Hay una nueva tienda de alimentos en la Plaza de Chamberí muy normal, supernormal. Tan normal que vuelve a lo de toda la vida: el huerto sostenible, las frutas y verduras de temporada y proximidad, y los productos de animales que han sido criados en libertad.

'En mi vida he probado un repollo y un tomate tan buenos'. '¿Esto es de huerta? Se nota'. Son frases que lanzan los clientes de la tienda de alimentos Supernormal en el mercado de Chamberí y ahora también los de su nueva tienda en la Plaza de Chamberí.

Y es que, los tres creadores de Supernormal tienen un pequeño secreto: "No decimos que es ecológico, sólo cuando preguntan por la buena pinta que tienen en el mostrador o vuelven a decirnos lo rico que estaba, ahí es cuando les contamos que es porque son ecológicos y los cultivamos en nuestro huerto", informa Almudena Peña, una de las propietarias de la tienda.

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Pero es que tienen otro secreto y este no lo esconden: "No habíamos plantado un tomate en la vida", dice Fernando Usera, ya que son todos madrileños de ciudad.

Los emprendedores de este nuevo proyecto, Fernando Usera, su mujer, Almudena Peña, y su hermana, Inés Usera, ya no sólo plantan tomates, sino calabacines, patatas, cebollas, lechugas, puerros o judías verdes.

Los tres son ingenieros industriales de 30 años que decidieron hace meses cambiar completamente de vida. Y desde entonces son agricultores y comerciantes que cultivan en su huerto de 16 hectáreas en Tiétar, Cáceres, el 70% de las frutas, verduras y conservas, que venden en su tienda.

Sus productos han tenido muy buena acogida y los vecinos de Chamberí compran con frecuencia en la nueva tienda, sobre todo, el público extranjero. "No tenemos estética ecológica. Ni somos unos locos de la salud y el clima, sólo vendemos calidad", explica uno de los dueños.

En su tienda de aspecto minimalista encuentras productos ecológicos. Sólo hay alimentos de proximidad de la Península, por eso no tienen plátanos de Canarias, por ejemplo. A su vez, hay frutas y verduras de temporada porque aseguran que tienen más sabor y mejor: todavía les queda calabaza y ahora es temporada de espárragos, guisantes, judías verdes, espinacas y lechugas de varios tipos. En breves estarán listos los calabacines de su huerta. 

En cuanto a las verduras y frutas que no son de temporada, las hacen conservas. "Las hacemos nosotros, como el tomate frito que sólo lleva aceite y sal. No lleva azúcar", dice Fernando Usera.

Mientras, los alimentos que ni cultivan ni crían ellos los traen de lugares con certificado ecológico. La carne la traen del Pirineo aragonés de un ganadero que cría animales 100% en libertad, la leche viene de la sierra de Albacete, la mermelada es casera de Girona, etc.

Otra de sus ventajas es que no tienen intermediarios. De su huerto a su puesto y los alimentos que no tienen es el propio Fernando el que contacta con los productores para asegurarse de que sus cultivos o animales son ecológicos. "Cuando elaboras tú las cosas controlas lo que vendes y te aseguras de que sea de máxima calidad", apunta.

La concienciación y la responsabilidad requieren un coste añadido, pero no excesivo. "En cuanto a precio somos como El Corte Inglés con la diferencia de que ellos no son ecológicos", dicen los tres ingenieros.

Recién recolectado

Los lunes y los miércoles, los días de recolección en su huerta, la cosecha de la mañana va directa al mostrador en cuestión de dos horas. En la finca hay un capataz con tres temporeros y en los puntos de venta hay cinco empleados. De los productos más vendidos son el pan, que se lo hace un obrador artesanal cercano.

Entre sus últimas incorporaciones en Supernormal ofrecen un sano menú del día para los oficinistas de la zona. Cuesta 9,50 euros e incluye una ensalada, una crema natural y agua.

Además, han creado una newsletter con recetas para saber usar sus productos y una cesta de la compra online que ronda entre los 12 y 41 euros. Puedes pedir este delivery en su web supernormal.es. De la huerta directo a casa sin pasar por la tienda.

Algunos de los objetivos de 2023 son instalar paneles fotovoltaicos, plantar árboles frutales, además de introducir animales como cerdos, vacas y gallinas para huevos. "El siguiente paso es crear nuestro propio obrador para hacer las cremas y las conservas. Será antes de verano", asegura Fernando.

Supernormal cada vez cuenta con más tierras, animales y productos. Inés Usera opina que diversificarse verticalmente es "intenso" pero merece la pena. "Ser productor da gusto, te sientes eficaz. Ves el impacto directo y puedes asegurarte de que es ecológico y sostenible". Un sueño cumplido en esta familia que lleva las frutas y verduras de su huerto directamente al mostrador de Supernormal.