Si alguien tenía duda de que el rock and roll sigue sonando en Madrid, el hotel Hard Rock sube el volumen aún más con un jardín secreto en pleno centro de la capital (con piscina al aire libre incluida) y una terraza que va a ser el lugar preferido de quienes buscan las mejores vistas, una puesta de sol increíble, un buen cóctel en la mano y mucha buena música.
"Para nosotros la música es un arte que no siempre se ha entendido correctamente, se ha cuidado y se ha mimado como se merece y como hacemos nosotros", advierte Javier Polo, el general manager del hotel que se ofrece a enseñar a Madrid Total hasta el último de los secretos que guarda un lugar mítico de una cadena mítica que en la capital ha echado raíces profundas y no piensa moverse.
Abierto en el verano de 2021, el hotel aspira a recoger a todos los mitómanos que iban al Hard Rock Café cuando estaba en La Castellana y añadir a quienes ven la música como un arte más y quieren disfrutarla en cualquier momento.
"Hard Rock es una marca que a nivel internacional es muy fuerte en Estados Unidos y Sudamérica, pero con un concepto diferente porque abarca casinos, cafés y hoteles e incluso espacios para conciertos. El crecimiento está siendo igual en Europa", explica Javier Polo. Ecléctico, abierto, polivalente... pero siempre musical, eso sí.
De hecho, en España tienen claro que quieren ser algo más que un hotel y hasta algo más que el café donde íbamos a comernos una auténtica hamburguesa americana o la tienda donde hacernos con nuestra camiseta "Hard Rock Madrid" (que también).
"El restaurante y la tienda siguen abiertos, pero estrenamos un nuevo concepto gastronómico que sigue siendo cultura americana aunque no sólo de hamburguesas, perritos y alitas, sino también con la influencia italiana, asiática... Es un recorrido gastronómico desde la costa oeste a la este que traemos a Madrid", añade para los que quieran disfrutar de guitarras, pentagramas y notas por todos lados y en cada plato.
Si se apuesta más por una experiencia más total, 160 habitaciones esperan con un hilo musical personalizado que podemos decidir antes de llegar al hotel; canciones pensadas especialmente para la ducha, para el gimnasio; clases de guitarra para niños y hasta conseguir que te lleven un instrumento a tu habitación y tocar tranquilamente en una cama gigante.
"Nuestro huésped es un cliente, mitad español mitad internacional. De los que vienen de fuera, los destinos principales son Estados Unidos, Reino Unido y sobre todo México, donde el concepto Hard Rock es muy fuerte. A nivel nacional, que funciona muy bien, es Cataluña y Andalucía los principales clientes que buscan sobre todo un hotel divertido", añade Javier Polo.
Lo que ha conseguido Hard Rock es colarse entre los hoteles de lujo de Madrid pero con un estilo y una estética divertida, desenfadada, diversa, incluso en el personal que atiende, pero un mimo y un respeto por el servicio a la altura de un espacio con muchas estrellas.
"Todo dentro de unos límites pero nosotros ampliamos los límites. Otros hoteles son un lujo más encorsetado, quizás un poco más tradicional, y creemos que el nuevo lujo para nosotros es lo original". Tatuajes, piercing, colores, estar escuchando flamenco y luego una tematización de los años 80, cosas de la Feria de Abril, la pradera de San Isidro... todo es bienvenido a este restaurante, hotel, terraza, jardín.
"Tenemos las cosas que a todos nos gusta, que es divertirnos, la música, el arte y el entretenimiento", aclara Polo.
Sin olvidarse de aspectos tan propio de un hotel estrella como toallas de 600 gramos, "casi mantas que te abrazan cuanto te secas", o sábanas de 600 hilos "que son pura seda" para que el descanso y el mimo sean únicos. Y no solo en la Rock Star Suite, la mejor habitación que está en todos los Hard Rock del mundo y que cuenta en Madrid con una bañera inmesa en mitad de la habitación para disfrutar de una relajación con vistas.
Un tour especial
El hotel ofrece un original tour de una hora con un guía especialista en música donde descubrirá algunos de los objetos de estrellas de la música con los que cuenta Hard Rock, los llamados "Memorabilia". En Madrid pueden verse las botas de David Bowie, la guitarra de Alaska o de Pau Donés, la chaqueta de Niki Minaj, las zapatillas de Dani Martín de El Canto del Loco, el top de Madonna o la camisa de Keith Richards, entre otros secretos escondidos en un rincón del hotel.
Durante la visita, habrá distintas pruebas que convertirán el tour en algo divertido y que servirán para averiguar cuánto sabemos de música. Además, en una especie de escape room, las distintas pistas irán llevando al visitante a códigos escondidos por el hotel para ganar... un rico cóctel en su mítico café.
Todo en abril
El equipo de Hard Rock trabaja casi a marchas forzadas para que sus espacios más impresionantes estén listos en unas semanas. "Tenemos la fortuna de tener espacios diversos y un jardín con una piscina única en pleno centro. Sales de Atocha y, de repente, entras en un oasis. La idea es que tenga una oferta gastronómica, barbacoa y sea muy utilizado por todos desde abril".
La piscina al aire libre será de acceso a todo el que quiera pasar una jornada increíble gracias a los pases de día "donde los madrileños pueden venir a disfrutar de un baño, a comer, a utilizar el gimnasio, a escuchar música y conciertos", explica su general manager.
Luego quizás la mejor idea es subir al cielo de Madrid y del rock and roll, a la octava planta, a una terraza 360º con "las mejores vistas del sur de Madrid y, si hay suerte, ver hasta Toledo", bromea Polo.
Habrá comida americana más tradicional con guiños mexicanos. "Algo fácil de tomar con una bebida en una coctelería bien elaborada que busca que el cliente disfrute de la música, de la puesta del sol, de Madrid... ".