el "más largo" de los encontrados hasta la fecha. Así lo indica Esther Andreu, arqueóloga de la intervención. Por aquel entonces, en esta zona sur se concentraron fábricas industriales. Y el Real Canal servía para trasladar los materiales hasta la entrada del ferrocarril, "más barato" y "rápido". El Canal quedó "inutilizado" y desapareció a finales del XIX.
En realidad, encontrar restos del Canal no ha sorprendido a los responsables de la obra. Muchos tramos han salido a la luz durante otras actuaciones. La sorpresa -sin embargo- ha sido acertar de "pleno" con la ubicación, es decir, que la estación esté en el punto "exacto" donde se encontraba este gran tramo.
Antiguo plano de la zona.
Si uno baja a las obras, verá "maravillosamente" la "esencia" del Real Canal. El agua fluía más o menos a la misma cota del río, por lo que no había que "hacer nada" para que llegara a la infraestructura. Tenía una anchura de nueve metros, no era profundo y los laterales estaban formados por tablazones apuntalados con estacas.
El Canal no era profundo. Lo utilizaban unas barcazas que se movían gracias a bueyes o caballos que se desplazaban por los montecitos laterales y que tiraban de unas sogas.
De hecho, durante las excavaciones han encontrado "muchísimos restos" de estos animales. Una vez muertos, parece que se deshacían de ellos arrojándolos al agua.
La estructura del Real Canal en Madrid Río no podrá conservarse como tal en este punto. La actuación para construir la estación obliga a seguir cavando. Pero la idea de la Comunidad es reservar un espacio museístico en el futuro espacio, con las tablas y materiales en mejor estado. La exposición irá acompañada de planos, dibujos y elementos explicativos sobre el antiguo canal. De momento, la excavación arqueológica continúa y se está realizando con medios manuales y maquinaria de pequeño tamaño.
La construcción de la futura estación forma parte de la conexión entre Plaza Elímptica y Conde de Casal, con una longitud de 7 kilómetros. Fuentes de la Consejería de Transportes e Infraestructuras detallan que los trabajos avanzan a ritmo "récord". En paralelo, se trabaja en otra nueva estación, la de Comillas. Todo ello se enmarca dentro de la prolongación de la Línea 11 de Metro, que unirá la región de suroeste a nordeste, de Cuatro Vientos a Valdebebas, y que enlazará con la T4 del Aeropuerto de Barajas. ¿El objetivo? Descargar la presión sobre la L6, la línea circular de la red.