Madrid es una de esas ciudades en las que el visitante nunca se sentirá extraño. Está plagada de contrastes, de diversidad y multiculturalidad. Se puede decir que es una de las capitales del mundo que nunca descansa, que permanece despierta las 24 horas del día.
Cualquier persona, al margen de su procedencia, conseguirá integrarse con mucha facilidad en la idiosincrasia de la ciudad. Y eso que hay una serie de detalles que le acaban convirtiendo en única. Hay ciertos aspectos que son normales en Madrid, pero que fuera de sus fronteras acaban siendo algo totalmente atípico.
¿Conoces qué cosas son normales en Madrid, pero no en otros lugares? En las distintas respuestas que te daremos a continuación podrás comprobar lo peculiar que es la capital española, tanto para lo bueno como para lo malo. Sin lugar a dudas, también te servirá de guía para entender la personalidad y el espíritu de esta ciudad que no deja de sorprendernos.
Todo lo que pasa en Madrid y despierta la atención de los visitantes
Seguramente que habrás escuchado en alguna ocasión las siguientes frases que vamos a recoger en este artículo. Los madrileños, tanto los que sean naturales como los adoptados, se sentirán muy identificados con todo ello.
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1. Pagar 900 euros por un piso de 50 metros
El precio de los pisos en la capital se encuentra por las nubes. La única solución pasa por compartir casa o hacernos con el alquiler de un pequeño apartamento en el mejor de los casos. Por un inmueble de una sola habitación habrá que desembolsar hasta 900 euros según la zona. Habrá que buscar mucho para encontrar aquello que deseamos.
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2. El bocata de calamares
Algo típico que no puede faltar en Madrid es el bocata de calamares, sobre todo en el entorno de la Plaza Mayor. Es otro de los atractivos que consigue captar la atención de los millones de turistas que se acercan a la capital todos los años. Acompañado por una caña se presenta como un plan perfecto.
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3. Que no hay madrileños
Madrid es una ciudad muy acogedora, que desde el primer día le da la bienvenida a todo el mundo que aterriza en ella. Desde siempre se ha considerado una ciudad a donde han ido a parar muchos españoles, pero también extranjeros. En una reunión de amigos o incluso por la calle te resultará complicado encontrar un madrileño. Seguro que los hay, pero también hay muchos madrileños de adopción.
4. Salir a pasear y darse cuenta de que vas a la velocidad de los que corren la San Silvestre
Nos encontramos ante una ciudad que permanece en constante movimiento, que no duerme y que tampoco se detiene. Resulta complicado meterse en el centro a dar un paseo y no acabar intensificando la velocidad. Parece como si tuviéramos prisa por llegar a los sitios. Nos dejamos llevar por todo el bullicio que nos envuelve.
5. Decir que se tardan 20 minutos aunque se vaya de punta a punta de la ciudad
Es una ciudad grande con muy buenas comunicaciones. Tratamos de restarle trascendencia a esas distancias que pueden separar a dos puntos. Casi siempre orientamos a los que llevan nuevos a la capital con esa medida de tiempo. "En 20 minutos te plantas ahí", aunque la realidad sea otra y te exige dedicarle una hora para llegar al destino.
6. Vayas con las pintas que vayas, nadie reparará en ti
Es una suerte que al margen de tu estilo, vestimenta o peinado, nadie se fijará en ti. Cada uno se preocupa de lo suyo y no le prestará tanto atención a lo de su alrededor. Se puede decir que los madrileños van a su bola. Están acostumbrados a ver de todo y ya nada les parece extraño. Pasarán desapercibido en cualquier situación.
7. Poner de excusa el metro para cualquier cosa
Si llegas tarde a una cita o se te pierde la cobertura del móvil siempre puedes responsabilizar de ello al metro. Nos llevará a muchos sitios, pero este medio de transporte se ha convertido en la excusa perfecta para salir del paso en muchas situaciones.
8. Tener todo tipo de ocio menos playa
Se puede decir que Madrid tiene de todo menos playa. Así lo cantaba el grupo Los Refrescos en los 90. Musicales, teatros, museos, gastronomía, comercios, cines, etc. Todo lo que te imagines y más lo encontrarás en el centro de España. Para disfrutar de la costa, los madrileños viajan al Mediterráneo, el Cantábrico o el sur.
9. Salir de casa una hora antes y llegar justo
Los que intenten llegar a su hora deberán ser previsores y salir de casa con al menos una hora de antelación. En ocasiones el tiempo corre muy deprisa y por mucho que nos apuremos no conseguimos ser puntuales. En ciertas épocas del año resulta muy complicado moverse por sus calles, ya sea andando o a través del vehículo particular. Hay que tomarse las cosas con calma y asimilar que es algo normal.
10. ¡Atención! Estación en curva, al salir tenga cuidado para no introducir el pie entre coche y andén
Lo pueden escuchar aquellos viajeros que se bajen en algunas estaciones de metro. Se trata de un aviso que mandan desde Metro de Madrid para que nadie acabe introduciendo el pie en el hueco que queda entre el vagón y el andén. Un despiste puede costarnos muy caro, y más cuando vamos con prisas a los sitios.