La escuela concertada y los profesores se defienden: el colegio con 'tablets' que advierte del "retroceso" de prohibirlas

Dicen que los niños de ahora nacen con un móvil bajo el brazo. Y es que estamos en una época en la que todo lo hacemos por medio de un ordenador o aparatos similares. Incluso en la educación, ya que en los últimos años se había llevado a cabo una progresiva implantación de dispositivos electrónicos en los colegios para facilitar a los menores que fueran adquiriendo las competencias digitales necesarias en este momento.

A pesar de esto, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha decidido ser la primera región española en eliminar de sus colegios el uso individual de estos dispositivos en alumnos de Educación Infantil y Primaria, tal y como ha anunciado este miércoles.

Se trata de una de las principales medidas del nuevo Decreto que está ultimando el Gobierno autonómico para regular y limitar su utilización en los centros educativos sostenidos con fondos públicos.

Una decisión que ya ha recibido críticas por parte de algunos centros concertados que ya tenían implementado el sistema por medio de tablets u ordenadores en sus aulas. En concreto, las Escuelas Católicas de Madrid (ECM), organización que engloba varios colegios de educación concertada de la región, ha manifestado en un comunicado su descontento conforme a esta medida.

La definen como "radical" añadiendo que "se contradice con los principios de libertad, pluralidad y calidad de enseñanza postulados por la Comunidad de Madrid y que, sin duda, preocupa enormemente a los 340 centros que conforman la red de ECM, al ver vulnerado su derecho a desarrollar un proyecto educativo propio y, sobre todo, elegido libremente por las familias".

Uso de 'tablets': "Grandes beneficios"

En muchos de los casos, el uso de estos dispositivos está completamente integrado en el sistema que están impulsando en estos centros. Incluso, en algunos aseguran dar muy buenos resultados.

Esta es la situación de uno de los colegios que forman parte de la ECM. Desde la dirección del mismo (que prefieren que no sea identificado) comentan que el proyecto que están llevando a cabo desde hace cinco años consiste en complementar el uso de Chromebooks con los sistemas tradicionales.

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"Seguimos trabajando con libros de estudio, cuadernos de matemáticas para hacer operaciones con lápiz, dictados en lengua... Pero estos ordenadores nos permiten desarrollar otro tipo de actividades de investigación con aplicaciones online o diseño de presentaciones que sin este tipo de dispositivos no podríamos llevar a cabo". Añaden que, además, es necesario adaptarse a los nuevos formatos. "No podemos ser innovadores utilizando PowerPoint", explican.

La metodología de estudio con esta herramienta, en su caso, inicia en 4º de primaria y se mantiene hasta 4º de la ESO. "Esto es así porque entendemos que sobre los ocho años es la edad en la que los alumnos tienen contacto con un primer dispositivo y que es importante que este esté bajo la supervisión del colegio y la familia para desarrollar correctamente esa alfabetización digital", exponen.

Cada alumno de dicho centro, por tanto, tiene su propio Chromebook que utilizan alrededor de un 30% de la jornada escolar y cuando sea requerido para los deberes y tareas que lo exijan.

Aseguran tener "una experiencia muy positiva". "Son alumnos que realmente saben hacer una presentación, editar vídeos o presentar documentos con el formato adecuado y basándose en fuentes fiables. En definitiva, han aprendido a ser conscientes de las herramientas tan potentes que tienen al alcance de su mano y a hacer un uso responsable de ellas".

Asimismo, afirman que "sin lugar a dudas" han visto "grandes beneficios" en dicho sistema con respecto a la competencia digital. Por esa razón, desde dicho centro opinan que suprimir el uso de estos dispositivos de la manera que quiere hacerlo en Gobierno de la Comunidad supondría "un retroceso". "Es muy difícil trabajar una competencia digital con las limitaciones que parece que puede haber una vez que este Proyecto de Decreto llegue a ver la luz".

Ante esto, aclaran que si esta situación llega a hacerse realidad, tomarán medidas para facilitar la adaptación hacia este nuevo modelo. "La competencia digital sigue apareciendo en la ley y hay que seguir trabajándola. Lo haremos con las mejores herramientas que tengamos y la mejor de las situaciones", concluyen.

Sindicatos en contra

Los sindicatos educativos también se han mostrado en contra de esta propuesta. Consideran que "limita la libertad pedagógica y de cátedra" y es una medida que no ha sido consultada con la comunidad educativa.

Así se han manifestado tanto los cuatro que conforman la Mesa Sectorial (CCOO, UGT, ANPE y CSIF) como la asamblea Menos Lectivas, además de Escuelas Católicas de Madrid (ECM), en declaraciones a Europa Press.

Desde UGT han criticado que "limita de forma radical la libertad pedagógica del profesorado madrileño y la autonomía de los centros", ya que obligará a "modificar los proyectos de centro". Una posición que coincide con la de CSIF, que ha defendido "la libertad de cátedra de los docentes" y ha considerado que es "un ataque al profesorado".

En CCOO han ido más allá y han señalado que esta propuesta, que afectará a alrededor de 2.000 centros, "se salta la ley orgánica y la autonomía pedagógica de los centros y su proyecto educativo, donde se regula el uso de las herramientas, materiales didácticos y materiales curriculares".

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Otra de las críticas al anuncio del Gobierno regional es que va en la línea contraria que se ha seguido durante los últimos años en cuanto a la incorporación de la tecnología en las aulas, según los sindicatos.

"Han estado generando negocios e instalando muchas más pantallas de las que pedían los centros. Son cosas que no ha pedido la comunidad educativa y que ahora deciden revertir", han expresado desde Menos Lectivas.

Argumentario similar han defendido desde ANPE, ya que han expresado que "no se puede pasar de promover el uso de los recursos digitales y llenar los centros de pantallas, como ha ocurrido hasta ahora, a prohibirlos totalmente".

Otro aspecto que han destacado es en no responsabilizar a los centros por el uso negativo de los dispositivos digitales. "El uso abusivo y problemático no se produce en los centros educativos, donde están supervisados y tienen una finalidad educativa", han expresado desde CSIF. A lo que CCOO ha añadido que "el problema de las pantallas se encuentra en el ámbito familiar. La escuela tiene la labor de educar en su uso".

También AMETIC, la asociación representante del sector de la industria digital en España, ha expresado en un comunicado que "restringir en exceso el uso de la tecnología en las aulas podría ser contraproducente", ya que "lejos de preparar a los estudiantes para el futuro, esta medida podría ralentizar sus destrezas digitales y exponerles a un uso inseguro de las mismas".

De esta forma, opinan que "es fundamental adoptar un enfoque constructivo y colaborativo, basado en medidas alineadas con estándares nacionales e internacionales. La prohibición o limitación extrema no es la solución".