No es Rivendel, ni tampoco Nueva Zelanda, pero se le parece. Las principales localizaciones de la Tierra Media que Frodo, Gandalf, Aragorn y compañía recorrieron en las novelas y películas de 'El señor de los anillos' tienen su primo hermano perdido en la Sierra Norte de Madrid. Así lo ven desde 'El Camino del Anillo', los encargados de organizar una ruta basada en la obra de J. R. R. Tolkien.
"Pones un pie en el camino, y si no cuidas tus pasos, nunca sabes a dónde te puede llevar", decía Bilbo bolsón. Los organizadores de esta iniciativa lo tienen claro: el peregrinaje tematizado consiste en 122 kilómetros que, en su opción más completa, se dividen en ocho días. Es una actividad que sólo en 2022 disfrutaron mil personas. El objetivo es disfrutar de la naturaleza y desconectar del ajetreo de Madrid, mientras se camina por "viejos senderos y bosques" y se rema "por cauces olvidados", según anuncia su web.
La idea para esta aventura por Madrid surgió hace 20 años, cuando se estrenaron las películas. Gonzalo Fernández y Gema Álvarez, agentes de Protección Civil en aquel momento, vieron paralelismos entre los escenarios donde Peter Jackson rodó las cintas y el norte de la comunidad. "Llegaron a pensar que se habían rodado ciertas escenas en Madrid", cuenta Pedro de la Herrán, el actual gerente, a Madrid Total.
Tras descubrir estos parecidos empezaron a estudiar la geografía de la Tierra Media. Y descubrieron una similitud, que es incluso más importante: la "tremenda coherencia interna" entre ambas zonas.
Pone como ejemplo Caradhras, el pico que 'La Comunidad del Anillo' quiso atravesar en medio de una tormenta de nieve para llegar a Moria, tierra de los enanos que aquí se equipara a Puebla de la Sierra, partiendo desde Rivendel, que en esta recreación es La Hiruela. La montaña que hay entremedias también tiene una correlación, según De la Herrán: "El canal está descrito por Tolkien con un montículo encima que recuerda a una silla de caballo. Y uno de los cerros que está entre los dos pueblos tiene exactamente esa forma". De acuerdo con el gerente, es algo que en el camino ocurre "constantemente".
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Ayuda de la Iglesia
A raíz de aquello, los fundadores organizaron eventos y actividades relacionadas para promocionar la Sierra Norte, que antiguamente se conocía como la Sierra Pobre, debido a la despoblación que sufre la zona y contra la que lucha esta propuesta. Tras un tiempo, los dos encargados se quedaron sin "fuerzas" y su idea no "acabó de coger forma".
Ya en 2015 acudió al rescate Pablo Martínez Anguita, convenciéndoles de que no abandonaran. Es una persona "muy relacionada con la Iglesia" y de la mano de la Fundacion Laudato Si, dieron una vuelta al concepto. Varias diócesis, como la de Madrid, "se pusieron las pilas con este tema" ya que ven positivo los encuentros con la naturaleza. Les ayudaron poniendo a su disposición casas en los pueblos del camino o centros que sirven como punto de encuentro.
El Camino del Anillo
Precios: 8 días para un grupo de 15 personas por 550 euros. Variables en otras modalidades.
Recorrido: Inicio en El Molar hacia El Berrueco (Pradera de Hobbiton). Le siguen Gamoburgo (Sieteiglesias), Bree (Buitrago de Lozoya), Cima de los Vientos (Cerro Piñuecar), Rivendel (La Hiruela), Caradhras (La Tornera), Moria (Puebla), Lorien (El Altazar), Rohan (Patones) y Gondor (Torrelaguna).
Martínez Anguita "les propuso la idea de hacer un camino. Antes eran simplemente iniciativas sueltas. Y les gustó muchísimo la idea. Empezaron a estudiar la Sierra en forma de ese Camino del Anillo que conocemos hoy en día", explica el gerente.
Se convirtió en una "peregrinación" en la que caminar, ahora sí, tenía un "sentido" y una "reflexión" sobre "el poder del mal, el de una comunidad y la necesidad de tener buenos amigos" más allá del senderismo. A la experiencia le añadieron una capa de inmersión para disfrutar todavía más de la naturaleza.
Un ejemplo de cómo se pone al aventurero en situación es el propio inicio, con una "cena hobbit", como la que Gandalf y los enanos tienen en casa de Bilbo Bolsón. Es un "momento de festejo y de alegría".
Portando el anillo
"Comenzamos con un curso, una charla en la que se explica todo lo que se va a vivir y la relación entre Tolkien, el camino y la naturaleza. Te ponemos un anillo, lo que es fundamental. Te explicamos su simbolismo ya que lo vas a llevar colgado durante los ocho días que dura el camino", dice De la Herrán.
Otra referencia, para los más aficionados a la saga, es la visita, en uno de los pueblos, a la casa de Tom Bombadil y Baya de Oro. A modo de broma, aprovechan un cerro que hay en Patones desde donde se ve una torre que, según la perspectiva, refleja el brillo del sol. Esa torre, que pertenece a Cepsa, es el Mordor de la Sierra Norte.
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Quitando estos elementos, no se pide disfrazarse ni esto es una partida de rol. 'El señor de los anillos' funciona meramente a modo de hilo conductor.
Actualmente se encuentran inmersos en mitad de un crowfunding para crear el mapa de geolocalización más grande del mundo. Cada donación supone un punto en ese plano con el nombre de la persona que ha realizado su aportación. Tienen marcado un objetivo de 20.000 puntos en total.
Los visitantes a esta Tierra Media madrileña viven, como Frodo, un viaje interior, que "toca el corazón". "Hace unos meses vino un americano que nos decía que recuperó la esperanza, porque tenía una vida muy difícil y había tenido problemas familiares muy duros recientemente. Gracias a esta experiencia algo le había cambiado", relata el gestor.
"Ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos", enunció Gandalf. Puede que el último destino esté marcado en el mapa, pero cómo concluye este viaje en el interior de quien lo realice, depende de cada uno.